Taehyung vio el resto de la casa mientras Jungkook le esperaba fuera, así como se acercó a sus padres de nuevo.
Se quedó sentado en silencio en una esquina del sofá, escuchando sus voces y viendo su convivencia por unos minutos. Los suficientes para asegurarse de que todavía se querían aunque ambos siguiesen devastados por su pérdida.
Salió con una extraña sensación porque se sentía muy reconfortado por haber recordado que tuvo una vida feliz, pero aún deprimido porque ahora llegaría el momento más doloroso de su existencia, separarse de Jungkook.
Habían hecho la cama antes de salir de la habitación y ahora no tenían nada con lo que tocarse más que el pequeño trapo que habían usado para sostener sus manos durante el viaje. Lo usaron para besarse un par de veces, ahogando sus emociones en silencio y compartiendo todo lo que no se atrevían a decir.
Se aseguraron de apaciguar el miedo y avivar la esperanza, recalcando que aquello no sería un adiós, aunque Taehyung no estuvo tan seguro.
No pudieron llegar a Seoul juntos.
No pudieron volver a besarse.
No pudieron repetirse que se querían.
El ángel ya estaba en el cielo sintiéndose más vacío que cuando llegó. Su pecho dolía, sus ojos ardían por las lágrimas silenciosas y ni siquiera el dolor que le supuso que arrancasen sus alas para evitar desde ese mismo momento que volviese a la tierra pudo perturbar su gesto.
Se sentía completamente muerto y acabado.
Incluso sin tener metabolismo, el cansancio lo abordó cuando se vio despojado de sus alas y lo único que quiso hacer fue dormir, dormir para escapar de la realidad y dormir porque la única otra alternativa era llorar.
No escuchó lo que los ángeles superiores le dijeron, no escuchó a Jimin llorar y suplicar que no hiciesen aquella barbaridad y tampoco escuchó los murmullos de sus iguales mientras lo cargaban hacia su nube.
Podía andar por las nubes del cielo, podía moverse libremente por allí utilizando una nube que le desplazase, pero no salió ni una sola vez de su lugar.
Como no tenía las necesidades de los humanos, incluso aunque pasase semanas allí, no le ocurriría nada y eso mismo hizo.
Jimin no consiguió sacarle de allí ni una vez aunque trató de visitarle a menudo. Le ofreció un consuelo inútil y cuando no estaba trabajando o cuidándolo, trataba de hablar con sus superiores para que le devolvieran sus alas o al menos que le permitieran bajar a la tierra a estar con Jungkook.
Estaba arriesgándose a que lo sancionasen a él también, pero cada vez le importaba menos al ver cuánto sufrimiento estaba pasando Taehyung.
Pasó una semana tras otra y ya casi nadie hablaba del "ángel caído" cuando Taehyung se recompuso lo suficiente para solicitar una audiencia con el secretario directo de Dios, porque sabía que hablar con el mismísimo creador del mundo sería imposible.
Fue concedida tres días después y una vez más expuso sus razones, habló de cuánto había cambiado Jungkook, de todos los buenos actos que había hecho e incluso recalcó que se había arrepentido de lo que hizo.
Fue tan doloroso cuando le dijeron que, aunque eran conscientes de que Jungkook ya no era lo suficiente malo como para estar en el infierno y que su lugar en base a su personalidad y actos recientes era el cielo, ya no podían hacer nada, que pasó semanas de nuevo en su nube sin volver a salir.
Ya era muy tarde porque su destino ya se había determinado guando murió y estaba en manos de Satán, no de Dios.
¿Cómo era posible que incluso en el cielo considerasen que Jungkook era lo suficiente bueno y aun así que no pudiese estar allí?
Lo único que lo reconfortó fue saber que el demonio había cumplido su palabra y estaba portándose bien.
Esta vez no pasó tanto tiempo llorando y durmiendo, sino que se dedicó a pensar estrategias para volver a ver a Jungkook, encontrándose continuamente callejones sin salida.
Tras casi seis meses de encierro, dejaron de vigilarlo porque ya estaban más que seguros de que la trágica historia de Taehyung había acabado ahí. No le prestaron ni la más mínima atención porque había asuntos mucho más importantes que resolver en el cielo y muchos más milagros en los que intervenir que vigilar a un ángel con el corazón roto.
Fue entonces cuando tuvo su idea más brillante, pero esta vez necesitaría ayuda, así que espero hasta que Jimin fuese a visitarlo para empezar a mover sus hilos.
—¿Cómo te encuentras? —pregunta el rubio sentándose a su lado.
—Algo mejor.
Jimin no pudo evitar alegrarse porque era la primera vez que Taehyung hacia alusión a que estaba al menos un poco bien.
—No sabes cuánto me alegro, ¿hay algo que pueda hacer por ti? ¿Quieres salir a dar un paseo por las nubes?
—En realidad sí que hay algo que puedes hacer por mi —el mayor lo miró atento y curioso —necesito que me lleves a la tierra.
—No puedo hacer eso —niega al momento, poniendo cara de espanto por la locura que pretendía hacer Taehyung.
—Por favor Jimin, no sabes por cuánto estoy pasando, mi existencia es una ruina sin Jungkook.
—Lo sé, pero... es muy arriesgado.
—Solo será una vez, te lo prometo.
—No creo que sea solo una vez Taehyungie, apenas lo veas vas a querer repetir y en algún momento van a pillarnos y yo... yo no quiero quedarme sin alas.
—Solo será una vez, después no habrá nada más—repite dejando un silencio de incertidumbre que hizo a Jimin comprender sus verdaderas intenciones.
—¿Vas a tocarlo? —la ausencia de respuesta fue todo lo que necesitó —no puedo hacer eso Tae, no puedo permitir que desaparezcas.
—Jimin mírame —pide manteniéndose serio pero intentando mostrar cuán desesperado estaba —yo no quiero existir si no puedo estar con Jungkook. Ni siquiera tengo mis alas y no me permiten ser el ángel de la guarda de ningún humano, no tengo ninguna razón para existir y quiero al menos besarle una última vez sin tener una sábana por medio.
—Pero entonces él se quedará solo y desolado porque tú no volverás nunca más.
—Tengo la esperanza de que él también desaparezca... estoy seguro de que comparte mi pensamiento y de que prefiere esto a que no volvamos a vernos.
—¿Y si no es así?
—Jungkook ha estado muerto mucho más tiempo que yo, seguro que con el paso de los años consigue superarme y salir adelante. En cambio yo... yo ni siquiera sé lo que es existir sin él porque es todo lo que tengo desde que entré aquí.
Jimin pareció meditarlo unos segundos. Seguía pensando que era una locura, pero tampoco pensaba que le faltase razón y no era momento de ser egoísta y negarse a ayudarle solo porque extrañaría a su amigo.
Era terriblemente injusto para Taehyung.
—No lo sé...
—Ya no me vigilan, ni siquiera se acuerdan de mi y Jungkook aún me debe estar esperando todos los días. Te lo suplico Jimin, concédeme esta última petición y déjame intentar ser feliz por una vez.
El rubio suspiró derrotado y acabó asintiendo.
—Lo haremos por la noche antes de las doce y me iré en cuanto te lleve a la azotea porque no quiero que pongan la mirada en mi y te perjudique —explica viéndolo sonreír con ilusión.
Había pasado tanto tiempo que casi había olvidado la peculiar sonrisa cuadrada del menor. Pero por verla una última vez, merecía la pena arriesgarse.
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Angel & Demon «KookTae» {AU}
FanfictionTaehyung es un ángel recién llegado demasiado puro e inocente que se deja llevar por Jungkook, un travieso demonio que solo quiere divertirte sacando provecho de la inocencia del angelito. •Universo alternativo. •Fluff/angst. •Actualizaciones medio...