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Aunque Taehyung sabía que lo más efectivo sería volver al cielo, no lo hizo.

Jungkook era lo único que ocupaba su cabeza mientras caminaba por la desconocidas calles de Busan y todo de él estaba deseando volver con el demonio, pero primero debía calmar sus pensamientos.

El pelinegro había hecho algo horrible, considerada una de las peores cosas en el cielo y necesitaba ser consciente y recordarlo, pero por otro lado sabía que no podía hacer nada.

Le hubiese encantado pedirle consejo a Jimin, pero sabía que apenas mencionase el tema volverían a prohibirle bajar a la tierra durante un tiempo.

Sentía que su situación no era nada justa, ni siquiera era dueño de su propia existencia y aquello comenzaba a ahogarlo.

Que estuviese planteándose hacer algún acto malo para que lo expulsasen del cielo y así estar con Jungkook fue la gota que colmó el vaso y una clara señal de que lo que verdaderamente quería era estar con él sin importar su naturaleza ni lo que hubiera hecho en el pasado.

Estaba seguro de que no había pasado mucho tiempo, pero se dispuso a volver a la casa de Jungkook, aunque esta vez volando para orientarse mejor.

Lo encontró sentado en el escalón que daba al patio trasero cabizbajo y jugando con algo entre sus manos.

—Jungkook —lo llama apoyando sus pies de nuevo en el suelo y bajando sus alas.

—Taehyung —lo llama de vuelta bastante esperanzado.

—No soporto estar lejos de ti —confiesa notando sus ojos aguarse y las primeras lágrimas bajar por sus mejillas —siento mucho haberte dejado solo en un momento así, no estoy siendo bueno contigo.

—No digas eso, eres la única persona que me ha tratado bien desde que morí, no hay nada por lo que debas disculparte —niega poniéndose en pie y caminando hasta estar frente a él a medio metro.

—Yo soy tu angelito pero tú eres mi demonio, ¿si? Tengo que estar para ti también.

Jungkook notó una explosión de felicidad ante aquellas palabras.

—Me alegra escuchar eso.

—Y quiero que durmamos juntos hoy, aunque no podamos tocarnos.

—Lo haremos —asegura con una sonrisa que hacía doler sus mejillas.

—Y Jungkook.

—¿Sí?

—Quiero que seamos pareja.

—¿No lo éramos ya? —pregunta alzando una ceja sin tratar de ocultar la ilusión que le hacía aquello.

—No lo sé, pero ahora de verdad lo somos.

—No seré yo quien se oponga —niega alzando sus manos y saca el trapo que habían estado usando para agarrarse las manos de su bolsillo —¿Lo celebramos?

—¿Vamos a besarnos? ¡Sí! —aquel contacto con el contrario le encantaba y llevaban demasiado tiempo sin hacerlo para su gusto.

Los besos con Jungkook habían sido fascinantes hasta ahora, pero sabía que era el contacto más arriesgado que tenían y esta vez ni siquiera podrían tocarse más allá del contacto entre sus labios.

¿Era normal estar empezando a detestar el cielo? Porque no quería formar parte de un sitio donde constantemente estaban impidiéndole ser feliz.

Al separarse, Taehyung se alarmó al ver los ojos del contrario aguados, así que tuvo que llevar sus manos a su propio pecho para evitar abrazarlo.

Angel & Demon «KookTae» {AU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora