Little Things - Lee Donghyuck (Markhyuck/Nahyuck).

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Jaemin en realidad no llegó al otro día, dijo que se sentía mal y no pudo viajar; Donghyuck volvió a llorar frente a eso, pero no le dijo nada porque estaba en todo su derecho, sabía que necesitaba espacio. Tampoco llegó el domingo, según él no habían vuelos disponibles para cuando revisó la web; Donghyuck prefirió ni siquiera ingresar a Naver a verificar si habían o no. 

Tenía miedo, no sabía cómo abordar el tema sin darle a entender que había invadido su privacidad, pero el pensamiento de que Jaemin iba a alejarse por tener una visión errada del panorama lo tenía aterrado. Nunca llegó a imaginarse lo inseguro que era; con esa personalidad, ese talento y ese físico siempre pensó que lo tenía todo para ganar, realmente pensó que Jaemin se veía a sí mismo de la misma forma.

Mark llamó todo el fin de semana, posiblemente su buen amigo Yunho ya le había comunicado que Donghyuck no tenía la mínima intención de cooperar con el divorcio, y eso lo ponía en una posición muy difícil. El sábado en la noche fue a visitarlo pero el moreno ni siquiera se asomó a la puerta, siguió pintando en la parte trasera de su vivienda a sabiendas de que el otro se encontraba en la entrada de su casa, y para cuando fue el domingo, el guarda de seguridad no le permitió el ingreso.

—Eso fue una jugada demasiado baja, Duck —musitó Taeyong al teléfono—, ¿qué harás?

—Acabaré con él, te lo juro, Way —espetó Donghyuck mientras daba una pincelada—. Yo nunca había visto llorar a un hombre así... —prefirió entonces dejar el pincel de lado para evitar arruinar su cuadro—. Se oía tan destruido. 

—Lo que no entiendo es ¿cómo puede dejarse llevar de esa idea? Si la relación de ustedes ya ha cambiado y eso —Taeyong nunca había visto a Jaemin, sin embargo su hermano siempre lo mantenía al tanto.

Donghyuck lo pensó algunos segundos mientras observaba el cuadro que pintaron juntos. —También está herido... —suspiró—. También tiene el corazón herido y yo no lo noté pero Lee Mark sí y tomó ventaja de eso, usando su debilidad en su contra, maldito abogado —masculló.

Jisung negó. —¿Cómo alguien puede cambiar tanto?

—Quizá siempre fue de esa forma —repuso Chittapon desde la línea de Taeyong—, siempre le dije a Tay que no me agradaba, sentía que a veces te trataba de una forma muy desinteresada. 

Donghyuck se rio ante ello. —Me lo dices después de que me casé con ese imbécil, ¡qué buena jugada, hyung! 

—¡Oye! Lo dije desde que hiciste la videollamada con nosotros para presentárnoslo —carraspeó—, ¿cierto, Bubu? —la risilla de Taeyong lo delató—, amor, ¡di algo!

Jisung rodó los ojos. —Sí, sí, no estamos oyendo bien, ¿aló? ¿Tay? ¿Chitta? ¿Hola? ¿Hyungs? ¿Me escuchan? —y colgó—. Como sea, ¿a qué bufete asistirás? Habrán pocos abogados que quieran hacerle frente a esa firma.

Donghyuck rio un poco por la necedad del menor. —No importa qué tan buen abogado sea Mark, o qué tan buena firma sea esa —respondió el moreno limpiando sus pinceles—, toda esa gente quiere lo mismo y se los daré.

Jisung guardó silencio varios segundos, procesando y analizando las palabras de su hermano mayor. —¿Dinero?

Donghyuck negó. —Un buen espectáculo. 

Jaemin finalmente confirmó que volvería el martes, Donghyuck supuso que se había cansado de llorar, y aunque trató de coincidir con Jeno en la universidad para preguntarle si sabía algo del pelinegro, parecía que lo evitaba pues no lo vio en ningún momento; incluso fue hasta el departamento de ciencias, pero no se encontró ni siquiera con Yeeun.