Gabriella Hamilton estaba recostada en la cama de su habitación de hotel, agotada después de su reciente victoria en el Gran Premio. Era su primera temporada como piloto de Mercedes, y estaba emocionada de formar parte del equipo de su padre adoptivo, Lewis Hamilton. Pero ahora, todo lo que quería hacer era descansar y relajarse antes de su próximo desafío en la pista.
Justo cuando Gabriella había cerrado los ojos para tomar una siesta merecida, su teléfono comenzó a sonar. Lo agarró rápidamente y vio en la pantalla que era una llamada de Carlos Sainz, otro piloto de Fórmula 1 y buen amigo suyo.
— ¡Hola, Carlos! —contestó Gabriella con una sonrisa evidentemente en su voz—. ¿Qué pasa?
— ¡Gabriella! ¡Felicitaciones por tu victoria en el Gran Premio! —dijo Carlos emocionado—. ¡Tenemos que celebrar esta noche! Estamos pensando en ir a un bar aquí cerca. ¿Te unes?
Gabriella se puso de pie y miró por la ventana hacia el horizonte de la ciudad. Consideró la oferta de Carlos y pensó que sería divertido salir con sus amigos pilotos.
— ¡Claro que sí, Carlos! Eso suena genial. Solo déjame cambiarme y estaré lista en unos minutos —respondió Gabriella con entusiasmo.
Gabriella rápidamente se arregló y bajó al lobby del hotel, donde se encontró con Carlos, Charles Leclerc y Lando Norris. Los cuatro amigos se dirigieron hacia el bar local y se sumergieron en una noche de risas y camaradería.
Mientras estaban en el bar, Gabriella notó que Charles se había quedado callado durante un momento. Se levantó de su asiento y se dirigió a los baños del establecimiento, seguida discretamente por Gabriella, quien se preocupaba por él.
Gabriella encontró a Charles en un rincón tranquilo del baño, con la mirada perdida en el espejo.
—¿Estás bien, Charles? —preguntó Gabriella suavemente, poniendo una mano reconfortante en su hombro.
Charles levantó la vista y se encontró con los ojos preocupados de Gabriella. Un atisbo de tristeza cruzó su rostro antes de que pudiera responder.
—Estoy bien, solo estaba pensando en algunas cosas —dijo Charles, forzando una sonrisa—. No quiero arruinar la noche. Vayamos a divertirnos.
Pero antes de que Gabriella pudiera responder, la puerta del baño se abrió de golpe y Lando Norris irrumpió en la escena con una sonrisa maliciosa en el rostro.
—¡Vaya, vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? —dijo Lando, riendo mientras se acercaba a Gabriella y Charles—. ¿Estaban teniendo un momento íntimo?
Gabriella se ruborizó y se quedó sin palabras mientras Charles intentaba esconder su molestia detrás de una sonrisa forzada.
—No seas ridículo, Lando. Solo estábamos conversando —respondió Charles con calma, intentando evitar cualquier confrontación.
Gabriella sintió la tensión en el aire y decidió cambiar de tema para aliviar la situación.
—Bueno, chicos, ¿qué tal si volvemos al bar y seguimos disfrutando de la noche? —propuso Gabriella, intentando recuperar el ambiente alegre que habían tenido antes.
Los tres amigos asintieron y salieron del baño, dejando atrás el momento incómodo. Volvieron a su mesa en el bar y continuaron riendo y divirtiéndose, dejando de lado cualquier tensión pasada.
En medio de la diversión y el bullicio, Gabriella se dio cuenta de que las relaciones entre amigos siempre tendrían altibajos, pero lo importante era la conexión y el apoyo mutuo que compartían. En ese momento, ella decidió que siempre estaría allí para Carlos, Charles y Lando, sin importar lo que sucediera en sus vidas en o fuera de la pista.
La noche continuó hasta altas horas de la madrugada, llena de risas, sueños compartidos y amistad inquebrantable. Era una noche fuera de lo común, pero Gabriella sabía que esos momentos de intimidad entre amigos solo fortalecerían su vínculo y los unirían aún más en su apasionado mundo de las carreras de Fórmula 1.
A medida que avanzaba la noche, el bullicioso bar comenzó a llenarse cada vez más de fans y seguidores emocionados. Los pilotos disfrutaban de la atención y el reconocimiento, compartiendo historias de carreras y risas contagiosas.
Gabriella se emocionó al ver la pasión que despertaba en las personas y se dio cuenta de la responsabilidad que tenía como piloto representando a Mercedes y a su padre adoptivo, Lewis Hamilton. Se prometió a sí misma llevar su legado con orgullo y esforzarse cada vez más para brillar en la pista.
Mientras Gabriella compartía risas y conversaba con Carlos, Charles y Lando en una esquina del bar, una figura conocida se acercó. Era Max Verstappen, uno de los rivales de Gabriella en la pista pero también un compañero de diversión fuera de ella.
—¡Hey, chicos! ¿Qué me he perdido? —dijo Max con una sonrisa pícara mientras se unía al grupo.
—¡Max! Te perdiste el momento en el baño entre Charles y Gabriella, fue bastante divertido —bromeó Lando, recordando el incidente anterior.
Gabriella se sonrojó nuevamente, pero rápidamente cambió de tema.
—Bueno, Max, tengo que agradecerte. Tu competencia en el Gran Premio me empujó a dar lo mejor de mí. Me has hecho ser una mejor piloto.
Max sonrió con orgullo y le dio una palmada en la espalda a Gabriella.
—Eso es lo que me gusta oír, Gabriella. La competencia entre nosotros solo nos hace más fuertes. Estoy emocionada por nuestras próximas carreras.
El grupo continuó divirtiéndose, bailando y disfrutando de la noche. Los momentos íntimos entre amigos se habían olvidado, y ahora solo había risas y camaradería.
A medida que la noche avanzaba, los pilotos se dieron cuenta de que necesitaban descansar para el próximo día de entrenamiento. Se despidieron, prometiéndose encontrarse nuevamente en el próximo Gran Premio.
Gabriella regresó a su habitación de hotel, llena de gratitud y emoción. Estaba más segura que nunca de su lugar en la Fórmula 1 y listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Sabía que tenía un equipo de amigos y pilotos que la apoyarían y que estarían allí para levantarla en los momentos difíciles.
Se acostó en la cama, recordando los momentos especiales de esa noche y visualizando su próximo desafío en la pista. Con una sonrisa en su rostro, cayó en un profundo sueño, lista para enfrentar el futuro con valentía y determinación.
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La Protegida de los Pilotos --☞Charles Leclerc☜
FanfictionUna fan de Hamilton , que lo apoya desde que conoce la F1 , yendo al GP de Mexico , no espero que al solo ir su vida girara 360º. Gabriella era una apasionada fan de la Fórmula 1 que vivía en Mexico. Desde el Gran Premio de México en 2023, se convir...