Mafia 𖦹 𝙅𝘼𝙀𝙔𝙊𝙉𝙂

⟳019

El omega se removió un poco en su cama, instantáneamente sintiendo un par de brazos aferrándose a su cintura y atrayéndolo un poco más cerca, si es que eso era posible. Taeyong sonrió, abriendo lentamente sus ojos para admirar la hermosa escena que tenía en frente. Jaehyun con el rostro relajado, sus ojos cerrados, su cabello desordenado y una respiración tranquila. Era la imágen más perfecta que Taeyong había visto jamás, y no iba a mentir, se sintió bien que Jaehyun fuera lo último que vio antes de dormir y lo primero al despertar, se sintió correcto que el alfa amaneciera en su cama, a su lado, abrazándolo.

Se sintió mejor cuando Jung abrió los ojos y le sonrió.

― Buenos días... ― murmuró, aún con voz adormilada.

― Buen día. ― respondió el omega, sin dejar de sonreír mientras admiraba al alfa.

Jaehyun estiró un poco su cuerpo luego de todas las horas durmiendo en una posición relatívamente incómoda, se acercó a su omega a llenarle el rostro de besos, sacándole risas al mencionado, una tras otra sin parar. El alfa había soñado tanto con este momento, que casi parecía irreal que estuviera pasando. Ambos habían anhelado mucho estar así, juntos, brindándose el cariño que sus corazones morían por demostrar.

Estuvieron acurrucándose por unos cuántos minutos más hasta que se dieron cuenta que a era un poco tarde y Shotaro despertaría en cualquier momento, así que ambos se pusieron de pie y se dirigieron a ducharse y realizar toda su rutina de limpieza matutina (primero Taeyong, luego Jaehyun)

Al terminar, mientras el omega arreglaba un poco el dormitorio, el alfa se dedicó a preparar un rico desayuno para todos en la casa. Cuando todo estuvo lo suficientemente listo y ordenado, Taeyong se dirigió hasta la cocina  en donde vio la imágen del alfa acomodando las cosas en la mesa.

Hogareño, así se sintió.

Taeyong se acercó juguetón hacia el alfa, abrazándolo muy fuerte por la cintura. Muchas veces lo había querido hacer, ahora tenía toda la libertad y eso le encantaba. Jaehun sonrió en respuesta, luego de darle un beso cariñoso, ambos se sentaron en la mesa para desayunar.

Y además, tenían que hablar de algo importante para ellos, debían hacerlo antes de que Shotaro se despertara.

Jaehyun miraba atentamente a Taeyong mientras este buscaba las palabras exactas para expresar lo que querían de la mejor forma.

― Creo que con todo esto, es un poco obvio que estoy dándole la oportunidad a un nosotros... ― empezó Taeyong con la mirada pegada en su desayuno, siendo bastante cauteloso con las palabras que estaba usando. ― Sin embargo, me gustaría que fuésemos lento, poco a poco, sin adelantarnos a nada. No estoy arrepentido de nada, porque sé que te quiero en serio, pero ya sabes... Aún tengo un poco de miedo, jamás me había sentido así.

― Taeyong, mírame. ― habló Jaehyun, luego de unos segundos en los que esperó que el omega alzara la vista. Este cumplió la orden. ― Quiero que sepas que yo voy a esperarte, siempre. Sé que no nos conocimos de la mejor manera, pero quiero ser un buen hombre por tí... Yo... ― el alfa dudó un poco en decir algo, pero mejor, prefirió guardarlo para otra ocasión. ― Yo estoy dispuesto a hacer lo que tú quieras, Yong, tú mandas aquí, tú manejas esto a tu ritmo y como quieras. ¿Sí? Así que, por favor, no te preocupes que iremos tan lento como desees hasta que lo quieras.

Taeyong sabía que el respeto por las decisiones de tu pareja era algo fundamental en una relación o tipo de unión, no tendría porqué sentirse de esa forma, sin embargo, no pudo evitar que mariposas revolotearan en su barriga al escuchar las palabras de Jaehyun. Se había sacado la lotería con ese alfa, no tenía ni una sola duda de eso.

Al ser sábado, se suponía que Shotaro estaría a cargo de Yuta como siempre habían hecho, pero el alfa estaba teniendo unas semanas demasiado ocupadas con la planificación de su boda con Mark, por lo que ese sábado sólo eran Shotaro y Taeyong. Jaehyun ya se había ido a casa después del almuerzo, el pequeño se había mostrado tan sorprendido y feliz del regreso de Jung que lo había abrazado, colgándose de él como un koala hasta que el mayor tuvo que irse a casa. En ese momento, Taeyong se dio cuenta de que, al igual que él mismo, Shotaro también había extrañado a Jaehyun en ese tiempo separados. Él tenía razón cuando dijo que un tema de "Adultos" deja de serlo cuando los niños están involucrados también. Su niño era bastante valiente y trataba de ser independiente todo el tiempo, a Taeyong se le rompió el corazón al pensar que tal vez él se sentía triste en las noches y en silencio, solo.

Taeyong intentó no pensar en eso, para distraerse, le ofreció a Shotaro ver una película que él eligiera. Muy feliz, el pequeño aceptó. Ambos se dirigieron a la cocina para preparar palomitas de maíz y algo de beber. En medio del proceso, un mensaje le llegó a Taeyong, quien instantáneamente sonrió al ver el nombre de Jaehyun como remitente.

"¿Quieres salir a comer conmigo más tarde?" decía el mensaje.

Taeyong hizo una mueca y tecleó.

"Quedé con Shotaro para ver una película, estamos haciendo bocadillos." El omega pensó un poco y siguió telcenado. "¿Quieres venir?"

La respuesta no tardó en llegar. "Estaré ahí en 10 minutos."

Taeyong sonrió como un tonto enamorado, y se dio cuenta de que tal vez eso era.

Como el alfa prometió, estuvo en la puerta diez minutos después, exactos. Shotaro abrió la puerta muy feliz y estiró los brazos para ser cargado, Jaehyun lo hizo muy a gusto. Luego de saludar al omega con un beso en la frente, los tres se dirigieron al sofá, en donde se sentaron a ver Barbie Farytopia.

Reían y comentaban las escenas que veían, que bien podrían parecer muy tontas para algunas personas, pero Shotaro amaba esa película y Taeyong lo acompañaba a ver todo lo que quisiera, al igual que ahora lo hacía Jaehyun.

Taeyong no pudo evitar pensar que parecían una familia. Un sentimiento demasiado cálido se instaló en su pecho.

Una familia.

Su familia.

¿Quieren que hagamos la cuenta regresiva?