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Tal y como Taehyung se había propuesto, apenas encontró a Jimin entre las nubes cuando ya era de noche comenzó a hacerle preguntas al contrario que lo dejaron algo desorientado.

—¿Por qué hay seres como nosotros pero vestidos de negro?

—Uu... es cierto —Jimin lleva una mano a su rostro y la desliza sobre este porque veía venir una extensa charla —no te acerques a ellos, ¿sí?

—Es inevitable que me relacione con ellos si vienen a por mi humano.

—Por Dios, qué seres más insoportables.

—¿Qué debería hacer?

—Ignóralos y mantén la conexión con tu humano para que te haga más caso a ti.

—Pero quiero saber qué son.

—Son malos, así que hazme caso y no te acerques a ellos.

—No parecen tan malos.

—¿Cuánto has hablado con alguno de ellos?

—Mmm... solo un poco —confiesa apartando su mirada —no sabía que estaba mal.

—No está mal que hables con ellos, lo que está mal es que les hagas caso porque también intentarán provocar que tú hagas cosas malas.

—¿Pero y si solo hago preguntas?

—¿A quién?

—A uno de ellos.

—No lo hagas, también van a mentirte así que si tienes dudas mejor pregúntame a mi.

—Pero tú no puedes resolver mis dudas sobre el sitio rojo —le recuerda ya que en realidad ningún ángel sabía la verdad sobre aquello más allá de lo que se transmitiese de boca en boca.

—Ni siquiera deberías tener curiosidad por ese sitio —Jimin automáticamente bajó su voz.

—Pero me da curiosidad todo.

—Por favor no trates de saber más de ese sitio.

Taehyung simplemente asintió aunque sabía que no iba a cumplirlo. Después de todo, un par de preguntas no supondrían ningún mal.

—Tengo más preguntas.

—¿Sobre qué?

—¿Qué es el sexo?

Jimin estaba seguro de que si siguiese vivo se habría ahogado con su propia saliva en ese instante.

—Es algo que... que hacen los vivos para tener hijos y que la especie perdure —aclara tratando de ser lo más científico posible.

—¿Es algo que yo pueda hacer?

—No, ninguno de nosotros puede porque ahora ya se considera pecado.

—Ou... —Taehyung no terminó de entender por qué un acto que entre los humanos estaba bien era algo prohibido en el cielo, pero tampoco quería averiguarlo por el momento.

—¿Ha sido ese tipo el que te ha mencionado eso cierto?

—Ajá —asiente sin saber que aquello solo haría que Jimin se espantase aún más.

—No lo has tocado o algo así, ¿cierto?

—No me deja.

—¡¿Cómo que no te deja?! ¡Se supone que tú mismo no debes querer hacerlo! —exclama más bien regañándolo.

—¿Pero por qué no puedo?

—¿Sabes qué? No tengo paciencia para esto —niega y agarra su mano para guiarlo —no me puedo creer que te hayan mandado a la Tierra a cuidar de un adolescente cuando no recuerdas nada de la vida y ni siquiera sabes cómo funciona todo aquí —se queja en voz alta llevando a Taehyung a una especie de sala de nubes que nunca había visto.

El menor se quedó mirando las "paredes" donde había numerosos carteles con cosas que no llegó a entender.

—¿Qué hacemos aquí?

—Será mejor que vayas a clases.

—¿Clases?

Jimin en verdad se sorprendió de que Taehyung no recordase ni algo tan simple por lo que absolutamente todos los niños debían pasar.

—Sí, es un sitio donde van a resolver muchas de tus dudas y a enseñarte muchas cosas sobre el cielo.

El menor no parecía del todo convencido por aquello. No iba a quejarse puesto que quería aprender, pero una parte de sí mismo quería que quien le enseñase fuera el demonio que andaba tratando de fastidiar a su humano.

• • •

Taehyung y Jungkook no volvieron a cruzarse hasta una semana después y más bien fue por casualidad, ya que el angelito no tenía razón para bajar a la Tierra más que el aburrimiento.

Apenas se estaba acercando pudo divisar a Jungkook sentado en las escaleras de incendios con su cabeza apoyada en la pared y viendo al adolescente a través de la ventana con una expresión algo deprimida.

—Esto... ¿te encuentras bien?

Jungkook lo mira de reojo y al momento se incorpora y cambia su expresión.

—¿Qué haces aquí? No he hecho nada malo.

—Solo me aburría.

—¿No se supone que solo puedes venir cuando tu humano te necesite?

Taehyung seguía impresionado porque Jungkook conociese mucho más de sus propias normas que él mismo.

—Puedo venir sin motivo solamente por el día... a no ser que me pongan alguna restricción.

—Ajá —Jungkook entonces volvió a su posición inicial.

—¿Entonces todo bien?

—Sí, solo estaba recordando algunas cosas.

Taehyung se sentó unos peldaños más arriba en la escalera.

—Me gustaría proponerte una cosa.

—No hagas pactos con demonios —dice el contrario directamente.

Aunque en su verdadera naturaleza hubiese estado que todo siguiese adelante y poder sacar provecho de aquello, una parte de sí mismo sentía lástima por la extrema inocencia de Taehyung.

—Voy a decirlo igualmente porque quiero saber tu opinión.

Jungkook soltó una risita amarga porque si se tratase de alguien con aún peores intenciones, Taehyung ya estaría encerrado y a punto de ser desterrado del cielo.

—Entonces dime.

—Jimin quiere que vaya a clases para aprender todo lo que necesito sobre el cielo.

—¿Y a mi qué?

—Yo no quiero ir a esas clases. Apenas he estado en dos y son muuuuy aburridas. Además, siento que me ponen un filtro y que no termino de conocer las cosas como en verdad son, aparte de las normas digo —al no obtener respuesta, optó por seguir hablando —por eso me gustaría que me enseñases tú.

Jungkook abrió los ojos de par en par y luego comenzó a reír porque era simplemente ridículo que Taehyung prefiriese ser ayudado por un demonio antes que por otro ángel.

—Está bien —accede manteniendo una sonrisa ladina —no molestaré a tu humano y también te enseñaré lo que me pidas pero a cambio...

—¿Qué quieres?

—No puedes hablar con más demonios a no ser que yo te lo diga. No confíes en nadie más y hazme caso solo a mi, ¿sí?

Taehyung accedió fácilmente con una sonrisa. No parecía un trato tan malo.

En cambio Jungkook por fin había conseguido un angelito con quien jugar.

Angel & Demon «KookTae» {AU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora