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Mark observaba el rizado cabello de Donghyuck hacerse espacio entre las personas en búsqueda de su salón. Nuevamente había sido rechazado; lo peor es que no había forma de disgustarse, no solo Mark coincidía en ello, también su mejor amigo Lee Jeno pensaba en lo mismo: el menor tenía tanta sutileza para rechazar a las personas, que casi te hacía querer disculparte con él por haberlo incomodado. Encima ni siquiera lo había rechazado, no puntualmente, solo no extendió mucho la conversación, cruzaron las mismas cinco líneas de siempre y se despidió para irse.

—Ya ríndete, Makki —se burló Jeno—. Es un imposible para ti, también lo fue para Renjun, y lo será para todos. 

Mark bufó. —No es como si fuera una competencia, Jen —frunció un poco sus labios, convirtiéndolos en una línea—. Si él supiera todo lo que me gusta... 

Yeeun dejó sus carpetas sobre la mesa y se acercó para darle un beso en la mejilla a Jeno. —Creo que en algún momento, cada profesor de esta institución ha usado esa frase refiriéndose al mismo sujeto —Jeno la secundó asintiendo—, pero la cosa es que siento que se encapricharon con el profesor de artes. 

—Yo no lo diría tanto como "encaprichar" —repuso Renjun apareciendo en la pequeña reunión—, pero el profesor Lee es magnético —observó por la ventana, accediendo al ligero recuerdo que tenía de Donghyuck acariciando su cabello la primavera pasada mientras le sonreía—. No solo es él, es su aura entera. 

Yeeun se encogió de hombros desinteresadamente. —Sino fuera tan misterioso, les aseguro que no estarían así de clavados con el profe Lee —Jeno se rió y abrió sus brazos, dándole una invitación hacia su pecho que por supuesto ella aceptó—, todos son iguales, hombre no es persona. 

—Sin embargo yo soy un hombre —rió suavemente Jeno acariciándole el cabello mientras ella se frotaba contra su camisa. 

Mark ya había dejado de oírlos en cierto punto, lo observaba desde su puesto mientras el otro hablaba con una de sus mejores estudiantes, la pequeña Rosé se esforzaba por ser destacable en cada clase en la que estaban, pero sin duda alguna sus favoritas eran las cátedras de Donghyuck. 

Sí, Lee Donghyuck tenía algo en él que lo hacía irresistible a cualquier ser vivo. Entre su mirada, su sonrisa y su particular voz tenían a Mark básicamente arrodillado ante él. La forma en la que sus ojos se entrecerraban cada que sus alumnos le contaban algo, se le hacía preciosa. La manera en la que acomodaba su cabello hacia atrás para evitar que le cubrieran los ojos lo hacía parecer tan infantil pero cautivador. Llevaba dos años enteros conociéndolo, pero nunca podía cruzar más allá de algunas palabras con él.

Era una locura para Mark, a sus treinta años era la primera vez que una sola presencia le hacía temblar el corazón de esta forma. Y le encantaba en un sentido que era incluso aterrador. Claro que había tenido parejas antes, incluso a los veintisiete se había comprometido, pero la boda nunca se dio por diferencias personales; nadie sufrió —o al menos no él—, solo decidieron disolver el compromiso quince días antes de la celebración.

Donghyuck tenía una risa cantarina, de esas que provocan más risas y enciende una chispa de alegría en quienes están compartiendo con él; incluso Mark que no estaba dentro de la conversación de él con sus estudiantes se vio permeado por su vibra mañanera. 

—Lo intentaré una vez más —dijo decidido luego de que la mirada del castaño chocara con la suya y este le dedicara una sonrisa que Donghyuck sin problema le devolvió—, quizá he intentado de forma incorrecta —el rizado volvió sus ojos a sus estudiantes, pero la sonrisa en los labios de Mark se mantuvo—, sí, lo intentaré una última vez. 



Él lo sabía, tenía claro que era uno de los profesores favoritos de toda la institución, lo cual era completamente irónico, considerando que las personas de entrada pensaban que su catedra era una elección sencilla o que podían pasar sin esfuerzo alguno, luego de la peor forma se enteraban que para nada era así, porque sí, al profesor de arte le gustaba poner a sufrir a sus estudiantes «porque yo también sufrí»

Little Things - Lee Donghyuck (Markhyuck/Nahyuck).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora