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Luego de lo sucedido a la salida de la universidad Felix se despidió de Soyeon que aún seguía riendo por lo que habían visto, los pecados también se despidieron de ella aunque esta no los viera.

Durante el resto del día los pecados siguieron a Felix a todas partes, desde ver cómo alimentaba a los animales que habían en la iglesia hasta ver cómo ayudaba a las personas del pueblo, más específicamente a las de la tercera edad, los ayudaba a llevar las bolsas, a cuidar a sus hijos o a alimentar a sus mascotas.

Felix era reconocido por todos aquí, a cada lugar que iba era un lugar más donde seguramente sería saludado, y admirado por su belleza tanto exterior como interior.

La noche por fin llegó y Felix se disponía a dormir, después de todo lo sucedido el día de hoy estaba más que exhausto, bufo una última vez y luego apago la lámpara de noche que estaba junto a él.

Los pecados lo vieron acomodarse en su cama y luego le desearon dulces sueños desde lejos, todos dormían en la habitación de Felix, algunos en el sofá más grande, otros en un pequeño sofá que había a los pies de la cama y otros en la orilla de la ventana que también contaba como sofá porque tenía cojines y muchos peluches.

Pasaron unos cuantos minutos y todo quedó en silencio, todos dormían profundamente, pero había alguien que aún no lo hacía, y este era Lujuria.

Lujuria se levantó de entre medio de Pereza y Gula que dormían cómodamente en sus hombros, cuidando de no hacer ruido y los dejo cómodos en el sofá.

A medida que caminaba y se acercaba a Felix iba notando como su rostro era iluminado de forma muy opaca por la luz de la luna que entraba por la ventana, camino hasta llegar a la orilla de la cama y se agachó para quedar frente a él.

Aprecio cada parte de él, recorrió con la mirada sus ojos cerrados que daban la oportunidad de apreciar mejor sus largas pestañas, sus cejas perfectas sin ningún esfuerzo, sus pequeñas orejas, su cabello recién lavado emanando el olor del shampoo de margaritas, sus mejillas de un ligero tono rosa,su linda nariz de muñequito, hasta que llegó a sus labios, pequeños pero no tanto, carnosos pero no demasiado, simplemente perfectos.

Y a estas alturas ya era imposible seguir resistiendo su deseo por probarlos, paso el dorso de su mano por las mejillas del menor y luego tomo con delicadeza su mandíbula, levantando solo un poco su cabeza,el corazón de Lujuria latía tan rápido que sintió que se podía escuchar por toda la habitación pero no le importo, lo que más le importaba estaba frente a él y no dejaría pasar la oportunidad de poder sentirlo cerca.

Se fue acercando poco a poco hasta que sus narices se pudieron tocar, sintió la suave y calida respiración de Felix chocar contra sus labios y eso fue lo último que necesitaba para saber que tenía que besarlo cuanto antes, y así fue.

Lujuria dejo un beso en los labios de Felix, el primero fue corto casi inexistente pero luego dejo otro que duró mucho más, tal vez unos 20 segundos pero eso bastaba para calmar la ansiedad de Lujuria por poder probar su boca.

Lujuria dejo un beso en los labios de Felix, el primero fue corto casi inexistente pero luego dejo otro que duró mucho más, tal vez unos 20 segundos pero eso bastaba para calmar la ansiedad de Lujuria por poder probar su boca

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  ☆◊Elegido◊☆ ∥✞HyunLix✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora