Capítulo 5

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Hyunjin había dado órdenes, Jeongin se mantendría a su lado todo el tiempo, a donde sea que fuera este debía seguirlo. El resto de la tripulación pensaba que al ser un extraño el capitán quería vigilarlo de cerca, pero Minho y Han estaban seguros que era más que solo eso, si no quería que intentará algo extraño bastaría con mantenerlo encerrado, si lo quería vivo, alimentarlo era más que suficiente.
Pero no, Hyunjin lo tenía a su lado mientras Minho le explicaba qué dentro de 2 días llegarían a Collision.

—¿realmente confías en este niño?

Era más que claro que Minho no confiaba para nada en Jeongin, creía que su capitán simplemente se estaba dejando llevar por el placer qué sabía estaba obteniendo de "ese niño". Recordaba la noche anterior, el sexo había sido ruidoso, más de lo que esperaría de un virgen, pero conocía a Hyunjin, no era la primera vez que estaba cerca cuando decidía follarse a alguien. Era parte de su trabajo, mantenerse cerca y cuidar de su capitán.

—Él habló, recuerda que nos dijo a dónde debemos ir, creo que no mentiría sabe que eso podría ser una mala idea ¿no es así Yang?

Jeongin asintió, sabía que si Hyunjin confiaba en él Minho no tenía nada para darle la contra.

—Bien, ahora repitele a Minho lo que me dijiste esta mañana.

—En Collision hay un bar, el más conocido de la isla, Black Cat, debemos buscar a alguien llamado Mingi. —Comenzó a hablar Jeongin, tratando de mantenerse calmado ante la mirada fría de Minho — Según nuestros informes el tiene tratos con varios capitanes piratas, consigue y vende información de tesoros, o barcos cargueros llenos de cosas valiosas. Mi tío… El capitán Yang, dijo que si alguien sabía algo del príncipe definitivamente sería él.

—Black Cat— repitió Hyunjin y miró a su primer oficial. —¿Sabes algo de ese lugar?

Esa era otra parte de su trabajo, saber cosas. Minho era solo cuatro años mayor que Hyunjin pero sin duda conocía más del mundo que cualquiera en ese barco.

—Lo que dice el niño es cierto, Black Cat es la mayor fuente de información en este lado del océano, pero al menos hasta ahora no conocía el nombre de la persona que brindaba esa información.

—Bien, está decidido, buscaremos a ese tal Mingi y lo haremos hablar.

Decidió que eso era todo, debían esperar dos días hasta estar cerca de la isla, si no se encontraban con ningún inconveniente.

El resto del día era aburrido, Hyunjin no hacía más que pasar el tiempo en la cubierta vigilando al resto de sus hombres con Jeongin a su lado. No parecía importarles mucho, más allá de Han qué le dedicaba miradas y risas traviesas, ningún otro parecía interesado en él.

—Capitán ¿así que él es su nueva mascota?

Un hombre un tanto más bajo que Hyunjin pero claramente más fuerte se acercó a ellos. Lo primero que pudo notar eran las armas en su cinturón, una brillante pistola plateada justo al lado de una daga y del otro lado dos espadas.
Era el único hombre que parecía andar armado de toda la tripulación.

—¿Lindo no crees? —Le causaba molestia a Jeongin qué hablaran de él como si realmente fuera un animal de compañía.

—Bastante—  Se acercó demasiado, como si desconociera el significado del espacio personal. —Podrías venir más tarde a la sala de armamento, te puedo enseñar cómo preparar un cañón.

La mirada en sus ojos parecía desnudarle y se sintió indefenso, aún más que cuando Hyunjin lo había tocado.
Pero el brazo del capitán lo sujetó con fuerza de la cintuta y lo atrajo hacía él.

Profundo como el oceano, ardiente como el infierno... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora