Mil instantes junto a ti

~Cerezos en flor~🌸

Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Vegeta no entendía porque todo mundo en ese planeta se emocionaba con ver lo cerezos en flor, estaba harto de que todos hablaran de eso, él solo quería poder entrenar. Bulma quería que el saiyan aprendiera a apreciar los momentos ajenos a la pelea; lo llevaría prometiéndole que era un espectáculo hermoso, logrando así que salieran en una "cita" disfrazada de simplemente una actividad inofensiva.

Reservó un lugar muy exclusivo donde había un jardín repleto de cerezos, y que estaría completamente vacío, sabía cuánto odiaba el saiyan a las multitudes, tenía poco que algo en su relación normal con su huésped había cambiado haciéndolos más cercanos.

Por el momento lo que entre ellos había no tenía un título "per se", tal vez amantes sería lo más cercano pues no tenía una relación formal, y tenían tan poco tiempo de haber cruzado esa línea que aún estaba todo demasiado confuso.

Desde que aquello comenzó para el saiyan había sido algo inusual, él jamás había tenido ningún tipo de relación con mujer alguna, así que intentó ser menos brusco al dirigirse a ella.

La verdad es que le sacaba de quicio que quisiera que fueran a esa actividad, él debía seguir entrenando, aceptó ir con la condición de que fuera por la tarde así podría entrenar por la mañana.

La vio parada en la sala de su casa, la mujer era condenadamente sensual, se veía exquisita en ese diminuto vestido rojo, que para su gusto e dejaba ver demasiada piel de ella, que si bien disfrutaba admirar no quería que alguien más viera. No la había reñido ni enviado a ponerse algo más decente pues recordaba que ella prometió que estarían solo ellos dos.

— Vamos Vegeta, ¿Ya estás listo?— emocionada comentó mientras mostraba la canasta llena de cosas que llevaba para ese pequeño picnic improvisado que había hecho.

— Se nos hace tarde Vegeta— fue lo que ella con una sonrisa comentó y él silencioso la siguió.

Llegaron al lugar y su bien era fascinante ver todos aquellos árboles floreados, y entendía que era algo que podía robar el aliento de los terrícolas no era algo que lo sorprendiese tanto.

— ¿Te gusta lo que ves?— Preguntó Bulma mientras él se sentaba al lado de un árbol de Cerezos, y ella admiraba la majestuosidad de esos árboles.

— Si me gusta— Fue su seca respuesta, pero él no miraba los cerezos en flor, él la miraba a ella.

— Me gusta mucho — Fue lo que terminó de decir, ella sintió esa mirada pesada sobre ella, y conectó sus azules ojos a los negros intensos de él, sintió su corazón latir, esa mirada profunda siempre la desarmaba y le producía sensaciones intensas a la científica.

En un acto no pensado decidió sentarse encima de él, — Hay una tradición especial en la tierra para momentos así...— Decía ella con una sonrisa pícara en el rostro.

— Los besos bajos los árboles de cerezo...—

El saiyan estaba embelesado viendo esas sensuales piernas blancas pues el diminuto vestido se había corrido y mostraba su blanca piel de porcelana.

— Tienen demasiadas tradiciones absurdas— replicó en forma seca y algo disgustado.

—¿Acaso el príncipe de los saiyajines teme no estar a la altura de la tradición? — Pinchó ella su orgullo mientras sus enormes ojos azules mostraban inocencia y se mordía en labio sugerente con un dejo de picardía.

— Te voy a demostrar que no le temo a nada, simplemente estamos en un lugar muy público, no eres más que una vulgar—

La risa de ella fue toda respuesta que él recibió antes de que la sesión de cálidos besos comenzara.

Los besos subieron de todo para cuando él sintió se encontraba realmente entregado a los mismos, suaves gruñidos salían de su boca y jadeos sensuales de ella.

No sabía que pensar esa humana lo confundía, pensó que ella le exigiría portarse más como se esperaba en la tierra que fueran una pareja normal, pero era como si ella se adaptara a lo que él podía ofrecer, de pronto el día se le antojó disfrutable.

No era tonto, sabía que lo era porque ella lo hacía llevadero, — estaré los próximos días dedicado en la cámara de gravedad entrenando, no saldré de ella para nada— Comentó serio cuaneo tuvieron un respiro.

—Ya casi acabo un nuevo lote de robots y termino las nuevas adecuaciones a la cámara, dame 3 días y podrás hacerlo, valdrá la pena.

Vegeta realmente esperaba que ella se enojara y acabará abruptamente tan placentera actividad, no que quisiera él eso pero esa era la reacción que sospechaba la mujer tendría.

Otra vez lo descolocó con su reacción, — Bien esperaré entonces esos tres días— y dejó de pensar en su entrenamiento.

La vio curioso sacar de la canasta fresas y más manjares y comenzar a dárselos sensualmente en la boca.

Miró a su alrededor y sintió con su ki, estaban solos, así que permitió que ella hiciera lo que quisiese, y sonrojado se dejó dar de comer.

Pero ella en ningún momento dejó de estar a horcajadas encima suyo, a él le gustaba, podía sentir como el núcleo de la fémina encajaba en él, y sus pantalones comenzaban a engrosarse debido a la sensual sensación, aún así, parecía que ese día la actividad no pasaría de besos y caricias, lo cual estaba bien para él, a la noche en la cama terminarían lo que tenían ahora, por el momento disfrutaría de esos delicioso besos, y de la atención de la mujer.

Si le preguntan al saiyan, aún sigue sin entender la belleza de los cerezos en flor, pero en su mente quedó grabado la belleza de la terrícola quien parecía brillar mientras se sentaba sobre él y le enseñaba más de esos "besos" que jamás había dado antes y que le empezaron aparecer adictivos pues por un instante lo hicieron olvidarse del entrenamiento centrando su atención solamente en ella...

/-/-/-/

Hola a todos estaba escribiendo un capítulo de mi otro fic cuando tome un descanso y vi en X este precioso fanart y mi mente voló, espero les haya gustado este pequeño one shot, una pequeña salida en una "no cita" en sus primeros tiempos juntos.

¿Que les ha parecido?

Le fanart es de: Chubby kaijuu en X: