Mafia 𖦹 𝙅𝘼𝙀𝙔𝙊𝙉𝙂

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Unas cuantas semanas habían pasado volando y con ellas, se acercaba el mes de julio y eso solo significaba una cosa.

El cumpleaños de Taeyong.

El omega no había querido hacer nada, su trabajo estaba matándolo tanto que su plan de cumpleaños perfecto solo consistía en dormir todo el día abrazado a Jaehyun y con Shotaro encima de su pecho, pero aquellas dos personitas no dejarían que eso fuera posible, incluso Jaehyun se había mostrado emocionado de celebrar su cumpleaños juntos en una fiesta. La idea se le hizo muy tierna también, sumándole a la linda sonrisa de su alfa, realmente no pudo decir que no.

Taeyong ya había terminado su turno cuando recibió un mensaje de Jaehyun diciéndole que él y Shotaro irían a comprar un par de cosas para la celebración, el omega suspiró mientras colgaba su mochila en su hombro y salía del lugar hacia su auto para conducir a casa tranquilamente. Cuando llegó a su departamento, eran exactamente las cinco de la tarde, no encontró a nadie como ya se lo había esperado. Taeyong llegó a su habitación, dispuesto a tomar una siesta o simplemente recostarse en la cama a ver un poco de televisión, sin embargo, le llamó mucho la atención la manera en la que los objetos personales de Jaehyun descansaban en una maleta en la solitaria esquina de su habitación. El alfa se había estado quedando a dormir desde hace varios meses ya, pero ambos habían quedado en ir lento, así que esa era la razón por la que Jaehyun se había limitado a dejar sus cosas ahí, para no abrumar a su omega. Taeyong sonrió con diversión, desde que hablaron aquella vez, ambos sabían que eso de "ir lento" era una vil mentira. Los sentimientos en sus corazones eran tan fuertes que no les permitían estar lejos el uno del otro.

El omega había tomado una decisión, así que también decidió que su habitación necesitaba un cambio.

Se dispuso por empezar con el guardaropas, el cual ya contenía una que otra prenda de Jaehyun, prendas de las cuales Taeyong ya se había autoproclamado dueño... O al menos, hasta que el olor de Jaehyun ya se hubiese ido y entonces lo obligaría a colocársela otra vez para que el olor pudiera impregnarse completamente y él poder usarla muy contento.

Sí, las cosas habían cambiado mucho en ese último tiempo, Taeyong pensaba en eso mientras doblaba delicadamente la ropa de Jaehyun para poder guardarla en un espacio en su armario.

Como había sido mencionado antes, Jung pasaba más tiempo en la casa de Lee que en la suya propia, prueba de eso no era solo la ropa que Taeyong estaba ordenando ahora, sino también el cepillo de dientes que descansaba al lado del suyo y el de su hijo en el baño, también la taza favorita del alfa que se encontraba en la cocina, las pantuflas reposando en la entrada y muchas cosas más.

Las cosas iban muy en serio. Jaehyun se había tomado muy en serio su relación, la responsabilidad emocional era tanto con Taeyong como con su hijo. Prácticamente eran una familia ahora y habían hablado al respecto, Jaehyun se había comprometido a cuidar de Shotaro también y quererlo mucho, sin olvidar que Yuta era su padre alfa, Taeyong sonrió mucho ese día. También, se había tomado en serio lo de convertirse en un buen hombre para el omega. Taeyong sabía por Jaemin (con quien se había estado llevando muy bien desde que Jaehyun y él habían oficializado su relación) que el alfa ya había empezado con la limpieza profunda y completa de su empresa. En las últimas semanas se había estado encargando de romper contratos con algunos grandes consumidores, mientras se encargaba de recomendarles a todos una persona de confianza para que siguieran en lo suyo, pues a Jaehyun no le convenía dejar enemigos en ese negocio antes de salirse por completo. Esta semana se encargaría de soldar las deudas que tenía pendiente con algunas personas por la misma razón, para no dejar enemigos por ahí y no deberle nada a nadie que quisiera contarse un favor cuando él ya estaría viviendo una vida tranquila y feliz. Con eso terminado, el negocio de Jung Jaehyun sería normal y legal como cualquier otro.