𝖼𝖾𝗋𝗈 𝗆𝖺𝗋𝗂𝖼𝗈𝗍𝖾𝗈 🖇 𝘃𝗲𝗻𝗲𝘇𝘂𝗲𝗹𝗮 𝘅 𝗮𝗹𝗹

ꜞ𝗗𝗔𝗬 𝟵ꜝ

♡︎ ﹔Saliendo con amigos.
Objetivo ── Ucrania.

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Todos los latinoamericanos se reunieron para salir a dar un paseo en el parque, tenían mucho tiempo que no hacían este tipo de invitaciones puesto que cada uno se mantenían ocupados en lo suyo, pero no desaprovecharon la gran oportunidad que consiguieron todos para encontrarse, aunque sea un rato.

Dichos países esperaban a un miembro del grupo, Venezuela, quién recién les había mandado un mensaje que ya estaba casi por llegar.

Se sabía que el venezolano era muy irresponsable cuando se trataba de llegar justo en la hora dada de la salida, pero todos quedaron en silencio al notar de lejos al anterior nombrado con un chico más alto que él a su lado.

— Che, boludo. ¿Quién es el que está al lado del chabón? —preguntó el argentino.

El boliviano alzó sus hombros— Ni idea.

— ¿Será su hermano? —habló el uruguayo.

— Pero parce, nosotros somos sus hermanos. —respondió el colombiano que apareció de repente junto con el ecuatoriano.

Los demás decidieron mantener sus dudas por el momento viendo llegar al tricolor quién saludó rápidamente a los presentes con una gran sonrisa en sus rostros.

— ¿Oiga y usted qué hace con Ucrania? —interrogó el colombiano luego de reconocer al europeo quién llegó acompañado del tricolor.

— Ni un hola, ni na'. —se quejó el suramericano al no recibir ningún saludo por parte de su hermano, el contrario soltó unas leves carcajadas y abrazó con fuerza al de menor en estatura.

De repente todos se quedaron callados abruptamente, compartiendo miradas entre sí y generando una leve incomodidad hacia el de 8 estrellas por sus raros comportamientos, lo que querían la mayoría era que el menor dijera por qué trajo al ucraniano.

— ¿Nos vas a explicar o no? —la voz del uruguayo cortó el silencio queriendo tener respuestas ante la presencia del hermano de Rusia.

— ¿Que explicadera voy a estar dando yo? Traje al jevo mío y listo.

Dijo, palabras que penetraron lentamente en los oídos de los presentes.

— ¿JEVO?

— Привіт хлопці. (Hola, chicos.)

El venezolano sabía el escándalo que todos iban a comenzar luego de haber mencionado que la persona quién trajo era su pareja. Veía a cada uno brincar encima del europeo el cual mantenía una expresión asustada y confundida al escuchar muchas preguntas a la vez.

— Ya, ya, dejen al conde quieto pues. —la voz firme del venezolano hizo que todos se pusieron a su posición y se alejaran un poco del muchacho.

— ¿Y por qué nunca nos contaste? —habló el peruano, todos se pusieron de acuerdo con el de franjas rojas insistiendo aún más para que dijeran ya sea pocos detalles sobre la relación.

— Há quantos meses você está em um relacionamento? —cuestionó el brasileño.

— ¿Tienen problemas en relación? Ojito.

— Ah vaina pues.

— Який ти смішний. (Que chistosos son ustedes.) —las palabras del ucraniano retumbaron el lugar que de nuevo dejaron sin palabras a los presentes.

Varios de ellos no entendieron lo que recientemente había mencionado el chico, pero tampoco querían tomarlo a la defensiva. Venezuela no estaba para soportar este tipo de comportamiento y agarró la mano de su pareja para comenzar a caminar por la cera, los demás perplejos hicieron la misma acción.

De esta manera transcurrió la tarde con tranquilidad en cada aspecto.

Algunos se pusieron a jugar fútbol en el césped, otros espantando las mascotas de los dueños, tomándose fotos con las flores para luego subirlas a las redes sociales; cosas que haría cualquier persona.

Ucrania se la pasó riendo toda la tarde con los amigos y familiares del venezolano, no hubo ningún momento en el que se haya sentido incómodo y ofendido, de lo contrario, ni tenía la menor idea de lo chéveres que eran los latinoamericanos.

— ¿La estás pasando bien? —el venezolano se acercó hacia el oído del europeo, susurrando palabras para que los demás no escuchasen, obteniendo el asentimiento del contrario.

— Sí, aunque tu hermano me da un poco de miedo. —los dos chicos comenzaron a reírse, el tricolor le daba la razón a su pareja, a veces el colombiano solía ser un tanto protector con él que incluso no todo el tiempo aceptaba las relaciones personales de este, pero todo era decisión de Venezuela.

— Espero que no te hayas sentido incómodo en todo el día. Ellos siempre han sido así y es cuestión de costumbre, digo yo... —aclaró.

Ucrania negó con su cabeza para luego plantearle un corto beso en los labios del menor— No te preocupes, cariño. 

El suramericano sonrió lentamente; sonrisa que al rato desapareció luego de presenciar el sendo e' pelotazo que recibió Ucrania en la cara.

— ¡Ay parce, se me fue! —gritó el tricolor sin estrellas desde lejos.

— Este cabeza e' guevo...