La Protegida de los Pilotos --☞Charles Leclerc☜

Parte 23

Al día siguiente, ya había pasado la carrera y era lunes. Gabriella decidió salir a correr por la mañana temprano, tratando de despejar su mente y liberar parte de la tensión acumulada. Se puso un top de ejercicio ajustado que resaltaba su nueva apariencia física, mostrando los músculos tonificados de sus brazos y abdomen, y combinó con un short corto deportivo que destacaba sus curvas. 

 Mientras corría por el circuito, otros pilotos que también se encontraban entrenando en ese momento no pudieron evitar notar la nueva apariencia de Gabriella. Los murmullos de sorpresa y admiración se extendieron por todo el lugar. Algunos pilotos se mostraban impresionados por la transformación física de Gabriella, mientras que otros parecían sentirse desafiados por su presencia. 

 Entre todos los pilotos presentes, Charles era el que más se encontraba afectado por la reacción de los demás. Sus celos hacia Gabriella se intensificaban al ver cómo los demás la miraban y comentaban sobre su nueva apariencia. Para Charles, era evidente que estaba enamorado de ella, pero el enojo y la falta de comunicación entre ellos pasaban factura en su relación. 

 Sin embargo, Gabriella también estaba enfadada con Charles. Le reprochaba en silencio que no la visitara cuando estuvo en el hospital, aunque en realidad, él no tenía idea de que ella había estado allí. La situación era complicada y la comunicación entre ellos se encontraba en un callejón sin salida.

 Mientras Gabriella continuaba su carrera, Charles la observaba desde lejos, sintiendo celos y arrepentimiento al mismo tiempo. Su corazón le pedía que se acercara a ella y aclarara las cosas, pero el orgullo y la incertidumbre lo mantenían alejado. No sabía cómo romper el hielo entre ambos ni cómo arreglar las cosas.

*** 

Mientras caminaba por el pasillo del hotel, Gabriella escuchó voces conocidas al final del mismo. Al doblar la esquina, se encontró con Max, Carlos, Lando y Daniel, quienes estaban distraídos mirando un móvil. Daniel la vio y no tardó en llamar su atención.

-¡Gabriella! ¡Buenos días! -exclamó Daniel, mientras los demás se giraban para saludarla.

Gabriella correspondió a los saludos, aunque notó que había un silencio incómodo en el ambiente. ¿Qué estarían mirando en el móvil?

Daniel decidió romper el hielo.

-¿Cómo amaneció el nuevo chico de Mercedes? -preguntó, sonriendo.

Gabriella correspondió al saludo.

-Bastante bien -respondió, sin poder evitar la sonrisa ante la curiosidad de los demás-.

¿Qué están mirando ahí?

-Nada en especial -respondió Carlos, dejando el móvil a un lado-  ¿Vas al desayuno con nosotros?-

Gabriella pensó por un momento en su agenda antes de responder.

-Me encantaría, pero ya tengo planes -explicó, tratando de evitar dar demasiadas explicaciones.

-¿Qué clase de planes? -preguntó Daniel, curioso.

-Lewis me invitó a desayunar -respondió Gabriella, sin darse cuenta del efecto que sus palabras tendrían sobre los demás.

Los cuatro chicos se miraron entre sí con sorpresa y curiosidad.

-¿Qué? -preguntó Carlos, incrédulo.

-¿Lewis Hamilton te invitó a desayunar? -preguntó Max, intentando contener la risa por los pellizcos de Lando en su espalda.

Gabriella asintió, sin entender el motivo de tanta sorpresa.

 -Probablemente haya decidido pasar un desayuno tranquilo con su hija, sin ruidos ni estupideces.- comentó Carlos con una sonrisa maliciosa-Hablando de eso, ¿te gustaría que fuéramos a comer juntos más tarde?-

-Claro por que no  -dijo al cambiar de tema.

-¡Genial! - exclamo Carlos  - Te mando la ubicación al rato -  

-Dejen respirar a Gabriella, ¿está bien? -intervino Daniel- Si se animan a bajar para acompañarnos, estaremos en el restaurante.

Gabriella asintió, mientras se despedía de los chicos con una sonrisa y se dirigía hacia el ascensor. Aunque notó un silencio extraño detrás suyo, Gabriella decidió no darle demasiada importancia y simplemente se enfocó en el desayuno que había planeado con Hamilton.

Mientras las puertas del ascensor se cerraban, Gabriella creyó escuchar algunos gritos y risas por parte de los demás, pero decidió no prestarles demasiada atención. Después de todo, habría tiempo para aclarar cualquier malentendido que pudiera surgir entre ellos. Por ahora, solo quería enfocarse en su vida profesional y continuar demostrando su talento en la pista.