No te acostumbres...

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Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

En sus comienzos...

Había salido temprano de entrenar, cuando Vegeta encontró a Bulma durmiendo incómodamente en el laboratorio.

A pesar de todas las comodidades y calidez que en esa casa le ofrecían, él no se sentía cómodo, se seguía sabiendo un villano, el malo de la historia, al que nada de lo que pasara a los demás le debía importar, pero por alguna razón se siente obligado a ser un caballero cuando se trataba de esa mujer peliazul y eso comenzaba a irritarlo.

—Tch, esa tonta vulgar se quedó de nuevo dormida ahí—

Siguió caminando sin detenerse. Fue por agua y a cenar, estaba por irse a su habitación pero vio que la recámara de Bulma seguía cerrada, y tampoco la escuchó pasar.

El saiyan se negaba ayudarla. — Es su problema no el mío—

Molesto se dió cuenta que seguía pensando en ella, dormida incómodamente sobre su escritorio en el laboratorio.

Bajó furioso y se quedó frente a ella mirándola largo rato dormir.

—Sólo por esta vez...— Se decidió.

— No me conviene que duerma mal o mañana no arreglará rápido las mejoras que necesito, sí, solo lo hago porque me conviene, además seguramente no se acostumbrará a ello....—

La tomó en sus brazos, sintiendo la calidez de ese cuerpo acomodarse rápidamente sobre su pecho, la acción lo hizo sonrojarse, pero siguió caminando sin querer realmente detenerse a pensar en por qué con ella siempre cedía, de una u otra forma...

La acomodó con delicadeza en la cama, no quería que ella se despertara pero el movimiento fue demasiado y ella terminó despertando.

— ¿Vegeta?— Con voz adormilada ella dijo.

La habitación se hallaba a oscuras.

— Te quedaste dormida de nuevo en tu laboratorio mujer, no es bueno para ti y mañana tienes que trabajar en mi cámara de gravedad.

Dijo en voz baja a modo de explicación mientras terminaba de cubrirla con la manta.

— G-gracias...— Realmente se hallaba cansada.

Él la miró y se veía exquisitamente hermosa ahí acostada a pesar de llevar puesta aún su bata de laboratorio y de hallarse un poco despeinada.

No pudo evitar admirarla, desde que regresaron de namek se había ido cada vez fijando más en ella, su carácter fuerte le recordaba mucho al de las mujeres saiyajines y a pesar de que su fisionomía era parecía, ella era demasiado hermosa, con esa piel tan blanca y esa cabellera azul tan exótica que le caía en caireles.

Muchas veces se despertaba en la noche después de haber soñado con ella en su cama sin nada más que cubriera esa blanca belleza y adornada por esos caireles indomables esparcidos por toda la almohada.

Le gustaba el olor que ella tenía tan femenino, y había despertado muchas veces tan dolorosamente duro ante esa imagen que había tenido que aliviarse en la ducha para no estar con una incómoda erección durante el día.

Vio esos ojos azules aun adormilados mirarlo con gratitud.

— Tsk, solo no te acostumbres a esto mujer, fue solo por esta vez.

Era lo que cada vez que él la había cargado hasta su habitación después de llevarla en brazos decía.

La peliazul pudo ver el adorable sonrojo que había cruzado el rostro del saiyajin, quien podía ser un hombre rudo y peligroso a quien a todos tenían, incluso hubo un tiempo en que ella misma le temió.

Pero no ahora, conocía mejor al hombre quien se escondía tras esa fachada dura del príncipe saiyajin, y cada día comenzaba a sentirse más y más atraída a él.

No fue honesta con Yamcha al haberlo terminado no le dijo que era porque al lado de Vegeta él seguía siendo un chiquillo inmaduro. Y que las constantes infidelidades del lobo del desierto solo le hicieron más fácil la decisión final.

Hacía algunos días que al fin le había contado a Vegeta que ya no estaba más con el guerrero Z y desde entonces pasaban sin decirlo más y más tiempo juntos, el saiyajin y la científica.

— Quédate un momento por favor...—

Le pidió ella aún adormilada.

— He tenido muchas pesadillas últimamente y no había podido dormir bien por eso me quedé dormida en el laboratorio...— Fue lo que a modo de explicación ella dio.

Vegeta se mentía a sí mismo cada vez no aceptando lo mucho que la hembra terrícola lo atraía. Pero toda su vida había estado solo y aprendió a no confiar.

Ahora que ella por fin había terminado con el debilucho payaso ese que había tenido de novio, se había sentido más y más seguro de acercarse a ella.

— Acabo de terminar de entrenar debo bañarme primero estoy sudado. —Comentó a modo de explicación.

— Puedes bañarte aquí...— Comentó ella aún adormilada pero él se negó.

—Mi habitación está al lado, me bañaré y regresaré, sino te has podido dormir en ese momento me quedaré un rato contigo...— fue todo lo que dijo antes de salir.

Bulma sentía su corazón latir, ella misma no sabía lo que estaba haciendo pero sentía mariposas invadir sus estómago cuando lo tenía cerca, quería conocerlo más, ver ese lado del saiyajin que nadie más sabía que existía.

Pasando unos 20 minutos él regresó, vestido con una pijama ligera de pantalón y camisa azul de dormir.
Y a pesar de de una simple pijama a él siempre todo se le veía demasiado bien.

— Hazme espacio— fue todo lo que dijo antes de meterse en la cama de la científica.

No era la primera vez que se acostaba en la misma cama que ella, anteriormente cuando ella terminó con Yamcha en forma definitiva después de tanto fue Vegeta quien a su forma la consoló.

Siempre había una distancia de una almohada entre los dos, pero estar ahí frente a frente y cubrirse con la misma manta a pesar de no tocarse seguía sintiéndose demasiado íntimo.

—Gracias— fue todo lo que la peliazul dijo.

—No te acostumbres, será solo esta vez— volvió a decir el saiyan, como cada vez que pasaba.

Y aunque no sucedía tan seguido era algo que ambos disfrutaban, eran noches sin sueños tormentosos para él y eran noches de sentirse segura y protegida para ella.

No se tocaban, ni dormían cerca solo compartían el mismo espacio de cama, pero escuchar la respiración tranquila del otro los calmaba.

Seguían sin entender lo que estaba pasando entre ellos pero ambos tenían claro que querían dejarlo fluir y ver que sucedía...

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Pequeño one shot que salió de ver este maravilloso fanart...

Siempre fantaseo en esos comienzos, tantas posibilidades y todas ellas me emocionan, ¿A ustedes no?

¿Cuéntenme que opinan?

El precioso fanart es de whirlydoodle en X.

El precioso fanart es de whirlydoodle en X

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Mil instantes junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora