Capítulo 5: De vuelta al castillo.

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Las puertas del castillo de Tamoreal esperaban con brazos abiertos a Salva, Katrina y France, quienes estaban llegando bajando de la carreta para postrarse frente al prominente castillo.

Katrina admiraba la maravilla de arquitectura que tenía ante sus ojos, como las manillas de las puertas deslumbraban de pulcritud, el jardín lleno de flores de distintos colores y tipos en donde habían bancas donde posarse durante horas solo para disfrutar ver las mariposas revolotear alrededor de las rosas, las banderas que se mueven a la par del viento... Sin embargo, todo lo contrario le sucedía a Salva.

Estar de nuevo en el lugar donde sufrió los peores castigos que un hijo puede sufrir por parte de un padre... Sintió como un escalofrío le recorría la espalda por cada una de sus cicatrices, su corazón se aceleró nervioso y soltó un fuerte suspiro que Katrina logró captar. Lo vio temblar y respirar bruscamente de forma disimulada, pero ella lo conocía demasiado bien como para no darse cuenta.

Lo tomó de las manos, cuando él sintió el tacto de su novia intentó vagamente fingir estar tranquilo en el presente lugar - Estoy bien, tranquila - Pero el mismo se dejó en evidencia con esto.

- Yo no te he dicho nada -

- Ah... Bueno, quería decírtelo de todas formas -


Katrina quiso darle algunas palabras de ánimo, pero su cuñada los interrumpió - ¡No hay nada como volver a casa! ¿No es así, Toti? -

- Ni te imaginas... - Salva respondió con una sonrisa fingida, Katrina lo tomó de una de las manos y le dio una sonrisa que a él le dio algo de tranquilidad.

El salón principal del castillo era más grande que cualquier casa en la que Katrina hubiera vivido, adornada con floreros y un candelabro que relucía con intensidad con la luz del sol que estaba comenzando a ocultarse. France llevó a su hermano de la mano del salón hasta las escaleras del ala este del castillo, dejando a Katrina sola en el salón.

La chica se detuvo al llegar a una de las habitaciones, a Salva le temblaban las manos al reconocer la habitación - ¿Listo? - "No" resonó en la cabeza del chico; su hermana abrió la puerta y centenares de recuerdos golpearon su cabeza. Reconoció su habitación de pequeño, recordó todas las noches en que su hermana se escabulle a su cuarto y ambos pasaban la noche contando historias de terror, solo para irse a dormir aún más aterrados; recordó los besos de su mamá de buenas noches, los peluches que tenía acomodados en las esquinas de su cama y los cuentos de fantasía que le regalaba su abuelo, a los que leía con profunda atención cada vez que tenía alguna discusión con su padre, intentando conseguir una salida de escape de la triste realidad a la increíble fantasía - La preparé hace unos días, quería que estuviera lista para cuando llegaras - Salva estaba sin palabras - ¿Te gusta? - Corrió hasta su hermana con una sonrisa nostálgica, envolviéndola en un fuerte abrazo.

- Es perfecta -


El abrazo terminó cuando Katrina tocó el marco de la puerta; mientras que Salva no le veía la cara, France fulminó con la mirada a la chica parada en la puerta - No quiero interrumpirlos, pero, uno de tus hombre te busca - Volviendo a su falsa cara de amabilidad, France le dio una sonrisa a su hermano y salió de la habitación. Al pasar por la puerta, chocó con el hombro de Katrina a propósito, pero Salva no lo notó. Los dos la siguieron.


Una vez estando los tres abajo, el mismo hombre que tuvo que acomodar el equipaje en las carretas, se dirigió a su jefa - Tuvimos un inconveniente -

- ¿De qué tipo? - Una de las mujeres del servicio del castillo se acercó a los 3 con copas de champaña, Salva se negó mientras que tu hermana si tomó una de las copas, Katrina también decidió pasar.

ABISMO 3: Cabezas por Recompensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora