Capítulo 2: La carta.

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A la mañana siguiente, Katrina siguió durmiendo hasta el mediodía sin importar cuántas veces Salva saliera o entrara a la habitación, pasar despierta toda la noche la dejó tumbada.

Los días siguientes, Katrina y Salva los pasaron como aquellos días en los que se conocieron. Salían a nadar a la playa cuando el sol estaba en su punto más alto, correteaban por la arena y jugaban a hacer castillos de arena, los cuales siempre se torna en una competencia con Mickey y Lepiar con el fin de ver quién hacía el mejor castillo.

Un día, Mickey fue hasta la Isla Pata de Palo para negociar con algunos de los comerciantes que siempre rondaban por la isla, se le acercó uno de los trabajadores de la barra que estaba al aire libre - ¡Mickey! Tenía tiempo que no te veía por aquí -

- Si... Mis muchachos y yo nos movimos, ¿Cómo has estado Kevin? -

- Igual que siempre, hace unos días nos llegó una carta para uno de tus chicos -

- ¿Una carta? - "Debe ser de Ares". Kevin le extendió un sobre, el cual Mickey tomó con indiferencia, si era de Ares no tenía ninguna emoción por saber que él había vuelto a aparecer. Sin embargo, la carta tenía firmado "Toti" con caligrafía impecable, Mickey reconoció de quien era - ¿Hace cuánto dijiste que te llegó? -

- Hace unos días - Kevin se acercó a Mickey para evitar que alguien más escuchara - Una chica, rubia, medio alta; llegó hasta la barra durante la noche y me dijo que te diera esto apenas te viera -

- ¿Te hizo algo? -

- Solo que me orinara encima, me amenazó con hacerme desaparecer de formas que ni siquiera sabía que se podía desaparecer a alguien -

Mickey soltó una risa silenciosa - Ella no te hará nada, gracias por darme la carta -

Chocaron las manos como despedida - Espero verte pronto, Mickey -

- Lo mismo digo -

Mickey volvió a Cayo Coral con la cabeza dando vueltas, muchos comerciantes habían sido agobiantes, así que solo quería llegar al barco a tomarse un par de tragos con sus amigos y tener un día de descanso.

Cuando llegó, vio a Erick y a Marie juntos en la playa, jugando con la marea, pasó de largo de ellos y subió directamente al barco. Lepiar estaba retocando su labial rojo fuerte frente a un espejo - ¿Vas a salir? - Asintió con la cabeza sin quitar la mirada de su maquillaje - Cool, ¿con quién? -

- Si te respondo, te vas a enojar - Soltó un suspiro y rodó los ojos.

- ¿Dónde está Salva? - Ella se encogió de hombros y siguió en lo suyo, Mickey fue hasta las habitaciones.

Se encontró con que la habitación de Kenny estaba vacía, habían vasos vacíos (algunos incluso volteados) y una botella abierta a medio tomar. Kenny no solía beber, Mickey estaba extrañado. Le gritó a Lepiar desde el pasillo - Lepiar, ¿Dónde está Kenny? -

- No lo sé, cuándo desperté él ya no estaba - Mickey, desconcertado, dejó el tema de lado y se dirigió a la habitación de Salva.

La puerta estaba cerrada, puso su oreja junto a la misma, sin llegar a escuchar nada, se tomó el atrevimiento de entrar - ¿Salva? - El mencionado volteó a la puerta sobre una silla que estaba junto a un escritorio, donde había una hoja en la que él estaba escribiendo - Hey, pensé que estarías con Katrina -

- Ella está en la playa, ¿Qué quieres? -

- Tu hermana te envió una carta - Salva le quitó de golpe el sobre a Mickey de las manos, mientras temblaba nervioso - ...Y amenazó a Kevin -

ABISMO 3: Cabezas por Recompensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora