Capítulo 9: Milagro navideño.

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Rondaban las 5:00 p.m. del 24 de diciembre, Salva estaba en su habitación probándose la selección de ropa real que le había dejado su padre unos días antes mientras él estaba de viaje. Había olvidado cómo se sentía llevar ese tipo de prendas tan ajustadas, no muy diferentes en diseño a las que usan por piratas, pero mucho más incómodas. Golpearon su puerta de una forma que ya conocía - ¿Puedo pasar? - preguntó Katrina tras la puerta.

- Solo si no te vas a burlar de mí - Respondió riendo.


La chica pasó por la puerta, él volteó y quedó hipnotizado. Ella lucía un vestido turquesa con degradado a un azul más oscuro, su cabello estaba peinado con una trenza desordenada y su cuello era adornado por un collar de margaritas hechas de arcilla, además de unos guantes blancos de seda que le daban un toque mágico - ¡Mírate, te ves genial! - Dijo ella, pero él no respondió; la miraba de arriba a abajo con ilusión en su ojos, en sus mejillas se formó una coloración roja que demostraba ternura, y con la voz pendiendo de un hilo, finalmente habló.

- Estás hermosa - Ella se sorprendió de su forma tan tierna de hablar mientras la veía - ¿Dónde conseguiste ese vestido? -

- Tu hermana lo dejó en la perilla del baño mientras me duchaba, supongo que era para mí -

- Y te sienta precioso - Ella se acercó y él le dio un beso en la mejilla.

- Tu tampoco te ves nada mal -

- No mientas, parezco un payaso - Katrina se rio.

- Un payaso muy guapo, si quieres verlo así -


El salón principal brillaba a la luz de los candelabros, los mesoneros paseaban por el salón para servir tragos o algún que otro aperitivo a los invitados, quienes entre risas y charlas disfrutaban de la velada. Los padres de Salva conversaban con una pareja en medio del salón, este trago grueso y se dirigió a su novia - ¿Estás lista para conocer a mis papás? -

- ¿Te miento o te soy sincera? -

- Lo que me haga sentir más tranquilo -

- Entonces si, estoy lista -

- Espérame aquí -


Salva caminó el salón hasta sus padres, cuya madre recibió con un cálido abrazo y un destello en sus ojos - ¡Te ves hermoso, Toti! -

Grazie, mamma -

- No tienes que hablar en italiano si te incómoda, tranquilo - Salva suspiró aliviado, su padre lo miraba de refilón con desaprobación.

- Hay alguien que quiero que conozcan - Ambos miraban a su hijo con una mezcla de emoción y miedo; Salva le hizo un ademán a Katrina para que se acercara, y mientras ella avanzaba por el salón, las miradas se posaron en ella.


No eran miradas de personas deslumbradas por un vestido tan lindo o un peinado tan bien hecho, eran de desaprobación, e incluso asco. Al llegar hasta donde Salva, este la abrazó por el hombro y le dio una sonrisa cálida - Mamma, Amerigo... Les presento a mi novia, Katrina -

Ambos se miraban mutuamente, mudos ante la situación - Non approvo questo - respondió el padre sin siquiera verla.

- ¡Amerigo! - Replicó la madre.

Cosa, mi lascerai danneggiare la nostra razza uscendo con gente del genere? - Salva se molestó, Katrina no entendía nada, pero sabía que algo no estaba bien.

ABISMO 3: Cabezas por Recompensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora