Heart Of Stone

Capítulo VI

—¿No puedes meterte en tus asuntos por un día aún que sea? —preguntó Emma, sin voltear a verlo.

—¿Por qué no eres tan valiente y me lo dices a la cara? —preguntó Tom.

—Por que... no —Blaise y Regulus miraban a los dos chicos hablar.

—Oigan, dejen de discutir —dijo Regulus.

—Si, parecen un matrimonio echado a la basura —dijo Blaise, a lo que Emma lo miro seria—. Me retracto.

—Reg, dile a Tom sue se vaya, por favor —dijo Emma, volteando a ver a Regulus.

—No puedo decirle que se vaya, pertenece a Slytherin, ademas, me lanzaría un Avada Kedavra.

Al escuchar esas dos ultimas palabras salir de la boca de Regulus, Emma no pudo evitar recordar lo sucedido con Tom. Así que decidió levantarse e irse de ahí.

—¿Por qué Emma se fue? —preguntó Blaise, mientras los tres chicos veían como Emma se iba de la sala común hacia su dormitorio.

—Ah de estar cansada —supuso Regulus.

Tom se quedo ahí parado, viendo a Emma, arrepintiéndose de haberla puesto contra la pared y tratado de asesinarla. Era extraño, jamás se había arrepentido de algo.

A la mañana siguiente, Emma no bajo a desayunar, no quería comer y... Enzo también estaría ahí. Extrañaba hablar con su hermano, pero ahora era él quien no quería hablar con ella.

Estuvo toda la mañana acostada en su cama tapada con las mantas, mientras leía un libro Muggle. Estaba interesante la verdad. Y así se pasaron dos horas sin que Emma se diera cuenta, había estado todo este rato leyendo.

En eso, escucha a alguien golpear la puerta, no quería que nadie entrara, así que trató de ignorarlo. Pero el llamado a su puerta aumentaba.

—¡Estoy ocupada! —grito ella, para que quien sea que este afuera no entrara y se alejara, pero no resultó ya que volvieron a llamar a la puerta.

—¡No voy a abrir, así que fuera! —los golpes llamando a la puerta se detuvieron. Pero quien estaba tocando, entro al dormitorio.

—Emma... —dijo Theo, entrando al dormitorio y cerrando la puerta detrás de el.

—¿Que haces aquí? —preguntó Emma, soltando el libro y cerrando lo delicadamente—. No quiero hablar con nadie, ya puedes irte.

—Emma, ¿que sucede? Hoy no fuiste a desayunar —dijo con tono preocupado.

—Oh, ¿ahora si te interesa hablar? —Pregunto Emma.

—ok, se que me comporte como un idiota, y no podemos ignorar que tu hermano también un poco. Pero no quería hablar contigo, porque...

—Porque acepte estudiar con Mike, ¿no? —dijo Emma, parándose frente a Theo.

—No fue por eso —dijo Theo negando.

—Entonces, ¿por qué fue? —preguntó Emma.

—Come te lo spiego? —preguntó Theo.
—¿Como te lo explico?

—Lo siento, ¿si recuerdas que no se hablar italiano? —dijo Emma.

—Olvídalo. Tu hermano no quería hablar contigo, porque se sentía horrible, creía que fallaba como hermano mayor.

—¿Que?

—Si, y ahora... ahora no habla con nadie.

—Me siento terrible, sabiendo que yo soy la culpable de que el no quiera hablar con nadie ahora. Debería ir a hablar con el.