— ¿Pedirme algo? Ya me sorprendía que no lo hicieras...
Sonrió — Bueno, estaba esperando el mejor momento, jugar bien mis cartas radica en tener paciencia para el momento perfecto.
— ¿Y que quieres, Hannah? — pregunta sin mostrarse recio siquiera un poco, quizás era la muerte que le daba una peculiar benevolencia.
— Algo que desprendes de cada persona al llegar a tu paraíso: las cartas — su sonrisa se congela — antes de que mandes a tus queridos guardias a matarme déjame explicarme, si llegas vivo, te las devolveré, tienes las herramientas necesarias para convencerme a la fuerza
— Si muero, no tardarán en dirigir sus armas a tu cabeza, no podrás quedarte las cartas aunque lo quisieras.
— Sería cierto, sino fuese la única que desea esas cartas...., Si tengo la suerte volare antes de ser culpada.
— ¿Y por qué quieres las cartas, Hannah?
— Solo es un resguardo, ¿Si alguien no puede darme lo que quiero porque no tomarlo con mis propias manos?
Fin del flashback---------------------------------
Levanto la mirada del suelo, dejando que el recuerdo se entierre y los quejidos de Arisu al despertarse sean mi mayor prioridad.
— Hasta que por fin despiertas, desconozco cómo iba a convencer a Niragi para que me diera más tiempo contigo... — el chico da un respingo al escucharme — No te haré daño, querido, no es un juego que se me haga muy divertido, además, estoy en deuda contigo — abre la boca repetidas veces al percibirla libre de ataduras — yo te la saque, una conversación en la que solo yo hablo es aburrida.
—...No entiendo a qué deuda te refieres — su voz suena débil y quejumbrosa
— Me salvaste la vida en el juego de las puertas, y soy una persona que siempre paga sus deudas — cruzo los brazos acercándome a su persona — así que te ayudaré...
— ¿Ayudarme? ¿Cómo? — pregunta escéptico, no lo culparía, por confiar ciegamente es que esta amarrado a la silla.
— Primero, pisoteando tu ingenuidad para que jamás salga a flote, ¿No te lo advertí acaso? No debes fiarte en las personas sin pensarlo cuidadosamente Arisu... — consciente de que ignoraría mi consejo, sigo hablando — y lo otro, te dejaré libre, puedes irte, los militares están demasiado ensimismados en esa chica, Usagi, para notar una clandestina fuga, es más, puedo ofrecerte transporte..., Hoy también me fugó así que...
