El corazón de Max siempre peso, no era una sorpresa contundente para cualquier persona que lo conociera, pero a él se le dificulta el tiempo que le toma aceptar que nunca ha visto el amor de cerca. Quizás su infancia jugó un papel fundamental, Jos fue demasiado duro y Max no supo obtener ayuda correcta de un padre violento. Ahora busca pizcas de amor a dónde quiera que fuere, resultando en desastres que para su padre, y probablemente todo el circo de la Fórmula 1, podrían resultar en una decepción.
Las idas y vueltas con modelos, tener a Kelly Piquet persiguiendolo por el Paddock a pedido de su padre, sonaba tentador pensar que él pequeño Max, rodeado desde sus seis años en el Karting con chicas lindas y niñas aclamando su nombre serían la mezcla perfecta para atraer a una mujer que le soportase tal como su Padre tuvo a su Madre. Sin embargo, nunca pudo estar más equivocado el mundo entero.
Max nunca amó. Ni nunca sintió la necesidad de hacerlo, para él la violencia era la clavé de su éxito en las carreras, no podía distraerse con mujeres tontas y con sus sentimientos complicados, ya qué él nunca fue bueno en lidiar con eso de todas maneras.
Por ello quizás era que estaba roto, demasiado, tanto por dentro como por fuera. Todos veían a Max Verstappen de abajo, nunca nadie alguien podría ver su verdadero rostro, él cual ocultaba demasiadas lágrimas, dolor y desesperación por dejar atrás lo que era ser él. Toda su persona lo perseguía a todas partes y ahora estaba obligado a ser un hombre duro al igual que su padre. No era sorpresa que con sus 25 años, su padre siguiera influyendo de forma preocupante en las decisiones de su persona. Básicamente un hombre con falsa autoestima y poco para ofrecer fuera en la pista, así lo describió su padre una vez.
Tanto fue el enojo, que después de salir en P2 y oír a su Padre remarcando su pobre desempeño en la pista, se encerró dentro de su trailer. Con las lágrimas tapándole todo el rostro, y con la mente nublada de rabia, qué accidentalmente sin darse cuenta empujó a unos de los ingenieros de RedBull, y después no tuvo de otra que descargar su furia contra la pared más cercana que encontrase. Con sus huesos tronando, la piel maltratandose y abriéndose, dando lugar a la abundante sangre, las lágrimas no tenían intención de parar. Estaba claro que su colapso le jugaba malas pasadas, y una de ellas era pensar que después de todo, el seguía teniendo el control de su monoplaza, así que su padre simplemente no sabía de lo que estaba hablando, nunca lo hacía de todas maneras.
Era doloroso sostenerse a si mismo cuando estaba en una posición de desventaja frente a Jos, él único hombre que podría derribar toda su confianza en unos segundos y devolversela como un triste premio de consolación una vez tuviera un P1 de vuelta. Max lloraba mucho, implorando por algo, alguien, cualquier cosa que lo salvase de seguir compitiendo en una batalla de supervivencia, dónde cada vez la soledad lo atrapaba más y más. Inundando cada pensamiento, deseo y anhelo que alguna vez tuvo por formar parte de otra escudería, o más bien, intercambiar su vida por algo qué para el no era viable en lo que vivía en su día a día.
No supo si cerró correctamente la puerta de su trailer, pero cuando sintió la prescencia de Jos detrás suyo eso le indicó qué posiblemente sus lágrimas le impidieron dicha acción, girandose a observarlo, sintiendo ahora todo el peso en sus hombros, asustado por los gritos de su padre y su mano levantada en frente de su rostro que peligrosamente comenzaba a acercarse de a poco.
Entonces se preguntó en ese momento si Anthony Hamilton alguna vez le habia levantado la mano a Lewis, para ser un campeón.
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Difusos pensamientos (Lewis Hamilton & Max Verstappen)
Tiểu Thuyết ChungDónde Max trata de conseguir desesperadamente a Lewis, pero no puede. (Slow Burn, Angst, Mención de violencia intrafamiliar, Obsesión, Amor dudoso)