Entretener

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El GP de las Vegas se acercaba cada vez más y para celebrarlo, una gran fiesta de apertura se avecinaba para todos los equipos. Era un espectáculo digno de prescenciar para los televidentes, cada uno de los jefes de los equipos se les aviso la fecha y hora dónde se ocuparía una ostentosa fiesta en la pista, claramente algunos estuvieron felices, a otros les dió un poco igual o les molestó profundamente, como era en el caso concreto de Max. No era que fuera un aguafiestas, en absoluto, pero por alguna razón volver un espectáculo la F1 le molestaba en demasia por diversas razones.

No era ese tipo de hombre que buscaba hacer un gran número en el escenario para destacar sobre los demás, la velocidad le venía bien y eso bastaba y lo demostraba en la pista. Esforzándose por esas cosas lo haría parecer un debilucho de cuarta.

Deseaba que otros pilotos hubieran estado de acuerdo con él para hablar un poco sobre toda esa tontería que escalaba con el pasar de los días. Pero de repente recordó que casi no tenía relación con ningún piloto dentro y fuera del Paddock y se fastidio por dentro inmensamente. Ni siquiera había tenido una oportunidad de hablar con Daniel y no quería ver a Leclerc a la cara ni de broma.

Estaba pensando en su último encuentro con él y como las cosas se salieron de control, una vez más, por su estupidez y deseo de contacto en frente de Hamilton.

Lewis debia de odiarlo más de lo normal seguramente.

Se llevó ambas manos a la cara pasandoselas bruscamente, aplastando  su cabello hacia atrás, recordando que básicamente cada uno de sus encuentros era motivo para masturbarse como un idiota sin afecto, sentido o una cordura estable. Era raro y comenzaba a sentir su cuerpo erizarse por la sola idea, era asqueroso y por supuesto, si Jos se enteraba lo mataba en todas las formas posibles y existentes por haber. No era que le preocupaba tanto si lo seguía haciendo por las noches, pero era algo a tener en cuenta con las emociones a flor de piel y su estúpida imaginación volando cada vez que se encierra en la habitación de hotel cada vez sería más difícil de controlar.

Un poco más y hasta se atrevería a decir el nombre completo de Lewis en la habitación de hotel para que todos se enterasen que no era suficiente decir únicamente su nombre, si no todo el nombre completo.

Recorrió su terraza en la habitación de hotel, mirando a la nada misma y pensando, observó las estrellas y la luna resplandeciendo frente a sus ojos. Mirando al cielo tratando de descifrar todo el asco resguardado con recelo, su nula concentración en las carreras últimamente y los problemas que estaba teniendo con su Padre solo por el hecho de estar detrás de alguien tan inalcanzable e irritante a la vez. Solo recordaba una tez morena aparecerse y la sonrisa que tanto atormentaba su ser incrustada en su memoria. Ido por una cercanía muy intensa y desafiante que adoraba llevar al límite siempre.

Su teléfono sonó, observó por un momento la pantalla y giró los ojos con aburrimiento, Checo lo llamaba otra vez, como si no fuera suficiente con ignorarlo una vez para que lo dejase de molestar.

ㅡ ¿Dónde estás?. ㅡ La voz de Checo resonó con preocupación.

ㅡ ¿Dónde creés tú?, descansando en mi habitación de hotel.

ㅡ Ugh, está bien, no importa. ㅡ Un suspiró provino del Mexicano. ㅡ Christian nos llamaba para hablar de nuestra presentación en Las Vegas.

ㅡ Estaré allí dentro de un rato, ahora deja de molestar.

Pudo escuchar por encima la voz de Horner tratando de decirle algo a Checo, indicando que posiblemente lo habían puesto en alta voz. Una mueca incrédula se instaló en la boca del rubio. Le pareció lógico pensarlo al escuchar a Checo murmurando unas cuantas cosas en voz baja, como si estuviera hablando con alguien más.

Difusos pensamientos (Lewis Hamilton & Max Verstappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora