Pero en ese momento, Jennifer detuvo su golpe justo antes de impactar. La peli azul intento calmarse, cerro los ojos unos segundos y después los abrío mientras suspiraba.
Elizabeth: ¿Eh? ¿Que pasa ahora?
Jennifer: Ay dios... Pero que estoy haciendo, deberíamos tomar algo.
Elizabeth: ¿¡Dices eso justo ahora?!
Elizabeth apretó los puños y se acercó más a su prima, aún teniendo cuidado por si su prima decía lo contrario.
Jennifer: Justo al lado de acá hay un bar, ¿Querés venir?
Elizabeth: ¿¡Que!? ¡Estás loca! ¡Cómo crees que iré a un bar justo ahora sabiendo que casi atacas a mí familia!
Minutos después..
Elizabeth y Jennifer se encontraban en un bar, la peli azul tenía una pequeña copa de vino tinto en la mano mientras que la peli verde tenía un cóctel de manzana, las dos sentadas en bancos enfrente de la barra. [T/n] y Sebastián decidieron quedarse en la heladería, sentados en un banco de afuera.
Jennifer: Wua, hace tiempo que no tomaba un vino tan exquisito. ¿Cómo ha estado mí tía..?
Elizabeth: No me menciones a esa mujer, su nombre ya no está permitido en mí vocabulario.
Jennifer se quedó callada unos segundos, antes de hablar en voz baja.
Jennifer: ¿El lo sabe?
Elizabeth: ¿Quien?
Jennifer: Tu marido. ¿El sabe todo lo que hiciste en tu cuerpo?
Elizabeth: Por supuesto, que clase de matrimonio seria si no le contase eso. Además el fue el primero en saberlo, estábamos juntos antes de todas mis cirugías.
Jennifer: Ah, pensé que se conocieron después de todo eso. Tu hijo, cuántos años tiene.
Elizabeth: Apenas tiene cinco años, nació después de que [T/n] y yo nos casamos.
Jennifer: ...¿Eran necesarias tantas cirugías?
Elizabeth: Si, eran más que necesarias. Costo una pequeña fortuna pero mírame ahora, ¡Soy la mujer perfecta! No puedo pedir más.
Jennifer: Fue fácil, ¿No? Tenías el dinero suficiente...
Elizabeth: Exacto, con todo el dinero que tengo podría comprarme más de diez Mercedes Benz.
Jennifer: Mí madre tenía que llevarme a un comedor público para poder comer..
Elizabeth: ¡Mejor agradece que no debian ponerte un tubo en la garganta para darte de comer cuando eras pequeña!
Elizabeth comenzó a reírse un poco, el alcohol en su sangre comenzando a afectarla.
Jennifer: ¿Ah si? ¡Por lo menos a vos no te dejaban sola toda la noche porque tu mama no debía vender su cuerpo para darte de comer!
Elizabeth: ¡Será mejor que cierres esa boca si no quieres que te humille delante de todas estas personas!
Jennifer: ¡Pedazo de pelotuda!
Elizabeth: ¿¡Cómo te atreves a hablarme de esa manera?!
Elizabeth golpeó la mesa del bartender y se levanto con enojo, apretando los dientes y mirando a su prima con una mirada retadora y furiosa. Jennifer se levantó con una mirada furiosa, su cuerpo tensandose mientras miraba a su prima.
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Una esposa un poco extraña
RandomCuando un chico iba a la secundaria conoció a una mujer Nerd y con problemas en las piernas. Mucho tiempo después y tras múltiples operaciones ella se ve totalmente diferente.