CAPÍTULO 2

1.3K 157 39
                                    

Louis se encontraba acomodando las mantas en la cama dentro del cuarto de limpieza. Aquel espacio-a beneficio de él y su cachorro- era bastante amplio, aún así no era un lugar apto para vivir. No tenía una ventana y tampoco un baño por lo que debía utilizar el de empleados y él y su cachorro dormían con la puerta del cuarto abierta.

Max, a un lado sentado en un banquito y con la tarta en su regazo estaba devorando el postre que el rizado le obsequió antes. El omega no sabe si es por no haber cenado o porque aquella delicia olía a el alfa, pero su pequeño bebe se habia comido mas de la mitad cuando decidió que ya era suficiente chocolate, no le hubiese dejado comer tanto si no fuera porque el cachorro no había cenado y estaba hambriento.
–cachorro, ya es demasiado por hoy. Guarda un poco para mañana, ¿si?. – habló el omega mientras abría las mantas de la pequeña cama indicando a Max que era hora de dormir.
–Si, mama. – respondió el menor mientras cerraba la cajita de plástico con el pequeño trozo restante dentro.
El cachorro depositó aquella cajita en el asiento donde se encontraba antes y tomó la mano de su madre para subirse a la cama. Era hora de descansar ya que debían de dejar la comodidad de aquel cuarto a las cinco de la mañana cuando Martha la omega mayor volviera con Luke el encargado de cocinar las delicias de la casa, mañana seria otro dia y esperaba que fuera uno bueno.

~☆~

Eran las 05:10 minutos cuando su despertador sonó estruendosamente indicando que su día debía iniciar. Harry usualmente se ejercitaba durante la mañana pero ese día algo dentro le decía que debía volver a aquella panadería -o más bien- su alfa le pedía a gritos que volviera a aquel el lugar. El sabía lo que en realidad su lobo le estaba pidiendo, y se avergonzaba porque él -su parte humana- también quería aquello.

Cuando vio al omega la noche anterior junto a su cachorro y con un aspecto cansado no pudo dejar de pensar en protegerlo, cuidarlo y alejarlo de todo lo que lo agota de tal manera que su rostro pedía a gritos un descanso. Y aquel cachorro, casi muere por exceso de ternura y cariño, su lobo estaba encantado con aquel niño y que a Maximus le gustase su aroma lo tenía contento a él y a su lobo en partes iguales. Solo faltaba que a el bonito omega también le gustara.

Sin pensarlo se encontraba camino al pintoresco lugar, no sabía si el omega se encontraría allí pero algo dentro le decía que si. Tardó solo unos minutos en llegar ya que su departamento queda solo a unas pocas cuadras.
Cuando por fin tuvo la panadería enfrente decidió entrar al lugar pero ver al omega junto al cachorro salir de allí hizo que se detuviera.

Tenía razón, nuestro omega está aquí.

Bueno al parecer no solo el estaba ansioso, su lobo lo estaba en partes iguales y…¿acaba de llamar a Louis nuestro omega?-pensó internamente Harry- cada día su alfa parecía hablarle mas y no lo malinterpreten su relación con su lobo siempre fue buena solo que antes no hablaban muy seguido. O mejor dicho, no recibía tantas órdenes de su parte lobuna.
Pero quién era él para desobedecer a su lobo, allí estaba una vez más acercándose al omega y al cachorro.
Podía sentir como su lobo movió la cola en señal de alegría cuando estuvo una vez cerca de sus -al parecer- personas favoritas.

–Hola omega – habló el rizado haciendo que el ojiazul se sobresaltara.
–Oh, Harry. Hola – respondió el castaño mientras frenaba su paso. Estaban a unos metros de la puerta de la panadería.
–¿Trabajas aquí? – preguntó el alfa. Algo lo traía inquieto a él y a su lobo en partes iguales, y era que Louis estaba saliendo de aquel lugar a las casi seis de la mañana. El sabía que la panadería abría la cocina a las cinco para que el panadero horneara, Martha se lo había comentado un día que tuvieron una charla larga sobre aquel pintoresco lugar y sus delicias. Pero el horario de apertura para los clientes no era hasta las 08:00.

𝑪𝑯𝑹𝑰𝑺𝑻𝑴𝑨𝑺 𝑻𝑰𝑴𝑬 (𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora