Al día siguiente
Elizabeth y su esposo se despertaron lentamente, ella se acurruco más en el pecho de su amado mientras bostezaba intentando no aplastar a su hijo. Elizabeth era grande y pesada, siempre terminaba aplastando a su esposo cada vez que dormían juntos. No estaban solos, puesto que su hijo Sebastián estaba durmiendo junto a ellos justo en el medio de sus padres.
Elizabeth: Amor... Despiertate, ya son las 9 de la mañana...
{t/n}: es muy temprano, déjame dormir cinco minutos más...
Elizabeth: Tenemos que ir a casa para preparar nuestras cosas, pasado mañana viajamos...
{t/n}: Ush... pues... ¿No podemos hacerlo mañana?
Elizabeth: No, es mejor hacerlo hoy y tener las cosas preparadas por si nos olvidamos algo. Además tengo que revisar que nadie se haya metido a nuestra casa a robar algo...
{t/n}: ... Bien, lo vamos a hacer hoy. Pero si quieres que me levanté primero dame un besito~
La cara de Elizabeth se tiñó de color rojo, sus mejillas ardían por el sonrojó y su respiración se agitó.
Elizabeth: ¿U-un beso? Yo.. uhm... N-no te voy a dar un beso, recuerda que nuestro hijo está aquí... A-ademas si te doy un beso te vas a poner como loco igual que anoche..
{t/n}: por lo menos un solo beso, sabés que me encanta besarte~
Elizabeth: Ush, bien! Te v-voy a dar un beso, pero solo uno... Hay que irnos a casa tonto...
Ella acerco su rostro al de su esposo y le dio un beso en los labios lleno de ternura, sus lenguas se tocaron ligeramente y los dos se sonrojaron salvajemente. Pero cuando los dos se disponían a hacer el beso mas apasionado, Elizabeth se alejo mirando hacia otro lado con las mejillas totalmente coloradas.
Elizabeth: E-eres un atrevido idiota...
{t/n}:Te amo mí amor~
Elizabeth se sonrojo aún más, si eso fuera posible. Hizo un puchero con los labios mientras golpeaba con sus manos el pecho de su esposo de manera tierna y suave.
Elizabeth: ¡De-deja de decirme esas cosas! ¡Si tu objetivo es ponerme melosa como ayer te advierto que no va a funcionar...!
{t/n} boztezo mientras envolvía uno de sus brazos alrededor del cuello de Elizabeth. Elizabeth veía la cara de su esposo de manera borrosa, porque no tenía puesto sus anteojos. Cómo dijimos en capitulos anteriores los ojos de Elizabeth son de color naranja, eran ojos de cazadora con finas pestañas y cejas verdes. Su ropa por otro lado no era nada más y nada menos que una ajustada camisa roja con pants de color negro que se ajustaban a su enorme y gordo trasero.
Finalmente los dos se levantaron junto con su pequeño hijo, quien saltaba en la cama tras la noticia de que irían a Europa un par de días.
Las grandes tetas de Elizabeth rebotaron cuando ella se levantó de la cama, se acomodo el escote de la camisa. Posteriormente los tres bajaron hacia la planta baja, lugar donde serían recibidos por Lucia y carlos
Tras irse a lavar la dientes, Elizabeth y su esposo volvieron a la habitación para guardar sus pertenencias. En eso, Elizabeth sujeto todos los mechones de su cabello y los tiro hacia atrás con la mano derecha y con la mano izquierda ato su cabello hacia atras.
Elizabeth era hermosa, era una mujer sumamente atractiva y eso asustaba a su esposo, este último bajo la mirada intentando evitar el contacto visual mientras al mismo tiempo su mirada se volvía un tanto melancólica. Se sentía afortunado de que una mujer tan hermosa y linda como lo era ahora Elizabeth estuviera con el.
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Una esposa un poco extraña
RandomCuando un chico iba a la secundaria conoció a una mujer Nerd y con problemas en las piernas. Mucho tiempo después y tras múltiples operaciones ella se ve totalmente diferente.