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Jaehyun había llegado de su viaje hace unos días, ahora Taeyong observaba como su hijo y él jugaban animadamente en la piscina con el omega vigilándolos desde cerca.

― ¡Papi! Entra a jugar con nosotros. ― pidió Shotaro con una sonrisa que derritió su corazón.

― Amor, no creo que sea lo mejor. ― el omega se negó al principio, puesto que en el fondo no quería arruinar esa linda escena frente a sus ojos pero intentó convencerse de que simplemente no tenía ganas. Sin embargo, Shotaro no se quedó tranquilo hasta que su papi pudo estar dentro de la piscina disfrutanto también.

Alfa y omega pasaron toda la mañana jugando con el cachorrito en el agua hasta que la hora del almuerzo llegó. Taeyong tomó en brazos a su hijo para que no se arrugara como una pasa. Por el rabillo del ojo pudo ver a Jung en la gran parilla asando algo de carne para comer, lo que le llamó su atención, fue ver al mayor con la mirada perdida.

Algo en su corazón lo hizo sentir mal al identificar el miedo y nostalgia en la mirada del alfa.

Luego de dejar a Shotaro sentado en una silla y distrayéndose con unos super héroes que Jung le había conseguido en su viaje, Taeyong decidió acercarse lentamente al alfa, quien giró hacia él cuando sintió su olor cerca. Taeyong carraspeó con una mueca antes de soltar una palabra.

― Yoon... Jaehyun. ― se corrigió rápidamente. ― ¿Todo está bien? Te noto un poco raro...

Jung suspiró antes de devolver la mirada hacia la carne asada, mientras la movía distraídamente con el ceño fruncido.

― Doyoung quiere hablar conmigo en persona y yo... Acepté. ― Taeyong ahogó un sonido de sorpresa.

― P-pero... Doyoung...― quiso disimular su preocupación pero fue muy tarde, una leve sonrisa apareció en el rostro de Jung. ― No te rías.

― ¿Acaso el omega más indiferente que conozco está preocupado por mí? ―Lee gruñó y se cruzó de brazos. ― Te ves lindo gruñendo. ― Taeyong ignoró el revoltijo de emociones en su estómago por aquellas palabras dichas y siguió hablando.

 ― ¿Entonces estabas mintiendo?

― En realidad es verdad, mañana Doyoung visitará mi oficina y... Hablaremos. ― Jung suspiró y volvió al semblante de antes. Era increíble lo fácil que Taeyong lograba hacerlo olvidar sus problemas, pero por mucho que le gustara lo que sea, el efecto de eso no era eterno. ― No lo sé, me siento... ¿Preocupado? Tal vez esa no sea la palabra. ― el alfa miró hacia el cielo azul intentando buscar una palabra que definiera la avalancha de sentimientos en su pecho pero un carraspeo bastante conocido para él lo interrumpió. Cuando ambos giraron la cabeza, se encontraron con Jaemin y Shotaro de la mano, el pequeño formó una sonrisa al ver a su papi omega estar cerca del alfa bonito, por otro lado, el mayor tenía un semblante serio.

Jaemin suspiró y miró a Shotaro con una sonrisa.

― Precioso, ¿Te parece su papi y tú van a su habitación? Yo les llevaré la comida en un momento, ahora necesito hablar con mi hermano. ― Shotaro hizo una leve mueca de decepción por ver al alfa y al omega alejarse pero sintió de todas formas, sonriéndole a Jaemin para luego correr hasta Taeyong y tomar su mano, dirigiéndolo dentro de la gran casa.

El omega decidió no mencionar nada y seguir a su hijo en silencio. Una vez tuvieron privacidad, Jaemin soltó una risa sarcástica.

― ¿Qué se supone que estás haciendo, Jaehyun? ¿Contarle a tu rehén tus sentimientos? ¿En qué mierda estás pensando? ― Jung gruñó y emepezó a servir la comida en los platos, ignorando a su hermano, sin dirigirle una mirada. ― No me gruñas, idiota. Si tú estás cansado de tener la misma maldita conversación todos los días, pues yo lo estoy más. ― Jaemin suspiró y miró a su hermano con los brazos cruzados. ― Estoy cansado de esto, Jaehyun, cansado de decirte que no es el momento ni la persona correcta. Deja de hacer lo que sea que estés haciendo, porque esto no terminará bien para ti, ni para ese omega y mucho menos para ese niño que está empezando a mirarte con cariño.

Mafia 𖦹 𝙅𝘼𝙀𝙔𝙊𝙉𝙂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora