Heart Of Stone

Capítulo VIII

A la mañana siguiente, Emma se despertó lista para desayunar. Se baño, se vistió, ordeno su cuarto, abrió las persianas y la ventana. Mientras hacía la cama, Regulus entró en su dormitorio sin tocar, como siempre.

—¿Lista para...? Wow —no alcanzó a terminar la pregunta, ya que se sorprendió al verte con todo ordenado—. ¿Qué sucedió? Ahora se ve el suelo.

—No seas idiota —dijo Emma, luego de terminar de colocar la almohada en su cama hecha.

—¿Por qué de la nada se te subió el ánimo? —Regulus se quedó pensando unos segundos, Emma no había respondido a su pregunta—. ¿Tiene que ver con Pierce?

—Tal vez, o quizás no... ¿quien sabe? —dijo Emma tratando de confundir a su amigo, cosa que no le funcionó.

—Ya se que trata de Pierce —dijo el—. Quiero que me lo digas a detalle.

—¿Que te hace pensar que fue Mike?

—Ayer llegaste tarde a tu dormitorio, además tu cambio de humor de la nada no es por cualquier cosa.

—Okay, te aviso que Mike no es lo único que le cambió el humor, también lo hizo Enzo. Arreglamos las cosas, o eso creo, y eso me pone bien.

—¡Perfecto! Ahora quiero que me hables sobre Pierce.

—Se llama Mike —dijo Emma, volteando a ver a su amigo luego de ordenar su escritorio.

—Uy, hasta lo defiendes. Este hombre dentro de poco te tendrá de rodillas ante él —se arrepintió de haber dicho eso, luego de que Emma lo golpeara con una almohada—. No me refería a eso, malpensada.

—De todos modos, ningún hombre le va a tener jamás de rodillas —dijo ella, aclarando las cosas.

—Entiendo, no era para que te enojaras.

—Ya mejor bajemos a desayunar, tengo hambre y no quiero seguir hablando de esto.

—Como quiera la señora.

—Señora no soy.

—A menos que estés casada.

—¿Y estoy casada? No, así que no me digas señora.

—Perdón, señorita.

—Solo vámonos.

—Bien.

Ambos salieron del dormitorio, topándose con Enzo y Theo, quien estaba medio dormido aún. Todos juntos bajaron al gran comedor, desayunaron y disfrutaron. Al salir, Emma busco a Mike con la mirada, y al encontrarlo fue con el.

—¿Y esta que? —preguntó Draco, quien estaba con Blaise, Enzo y Regulus.

—De seguro fue a hablar con Pierce —respondió Regulus a Draco.

—¿Pierce? —preguntó él.

—Larga historia, Draco.

—Esperen, ¿Blaise también sabe? —preguntó impactado—. ¿Como es que él sabe y yo no?

—Dejemos el asunto de lado, vámonos —dijo Enzo mientras empujaba a Draco para irse, quien seguía insistiendo y preguntando cómo era posible que Blaise supiera antes que él.

Emma caminaba hacia Mike, quien estaba cruzando la puerta del gran comedor para salir, luego se percató de que ella caminaba hacia él y luego ambos caminaron hacia el otro con una sonrisa.

—Hola —dijeron al unísono, cosa que hizo que apareciera un leve tono rosa en las mejillas de ambos.

—Yo, ah... olvidé preguntarte ayer —dijo Emma, tratando de sonar normal y no nerviosa—, ¿a qué hora serán las "clases"?