𝘭𝘦𝘵 𝘮𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘪𝘴𝘦

2.

-¿Enserio hizo eso?- preguntó desde el otro lado de la línea Ada, mi mejor amiga.
-Pensaba que bromeaba, pero no.
-¿Y aún no te escribió?
-Han pasado solo dos horas desde que jugó un partido, estará cansado- respondí obvia.
Seguimos hablando un poco más del tema hasta que termino la llamada. Decidí terminar los deberes antes de ir a cenar para librarme antes de ellos. Cuando estaba apunto de coger la libreta, saltó una notificación en mi teléfono.

axelvenett

  No sabía si aceptar su ayuda. Me venía muy bien una mano pero me daba mucha vergüenza llamarlo. Lo pensé durante unos segundos y obté por la opción de aceptar su ayuda, total, no me mataría.

-¿Axel
-¡Hola! Pensé que ibamos a hacer videollamada, pero bueno así está bien también.
-Si quieres cambiamos, me da igual.
-¿Segura? es que quiero volver a ver esa cara bonita.
-¿Acaso quieres que cambie de opinión?
-No, tranquila.
Le di a la opción de videollamada y a los segundos apareció su rostro en la pantalla. Tenía el pelo mojado y estaba tumbado en su cama.

Joder.

Sacudí la cabeza un par de veces y me centré. Pocos minutos después ya había acabado los deberes, el tío era un crack.

-Muchas gracias Axel. Al menos entiendo algo.

-No es nada enserio, y dime ¿de dónde eres?

-De Brooks.

-Brooks- repitió él - eso me pilla a treinta minutos en coche.

-¿Tú de dónde eres entonces?

- De Lasierf.

-Oh ya sé, el equipo de mi tío entrena cerca- comenté.

-Lo sé, lo sé. ¿Tú haces fútbol o qué?- curioseo.

-Que va, en mi tiempo libre escribo y hago danza urbana.

-¿Cómo que escribes?

-Nada lo típico, textos sin sentido.

-¿Me dejarás leerlos?

-Algun día- respondí insegura.

-Eso es un no, ¿verdad?

-Posiblemente.

-Bueno, yo tengo esperanza.

-Eso no está mal.

-Y bien, ¿a ti te dejarían venir aquí algún día?

-Depende.

-¿Depende? es si o no.

-¿Para qué querría ir yo allí? además de ver partidos de fútbol.

-Para verme a mí.

-No me corre la ansiedad por verte.