Capítulo 10: Ojos verde esmeralda.

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Unos días antes de la víspera de navidad, Lepiar y Marie estaban en Puerto Real, escondidas entre unas cajas - ¿Qué esperamos? - Preguntó la más bajita de ambas.

- Solo confía en mí -

- No digo que no lo haga, Lepiar, pero no pienso quedarme toda la noche aquí sin saber nada - Con un "shhh" Lepiar la hizo callar. Ares bajó de uno de los barcos, sin prestar mucha atención a quienes estaban en el puerto, Marie se acercó a su amiga, con tono molesto - ¿Venimos solo a ver a tu novio? -

- No, solo espera - Marie volteó de nuevo a Ares, él hablaba con uno de los hombres que estaba en la entrada del bar.


Él lucía tranquilo; la conversación no fue muy larga, una mujer apareció a su lado y del brazo lo llevó de vuelta a su barco. Lepiar los miraba con ira, Marie estaba igual de enojada - ¡HIJO DE LA GRAN...! - Lepiar tapó la boca de su amiga antes de que alguno de los hombres de Ares la escuchara. Marie quitó la mano de su boca violentamente - ¿¡Por qué me callas!? -

- ¡Porque no vinimos a esto! - Respondió Lepiar en susurros, Marie estaba confundida. Se asomó para ver que ya Ares y sus hombres habían partido del puerto - Vamos -


Comenzaron a caminar hasta un bar, dentro había un club de peleas clandestinas dónde solían apostar y beber los habitantes del puerto. Lepiar se sentó en la barra y pidió un trago, sin decirle nada a su amiga. Marie la miraba por el rabillo del ojo como su semblante cayó, dolida, pero no como si fuera algo que la sorprendiera - Lepiar... -

- No quiero hablar de eso -

- ¿Por qué luces tan poco sorprendida? - No obtuvo respuesta - ¿Acaso tu ya sabías? -

- ...Desde hace un par de semanas - Marie se sorprendió.

- ¿Por qué no me habías dicho que terminaron? -

- Porque no lo hicimos - Hubo un silencio durante unos segundos - No lo he terminado -

- ¿Entonces qué, estás consciente de que te es infiel y no le dirás nada? ¿Acaso eres un "cacho feliz"? - La falta de empatía de su amiga la llevó al límite.

- ¡No te atrevas a decirme así! - Finalmente, se demostró su molestia - No he terminado con él porque él fue el que me dijo que sus hombres y él buscaban el tesoro de Jack le Joke - Continuó - Si termino con él y se entera que planeo robar el mismo tesoro que él no sé que nos pueda pasar, y hablo por todos - Marie tomó el vaso con ron que le había servido el mesero.

- Lepiar, fue tu novio por años, ¿crees que él sería capaz...? - Ella no contestó, su cara reflejaba... Miedo - ¿...Le tienes miedo? -

- No, sólo no sé de qué es capaz, es diferente -


Lepiar levantó la mirada hasta la pelea que estaba teniendo lugar a unos metros de ellas, vio cómo el público compartía la misma expresión de incredulidad al ver al siguiente peleador. La curiosidad le picaba por saber de quién se trataba, además, necesitaba liberar su mente - ¿A quién es que buscamos? - Le preguntó Marie.

- Un comerciante, un hombre calvo con un reloj de oro -

- Lepiar, ¿sabes cuánta gente de este bar encaja en ese perfil? -

- Lo vas a reconocer, lleva el reloj en la muñeca derecha - Hizo un fondo blanco y dejó el vaso boca abajo en la barra - Yo iré a ver la pelea, avísame si lo ves - Marie no tuvo tiempo de contestar cuando su amiga ya se había ido.


Se sentó en lo más alto de las gradas, uno de los peleadores era un hombre alto, fornido y de barba larga, el otro aún no se quitaba la capucha, pero no parecía tener el aprecio del público. Finalmente, su capucha cayó y dejó ver a una mujer de piel morena, con rastas que llegaban un poco más abajo de sus hombros, y lo que más captó la atención de Lepiar, sus ojos verdes esmeralda.

ABISMO 3: Cabezas por Recompensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora