capitulo 3: reunión

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Elizabeth se despertó lentamente, estirando sus brazos y pierna mientras al mismo tiempo bostezaba. Miro a su esposo y lo empezó a mover ferozmente, haciendo que el se despertara.

T/N: uh... *La mira con molestia* por que hiciste eso.. *bosteza*

Elizabeth: porque quiero que te despiertes, estúpido!

T/N: uhmff... Esta bien, me voy a despertar..

Elizabeth: y mi besito de buenos días?

T/N: *la besa muy apasionadamente*

Elizabeth: *se sonroja y le devuelve el beso*

T/N: te amo, tontita~

Elizabeth: ...yo también te amo, pedazo de idiota~

Los dos se siguieron besando durante varios minutos más, Elizabeth sentía las manos de su esposo recorrer todo su cuerpo de manera cariñosa y juguetona. Pero cuando estaban por tener un mañanero, su hijo entro a la habitación con una cara de total sueño.

Sebastián: papa.. tengo hambre..

Se notaba el cansancio en su voz, sus pequeños ojos miraron a sus padres, quienes estaban muy nerviosos debido a que no esperaban que su hijo los mirará haciendole un hermano.

T/N: a-ahora voy a hacerte el desayuno.. *sonríe nerviosamente*

Sebastián sonrió y fue casi corriendo a la cama y salto a ella, ante la mirada enojada de su madre. Ella no quería que ni siquiera su hijo se subiera a la cama, Elizabeth consideraba que la cama donde ella dormía junto con su esposo era un lugar casi sagrado. Además, ella no tenía nada de ropa, al igual que T/N, debido a lo que hicieron la noche anterior.

Elizabeth: No no no! ¡¡Bajate inmediatamente!!

El pequeño se asusto mucho ante los gritos de su madre, pero las palabras de su padre lo tranquilaron un poco.

T/N: perdón pero no puedes acostarte con nosotros.. prometo que la próxima vez si te dejaré, pero solo espérame en el comedor..

Sebastián se puso triste, el quería acurrucarse junto con sus padres, pero lentamente salio de la habitación y se sentó en el comedor.

Elizabeth: quieres continuar, mí amorcito Tonto?~

T/N: si, mí amor~

Los dos tuvieron un fuerte mañanero, sin importarles si su hijo escuchaba todo. Sebastián escuchaba ruidos extraños viniendo de la habitación de sus padres, pensó que su madre estaba siendo golpeaba debido a sus gritos de "Mas fuerte! Más fuertee!! Ah! ¡AHh!"
El todavía era un niño, por lo que no entendía porque su madre gritaba de esa forma casi siempre que se quedaba a solas con su esposo, pero de un momento para otro los gritos se desvanecieron. De la habitación, saldría Elizabeth completamente sudada y jadeando, con un fuerte sonrojo en el rostro y un poco de saliva saliendo de su boca. Sus piernas temblaban, su cuerpo también. Miro a su hijo y en menos de un instante se fue corriendo hacia la cocina, porque no quería que su hijo la viera de semejante forma, aunque su hijo poco o nada le importo debido a que pensó que ella había hecho ejercicio.

Después, de la habitación salió T/N, también sudando y jadeando. Estaba sin camisa, con una remera atada a su cintura para ocultar que su pantalón estaba roto en la parte de su entrepierna. Sebastián miro a su papá y fue corriendo hacia el mientras gritaba.

Sebastián: ¡papaaa! ¡Tengo hambre, quiero una chocolatada!

T/N: e-eh.. en un ratito te haré la chocolatada..

Una esposa un poco extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora