La maldición de la Reina Malvada finalizo, después de veintiocho años le venda que cegó a todo Storybrooke al fin se había quitado y todo gracias a La Salvadora. Todos los personajes de los cuentos clásicos se reunieron con sus familias y gozan de s...
Este capitulo tratara sobre Devin y como es su vida en la isla.
La realidad es que yo si lo considero importante para la trama de la historia, pero si lo desean pueden salteárselo ya que trata sobre temas sensibles como por ejemplo: acoso, abuso sexual, buscar aprobación desesperadamente y menores de edad en condiciones inhumanas.
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D E V I N
Espero que no me encuentre en una situación delicada. Estaba buscando armas para el entrenamiento de mi tropa cuando, por accidente, escuché una conversación entre Félix y Pan, donde mencionaron a Kira y la posibilidad de un amor verdadero. Tengo la teoría y la certeza de que se trata de la misma Kira de Storybrooke. No escuché más allá de eso, pero necesito averiguar si esa chica está en la isla. Opté por acercarme a uno de los grupos de espionaje, ya que tengo poco conocimiento de la presencia de los intrusos. Inicialmente, como todos, pensé que se trataba de piratas, especialmente después de haber avistado hace unos días el barco del Capitán Garfio; pero esta conversación me hace dudar.
-"Chicos" –Salude con un asentimiento de cabeza, es la única muestra de cortesía que encontraras por estos lados. –"¿Qué saben sobre los intrusos?"
-"¿Qué recibimos a cambio?"–Sí, así es como funcionan las cosas por aquí, todo se obtiene mediante el truque. –"Que sea algo bueno"
Negociar con ellos siempre es complicado, siempre aspiran a querer todo de uno y honestamente no puedo culparlos, yo soy exactamente igual que ellos, lo era en aquella pequeña ciudad (Kira me enseño todo lo que sé sobre defensa personal, robo y engaño) y lo soy en esta mágica isla. Estoy pensando las pertenencias de valor que poseo y que podría de interesarles. Pero sé que ninguna de ellas serviría, son cosas de mi línea temporal que no creo que sean realmente útiles para ellos que tienen la edad de dieciséis desde el año mil quinientos.
-"Haznos una mamada a cada uno" –Mi cuerpo se tenso por completo, no es la primera vez que la misma tropa me pide eso, esta vez hablo un chico llamado Juan. Mire con horror a los cuatro chicos, quiero que me digan que es una broma, pero sus caras reflejan seriedad, están hablando en serio. –"Pero si prefieres la parte trasera, no me quejo"
Iba a retroceder pero alguien se posiciono en mi espalda y poso sus manos en mi cintura, distinguí la cicatriz en el brazo izquierdo, sin dudas pertenecen a Miguel. Desde que llegue aquí estos muchachos me molestan por lo mismo, sostienen que soy pequeño y tengo unas curvas de mujer, casi siempre insisten en que pasen una noche con ellos; jamás lo hare. Nunca en mi vida he podido conciliar bien el sueño, cuando estaba en el parque dormía en lo que cabe, bien, porque Kira solía quedarse despierta para protegerme de aquellos que intentaban dañarme; pero ahora, no puedo dormir una hora seguida ya sea por los llantos ajenos y propios, o algunos niños que me molestan con comentarios como los anteriores. Necesito que me tomen en serio, ¡Pan comenzó a hacerlo! ¿Por qué ellos no pueden? Incluso me asigno a unos cuantos niños y además me otorgo el privilegio de ser el entrenador del creyente verdadero.
