Capítulo 13

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El Thunderous se acercaba a los muelles de Levanter.
La noticia de la llegada de un barco pirata se propagó rápidamente por el reino y la guardia real, estaba preparada para la recepción de aquel barco, que aún no sabían pero llevaba a quien era el legítimo heredero de la corona.

—Hyunjin…

Jeongin estaba caminando a su lado, sabía que lo más probable era que la guardia real ya los estuviera esperando para capturar a Hyunjin y su tripulación. Después de todo eran piratas, no había más opción.

—No temas, si todo lo que han dicho es verdad dudo que sean tan idiotas para dañar a su príncipe.

Hyunjin parecía tranquilo, al menos más de lo que Jeongin lo estaba.

—Aún así, estás arriesgando demasiado al desembarcar.

—Todo estará bien Jeongin, confía en mí. ¿Puedes?

Se acercó dejando un pequeño beso en su frente antes de salir a cubierta. Lo intentaría, si Hyunjin se lo pedía entonces debía intentar volver a confiar en él.


Al desembarcar,  la guardia real los esperaba, estaban completamente  armados, observaron a Hyunjin y lo rodearon.

—¡manos arriba!

Quien parecía ser el comandante se puso frente a él, la mirada de Hyunjin era fría, no estaba intimidado en lo más mínimo aun con las armas de toda la guardia apuntandolo.

—identifíquese— le ordenó el hombre.

—Tengo algo que pertenece al rey, vine a devolverlo.

El hombre miró hacia el barco, Minho caminaba escoltando a Jeongin a quien reconocieron de inmediato.
Jeongin se colocó sólo un par de pasos detrás de Hyunjin, con la mirada en el comandante, era un hombre ya algo mayor a quien conocía perfectamente.

—Además— Hyunjin hizo una pausa y prodigio acercándose más al comandante — quiero una audiencia con el rey.

Minho parecía confundido, eso no era lo que habían hablado ¿porque Hyunjin quería hablar con él rey? El comandante parecía sentirse igual que él, pero antes que el hombre pudiera objetar Hyunjin prosiguió.

—Tengo información sobre el príncipe, aquel que desapareció hace tantos años.

La guardia parecía sorprendida, nadie había sido capaz de conseguir ni un poco de información real sobre el paradero del príncipe, ahora este hombre delante de ellos afirmaba tenerla y aun siendo un completo desconocido tenía a Jeongin con él, quizá debían escucharlo.
El comandante miró a Jeongin en busca de alguna explicación a lo que él simplemente asintió.

—Bien, vendrán con nosotros.

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En el salón real de Levanter, un mensajero irrumpió, llevando las noticias para el rey. Le explico de manera detallada lo ocurrido en los muelles y lo más importante el hombre que aseguraba tener información sobre su hijo y legítimo heredero a la corona.

—Está bien, tráiganlo aqui.

Christopher Bang, era un hombre ya de una edad algo avanzada, había vivido una vida complicada después de la pérdida de su hijo y su primera esposa, viéndose en la necesidad de contraer un segundo matrimonio con una joven de otro reino, para poder alimentar al suyo, de ese matrimonio había nacido dos niñas, pero al ser mujeres el consejo real no las consideraba adecuadas para heredar el trono y Christopher se negaba a tener otro hijo. A pesar de que le tenía mucho cariño a su esposa, no la amaba realmente, no de la misma manera en que había amado a la madre de Hyunjin. No se sentía capaz de tener otro hijo por obligación, no es que no amara a sus hijas, pero suficientemente mal se sentía con haberse casado de nuevo y no haber impedido el suicidio de su reina como para seguir intentando conseguir un heredero. Esa era la razón por la que siguió buscando a su hijo por tantos años, quería volver a verlo, quería tener al menos ese recuerdo de quien había sido su verdadero amor, quería ver a su hijo y pasar sus últimos años de vida en paz. Ahora creía que existía una esperanza.

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