Romance... ♥️

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Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

La tarde resplandeciente anunciaba otro día tranquilo en la corporación, suspiró satisfecha, y sonrió para sí misma mientras disfrutaba de una deliciosa taza de té, los cálidos rayos del sol daban a la tarde un tono dorado, el verano estaba en su apogeo y a pesar de ser una fecha cálida, el clima era confortable, bajo la
sombra en la terraza; suspiró al sentir la brisa vespertina despeinar su azul cabellera

Bulma sonrió para sí misma mientras disfrutaba de ese singular momento, uno de tantos que atesoraría en su corazón.  Su marido era como un animalito arisco, salvaje, que había aprendido a vivir en la civilización pero que no estaba domesticado, más que por ella.

Con dulzura y devoción lo miraba mientras a su forma, aquel saiyajin que antaño fue un guerrero despiadado, un mercenario destructor de mundos; convertido ahora en un padre devoto que a su forma reforzaba ese lazo afecto con su descendiente, de la única forma posible que podía: Por medio de la pelea.

Han pasado tantos años desde que ella lo vio por primera vez, y mucho antes de eso; han pasado aún más tiempo desde que ella salió por primera vez en busca de aquellas míticas esferas del dragón que le cumplirían su tan anhelado sueño: Un verdadero príncipe.

¡Cuantas aventuras recorrió con la intención de lograr su cometido! Las grandes y entrañables amistades que hizo en el camino, el amor efímero e intenso de la juventud también brilló en aquellos tiempos.

Su hermosa sonrisa prevaleció en su rostro mientras continuaba viendo a su saiyan y a su hijo entrenar, a su memoria vienen los recuerdos, memorias distantes, ecos de su pasado, aventuras emocionantes que ahora parecen canciones tocadas en las arenas del tiempo.

Bulma recordó aquella canción que tarareaba y que inventó para sí misma mientras comenzaba su gran aventura en busca de las esferas del dragón, cuando como una adolescente intrépida, y emocionada, acababa de crear el radar del dragón y salió en búsqueda de las esferas del dragón. 

A su memoria llega ahora aquella hermosa y romántica melodía "Romance te puedo dar, si me enseñas con valor la verdad que hay en ti..."

La sonrisa se hizo más ancha en su rostro, el amor desbordó en su mirada y su corazón se agitó más emocionado, al darse cuenta que aún cuando nunca conjuró su deseo, este sí se hizo realidad.

Ella lanzó el reto y él llego, disfrazado de alguien más, de un ser distinto, y aunque en un inicio ese príncipe disfrazado de mercenario no lo pareció, era en definitiva su destino.

Ella abrazó con devoción ese mismo destino, sin mayor asomo de duda en cuanto su corazón le hizo saber que era él y sólo él a quien esperaba. Nunca quiso dinero o alguien mundialmente conocido, solo esperaba al hombre correcto, a aquel que aceptara con valentía su reto...

A la distancia  ahora podía saberlo con certeza... Llegó el hombre que le enseñó con valor la verdad que había en él y ella a su vez le mostró el romance y todo el amor que podía dar... El fruto de su amor estaba ahora con una gran sonrisa peleando fieramente con su amado saiyajin.

—¡Mira mamá! ¿Lo estoy haciendo muy bien no?— Trunks preguntaba emocionado mientras esquivaba los golpes de su padre.

Vegeta molesto porque su hijo no se estaba tomando con la seriedad que debía su entrenamiento lo lanzó de una patada hasta el otro extremo de la terraza — ¡Deja de estar perdiendo el tiempo Trunks! ¡No te distraigas!— Terminó de regañarlo mientras su hijo rápidamente se ponía de pie, consciente de que su padre tenía razón, así que solo rió con vergüenza y se puso nuevamente en pose de pelea para darle batalla al saiyan.

La voz de su esposo y su hijo la trajeron de vuelta completamente al presente, ella solo sonrió mientras recibía del robot que iba llegando con la bebidas energéticas y las toallas para secar el sudor para su esposo e hijo, calculaba que no tardarían más de unos minutos más antes de que terminaran y seguramente ante tanto ejercicio necesitarían ambas cosas.

Su corazón se hinchó, no cambiaría por nadie más su vida actual, todo lo que siempre anhelo tener,  lo tenía ahora al lado de su saiyan y de su amado hijo...

— No te distraigas Trunks— Volvió a escuchar el regaño de su esposo y Bulma sonrió con más amor...

Sí, su vida era perfecta.

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Espero que les haya gustado este pequeño relato, hoy estoy muy feliz y quería transmitir esa felicidad, ese amor en pareja que siento, a través de Vegeta y Bulma.

Espero les haya gustado, mi mente voló al ver esta imagen:

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Mil instantes junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora