Capítulo XIV

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Habían pasado dos meses luego de que los chicos y Emma hayan tenido aquel momento con Mike, donde todos se desquitaron por ser una mierda. Porque lo era. Luego de eso, Emma sufrió bullying por los rumores falsos de Mike, todos le creían por el simple hecho de ser Ravenclaw. «Es Ravenclaw, los Ravenclaw son buenos». Error, no todos son buenos. No depende de su casa si es que son buenas personas o no. ¿Cómo era posible que él estuviera en Ravenclaw? No tenía una pizca de inteligente, mucho menos de alguien gentil y amable como todos creen. Este es realmente el "Las apariencias engañan", y Emma ya lo tenía claro.

Los rumores acabaron cuando una chica entró un día en el gran comedor, yendo hacia su casa: Gryffindor, contándoles lo que escuchó de dos chicos saliendo de un salón.

—No saben lo que ocurrió —dijo la chica, hablando alto para que todos la escucharan y se enteraran.

—¿Qué pasó? —preguntó un chico Hufflepuff, queriéndo saber más. La chica miro a Emma y luego a Mike. 

—Los que quieran saber, síganme afuera —la chica salió del gran comedor y todos la siguieron, incluyendo a Emma y a los chicos. Pues se habían dado cuenta de que trataba de ella y Mike por las miradas que lanzó la chica, pero no sabían si era otro rumor falso o si esta vez era real.

—Ya dinos, Chloe —dijo un amigo de la chica.

—¿Recuerdan el rumor sobre Mike y Emma que empezó hace dos semanas? —preguntó a todos los que estaban ahí.

—¿Quién no va a olvidar semejante cosa que hizo esa sucia? Ahora entiendo por qué está en Slytherin —dijo un chico, a lo que algunos rieron.

—Oye, idiota —dijo Enzo—. Controla tu lenguaje, a mi hermana no le faltas el respeto. 

—Bueno, como sea —continuó la chica—. Escuché a dos chicos Slytherin ayer saliendo de Aritmancia, estaban hablando sobre Mike y Emma. Y aquí se desmiente todo, en realidad Mike abusó de Emma. Jamás tuvieron relaciones. 

Todos quedaron boquiabiertos, incluyendo a los chicos. Finalmente todos sabían la verdad. El rumor había acabado y a Mike lo expulsaron, no querían que tuviera la misma conducta con más chicas. Al tiempo después, los chicos y varias personas más se enteraron de que Emma no fue la primera que pasó por eso. Varias chicas de las cuatro casas habían tenido la misma situación con el mismo chico. Algunas aún seguían traumadas, otras si llegaron a ser violadas por él. 

Todo se sentía mejor para todas esas chicas con Mike lejos, sabiendo que no lo volverían a ver jamás. A menos que tengan muy mala suerte y se lo encuentren en el mundo Muggle. Hoy, Emma se encontraba en su dormitorio, Tom y los chicos estaban ahí también, se juntaron nuevamente a Jugar el juego de mesa. Tom sólo miraba. Esta vez Theo no estaba, ya que se fue con una chica a Hogsmade. Pero si estaba Blaise y Draco. Mattheo usaba la pieza roja, como siempre. Draco usaba la pieza verde, Blaise la naranja, Regulus la morada, Enzo la amarilla y Emma la azul. Casi todos usaban el mismo color que usaron la vez que se quedaron a dormir con Emma.

Esta vez, Mattheo era quien iba ganando. Regulus tenía menos dinero que todos, pero sorprendentemente el primero en perder fue Draco, quién se enojó y del enojó se cayó de la cama quedando sentado en el suelo. Emma no era el banco esta vez, ahora Regulus lo era. Luego de Draco, perdió Enzo y luego Blaise. Sólo quedaban Regulus, Emma y Mattheo. Regulus perdió, por lo que dejaron a Emma de banco porque a Mattheo no se le daba muy bien eso. 

—¡Victoria! —dijo Mattheo, luego de ganarle a Emma y a todos por primera vez—. Te dije que te ganaría. Valió la pena jugar cada vez que ustedes también jugaban. Sólo fueron mas de treinta partidas que perdí.

—¿Sabes? No me sorprende que hayas ganado —dijo Emma—. Se te da bien este juego.

Mattheo estab muy feliz, al fin había ganado. Siempre era Emma o Enzo quienes ganaban, algunas veces Regulus o Draco si es que Draco jugaba. Todos se fueron luego de un rato, ya que tenían planes. Tom estaba por irse, pero Emma lo detuvo, sosteniéndolo del brazo.

—¿Tienes planes? —preguntó, mientras él se acercaba a ella para que ella no tuviera que jalar de su brazo todo el tiempo.

—No, sólo pensaba leer un poco —dijo él. La verdad no tenía mucho que hacer.

—¿Te gustaría ir a Hogsmade conmigo? Podríamos tomar una cerveza de mantequilla, tengo dinero suficiente —dijo Emma, una sonrisa quería escapar del rostro de Tom, pero se contuvo y asintió.

Ambos caminaban por Hogsmade, viendo las tiendas y las nuevas cosas que pusieron estas. Pasaron por Honeydukes, habían varios dulces extrañamente llamativos y deliciosos. Se llevaron algunos para compartir. Luego, se fueron a las tres escobas a tomar una cerveza de mantequilla.

—¿Si te gusta la cerveza de mantequilla? —preguntó Emma—. Quiero decir, no sé si alguna vez has venido o si alguna vez has tomado.

—La verdad, no soy muy fan de la cerveza de mantequilla, pero me gusta, es... deliciosa —dijo mientras la miraba a los ojos. Cada vez que los veía caía en ellos y se hundía sin saber como salir.

—Espero que esta salida te esté gustando —dijo Emma—. No soy mucho de invitar a personas a salir a pasear mas que a mi hermano. Pero por mi parte, este día está siendo más divertido.

—Oh, claro que me está gustando esta salida —dijo Tom, quien ya estaba acabándose la cerveza.

—No lo sabía. Es que jamás te he visto salir del castillo —dijo Emma.

—Bueno, siento que lo de visitar un pueblito es muy Muggle de parte de Hogwarts, pero me invitaste y no podía decir que no. Aún que debo admitir que no está mal del todo venir a Hogsmade.

Hubo un silencio entre ambos, ninguno sabía que decir. Había una pequeña tensión en el aire, pero ambos la ignoraron. Ambos se terminaron las cervezas y cuando Emma iba a pagar, Tom se ofreció a hacerlo, ahí se rompió su silencio.

—¿Por qué vas a pagarlas? Se supone que yo te invité —dijo Emma.

—No quiero que gastes tu dinero en mi —dijo Tom. 

—Pero quiero gastarlo —dijo Emma, tratando de hacer que no pagara.

—No deberías gastar dinero por qué si, podrías usarlo más adelante —dijo, finalmente entregando el dinero. Ambos se fueron y volvieron al castillo ya que estaba haciendo frío. Entraron en el dormitorio de Emma para seguir conversando. 

—Tom, yo si quería gastar ese dinero —dijo Emma. 

—Pero no era necesario, además, tu pagaste los dulces, yo pagué las cervezas —dijo Tom. 

—Pero yo fui quién te invito a salir, no tenías que pagar —dijo Emma.

—¿Por qué sigues? De todos modos ya pagué —dijo Tom, ambos se sentaron en la cama de Emma. 

—Porque... si —dijo ella.

—Esa no es una respuesta, niña —esa era la forma en la que Tom llamaba a Emma a veces por cariño, otras veces para molestar. 

—Si es una respuesta, confórmate con eso —dijo ella.

—Me conformaré con eso, cuando dejes de hablar sobre que yo pagué —dijo él. 

—Está bien —dijo Emma, mientras se acostaba en su cama, cansada de pasear tanto.

—Fue divertido, deberíamos hacerlo de nuevo —sugirió Tom. Eso sorprendió a Emma, ya que sabía que Tom no era de salir mucho del castillo, lo que significaba que realmente se había divertido con ella. 

—Creo que tienes razón, deberíamos salir de nuevo —dijo ella, con sus manos detrás de su cabeza y mirando el techo de su dormitorio. Tom se acostó al compás de Emma.

—Estos dos meses han sido super rápidos, pareciera que ayer era cuando me molestabas y yo me enojaba contigo —dijo él, recordando. 

—Todavía recuerdo cuando estuviste a punto de matarme, me asusté bastante esa vez —dijo Emma.

—No hables de eso, me arrepiento demasiado de haber querido asesinarte —dijo Tom, ese recuerdo se había borrado de su mente, hasta ahora que Emma lo mencionó. 

—... ¿Todavía sientes algo por mi? —preguntó Emma, volteando su cuello para verlo. Tom se limito a verla también, ambos hicieron contacto visual, hasta que Tom finalmente habló. 

—Parecería muy raro de mi parte, pero aún siento lo mismo que he sentido por ti todo este tiempo —dijo Tom—. Creo que eso fue lo que me impulsó a ayudarte con lo de Mike, y el por qué acepte ir contigo a Hogsmade. 

—Y también el por qué pagaste las cervezas —dijo Emma, con la intención de molestarlo. 

—Ya vas a seguir —ambos rieron bajo. Su contacto visual volvió a ellos. 

—¿Qué pasaría, si te dijera que... ahora el sentimiento que tienes por mi y has tenido desde hace un tiempo, se está volviendo mutuo? —preguntó Emma, perdiéndose en la mirada de Tom. 

—¿Quieres decir, que ahora sientes algo por mi? —la respuesta era muy obvia, pero Tom quería tenerlo bastante claro. Emma se sentó y miró a Tom acostado. Ambos quedaron en silencio, mirándose sin decir nada. Ella volvió a acostarse, esta vez apoyada con el codo. Su mano acarició la mejilla de ella, y ella guió su mano a su cuello, acercándolo para juntar sus labios en un beso. 

Finalmente había sucedido, lo que Tom llevaba esperando desde que supo lo que sentía por aquella chica. No sabía que era exactamente lo que lo había enamorado, pero sabía que la quería y que daría cualquier cosa por ella, incluso si tuviera que ser su vida. Ambos siguieron el beso hasta que se separaron para tomar aire, sus rostros sonrojados, ambos sonreían. Hace tiempo que Emma no veía sonreír a Tom, y sabía que era porque el se contenía, pero ahora que no había nadie, podía hacerlo sin preocupaciones.

—¿Eso responde a tu pregunta? —dijo Emma, mientras ahora ella acariciaba su cuello delicadamente.

—No lo sé, creo que deberías darme otro para dejarlo más claro —luego de decir eso, Tom acercó a Emma y la besó nuevamente. Luego de una larga sesión de besos, ambos terminaron abrazados. Emma tenía su cabeza en el pecho de Tom, mientras él le acariciaba el cabello. 

—Eso fue...

—Increíble —continuó Tom la frase de Emma, aún acariciando su cabello. Ambos estaban pensativos. 

—Tommy —dijo Emma—. Lo siento, quiero decir, Tom.

—Dime, linda —dijo él, provocando sentir mariposas en Emma—. No hay problema que me digas Tommy, pero no le digas a nadie que te dije esto.

—Está bien —respondió ella—. ¿Tu crees que, será muy pronto para...?

—¿Para qué? —preguntó, mientras su mano bajaba para acariciar la mejilla de Emma. Emma se levantó y quedó ahora al lado de Tom.

—Formalizar algo —dijo, se notaba que estaba nerviosa—. Quiero decir, ser pareja. Pero, no quiero que pienses que voy muy rápido y que todo termine mal.

—Está bien —dijo Tom—. Me encantaría formalizar algo mas allá de una amistad contigo. Y, créeme que no terminará mal, porque yo si se cuidarte como la dama que eres.

Ambos sonrieron y volvieron a besarse. Estaban muy felices de lo que pasó, ese fue el mejor día para ambos. Semanas luego de eso, le contaron a sus amigos. Enzo al inicio no lo tomó muy bien, pero al ver que su hermana era realmente feliz, lo dejo pasar. Claro que le avisó a Tom que si llegaba a hacerla sentir mal, haría que lo expulsaran como a Mike. 

Todos continuaron de lo mejor, Enzo empezó a salir con una chica de Ravenclaw, quién también había sufrido de abusos de parte de Mike. Enzo la trataba como una reina. Ella y Emma se llevaron super bien de inmediato, tenían demasiadas cosas en común, se convirtieron en buenas amigas. Regulus también empezó a salir con alguien, pero no supieron nada hasta el último año, cuando los dos se habían vuelto a ver y la chica le plantó un beso en los labios. Ella era de Hufflepuff, todos sabían que Regulus tenía una debilidad por las Hufflepuff. 

Emma y Tom terminaron Hogwarts juntos, y luego de unos años formaron una familia con dos hijos. Eran un niño y una niña, el niño era el mayor, de seis años, se llamaba Wylder. La niña apenas tenía unos meses, y se llamaba Harriet. Ambos amaban mucho a sus hijos. Se habían ido a vivir al norte, cerca de Enzo. Emma y Enzo se veían muy seguido, a veces él y su prometida iban a visitarlos o iban a cenar juntos para ponerse al día. Enzo y su mujer no podían tener hijos, por lo que adoptaron a un pequeño de cuatro años. Era muy revoltoso, igual que Enzo a su edad. El pequeño se llamaba Jasper. 

Además de verse seguido con Enzo, también se veían seguido con los demás, como Regulus, Draco, Blaise, Mattheo y Theodore. Casi todos tenían hijos, menos Mattheo, ya que ha tenido muchas parejas, pero con ninguna ha resultado, hasta ahora, ambos esperaban a un bebé, o mas bien dicho dos, ya que eran gemelos. 

Todos habían crecido demasiado, Tom y Emma estaban en un matrimonio de cuatro años. Del grupo eran los únicos casados, los demás estaban comprometidos o sólo en una relación. Pero fuera de eso, todos estaban felices con sus vidas. 



Fin.


Espero que esta historia les haya gustado bastante, estoy pensando en hacer una segunda parte donde serán los hijos los protagonistas. Pero eso lo  iré viendo, mientras tanto aquí llega esta historia. Adiós :)

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