Angel & Demon «KookTae» {AU}

12

Taehyung ansiaba cada segundo de su vida que llegase la noche para poder correr, literalmente a los brazos de Jungkook.

Aquella idea de usar la sábana sin duda había sido lo mejor que se le había ocurrido y ahora no podía dejar de querer tocar al demonio constantemente.

Además se habían acostumbrado un poco, aunque no dejaba de ser increíble e incluso se había sentado en el regazo de Jungkook, tal y como estaba ahora mientras miraba sus ojos oscuros y brillantes.

—Angelito.

—¿Sí?

—¿Recuerdas si cuando estabas vivo fuiste novio de alguien?

—No estoy seguro pero asumo que no... he sido capaz de recordar a mis amigos y no recuerdo haber hecho con nadie algo como contigo, ni siquiera haber sentido algo parecido. Así que si a estas alturas no he recordado nada prefiero asumir que nunca he tenido pareja.

Jungkook esboza una sonrisa ladina que en verdad estaba cargada de satisfacción al saber que sería todas las primeras veces del ángel.

—No puedo decirte lo mismo, cariño.

—¿Has tenido muchas parejas?

—No tantas, también morí joven —le recuerda echándose un poco hacia atrás y apoyándose sobre sus palmas, obteniendo así una mejor vista del chico sentado ahorcajadas sobre la sábana colocada en su regazo hasta su pecho y cubriendo sus piernas —eres tan guapo.

—Gracias —susurra apartando la mirada avergonzado, aunque pronto vuelve a mirarlo.

—Quiero intentar algo.

—¿El qué?

—Es un secreto —se mueve un poco haciendo que Taehyung se levantase al entender la indirecta —¿confías en mi?

—Claro que si.

—No deberías confiar en un demonio —le recuerda poniéndose en pie e indicándole que se sentase donde anteriormente estaba él.

—Pero no eres un demonio cualquiera, eres mi demonio —le recuerda sentándose y manteniendo una sonrisa.

—En verdad me tienes loco —niega Jungkook estirando la sábana entre sus manos —cierra los ojos —el ángel al momento siguió la indicación.

Jungkook colocó la sábana sobre el cuerpo de Taehyung de manera que lo cubriese todo como si un disfraz de fantasma se tratase.

Posteriormente, sujeta sus hombros con firmeza y lo mira unos segundos antes de acercarse a su rostro y besar sus labios sobre la sábana.

Ambos sintieron una explosión cargada de cosquillas en su estómago y estaban seguros de que si estuviesen vivos su corazón estarían a punto de salir de su pecho.

Jungkook no entendió como era posible que después de tantos besos que ya había dado, ni uno le hubiese hecho sentir como estaba sintiéndose ahora, como todo un manojo de nervios que no quería más que volver a repetir aquello.

No obstante cuando se separó apartó la sábana porque necesitaba ver los ojos ajenos.

Ni siquiera alcanzó a preguntar cuando Taehyung lo interrumpió.

—Por favor, hazlo de nuevo —pide y al momento se relame los labios —no sé exactamente qué ha pasado pero me siento tan feliz ahora.

Jungkook esbozó una gran sonrisa que hizo a sus ojos volverse dos finas líneas.

No podía haber recibido mejor respuesta que aquella.

De nuevo situó la sábana como anteriormente y juntó los labios de ambos, esta vez alargando el contacto y haciendo un gran esfuerzo porque solo fuera aquello.

Esta vez es Taehyung quien quita la sábana para mirarlo.

—¿A esto te referías cuando dijiste que querías besarme?

—Ajá.

—¿Así lo sienten los humanos que he visto hacerlo?

—En realidad es mucho mejor sin sábana porque podría usar mi lengua —explica haciendo que el contrario asintiese curioso.

—¿Entonces podría hacer algo así con otro ángel?

—¡¿Qué?! ¡Ni se te ocurra!

—¿También hoy a convertirme en polvo si lo hago?

—No, pero es algo que solo debemos hacer entre tú y yo porque somos pareja.

—Entiendo... ¿podemos repetirlo?

Jungkook soltó una risita de satisfacción al ver que al contrario le había gustado tanto aquel contacto.

Y de nuevo dieron comienzo al tercer beso hasta que Taehyung quitó la sábana.

—Oye, ahora que tenemos la sábana, ¿puedo tocar tus abdominales?

—A veces me pregunto si en verdad sabes mucho más de lo que parece y simplemente te haces el tonto —ríe mientras se alza la camisa con una mano como una clara afirmación.

—En serio me da curiosidad —se explica porque realmente no sabía más allá de lo que le enseñaba.

Cuando vio la piel al descubierto, se hizo dueño de la tela cubriendo su mano y con cuidado pasó su dedo sobre una de las leves hendiduras, aunque apenas apretó un poco más se dio cuenta de que la zona estaba dura.

—¿Qué tal?

—Es curioso... ¿habrá ángeles que también tengan esto?

—Si murieron con ellos entonces sí.

—¿Jimin tendrá?

—Ni se te ocurra —se queja Jungkook frunciendo levemente el ceño —ya sé que solo es curiosidad pero cualquier cosa que quieras descubrir del cuerpo, tienes que recurrir a mi, ¿entiendes?

—Entiendo.

—¿Pero entiendes por qué?

—No —Jungkook llevó su mano libre a su cara para restregar esta en su rostro.

—Se me olvida que eres un virgen con cero atracción sexual.

—¡Oye! —Taehyung no sabía si lo que le había dicho era bueno o malo pero por el tono asumió que era algo ofensivo. Alzó la vista a sus ojos con el ceño fruncido y apartó su mano.

—No la apartes.

—¿Por qué?

—Porque me gustan tus manos sobre mi.

Taehyung suelta una risita y esta vez apoya la palma entera sobre el abdomen, dejando una leve caricia.

—¿Por qué no puedo saciar mi curiosidad con Jimin?

—Porque me harías daño si lo haces —el ángel puso una expresión de preocupación ante la idea de lastimarlo —aquí —esta vez señala su pecho donde estaría su corazón —me sentiría triste si sintieses la curiosidad de experimentar y descubrir con alguien que no sea yo.

—Pero yo quiero descubrir el mundo contigo —le recuerda en un susurro haciendo que Jungkook quedase pillado por un momento.

Taehyung le decía cosas tan bonitas sin darse cuenta.

Bajó su camiseta y se detuvo el tiempo necesario para situar la sábana entre ambos y abrazarlo. A veces era una molestia no poder hacer las cosas por impulso, pero mejor era eso que nada.

—Te enseñaré todo lo que podamos, no quiero perjudicarte.

—Ajá —Taehyung recostó su cabeza en el hombro ajeno y suspiró relajado.

—¿Recuerdas cuando te dije que quería hacerte todo mío?

—Si.

—Lo siento, lo decía con malas intenciones.

—Está bien.

—No puedes ser así de bueno.

—Pero soy un ángel —le recuerda soltando una risita.

—Incluso con eso eres demasiado bueno.

—Si tú lo dices —y Jungkook lo separó un poco solo para poder mirarlo a los ojos aún manteniéndolo entre sus brazos, ambos con una sonrisa en la cara.