Blue - [MinJoong]

❈•≪14. Prueba y error≫•❈

Pese a lo irreal que pudiera sonar, Hongjoong estaba teniendo dificultades para pensar en una cita ideal con Mingi. Y no es que no tuviera la experiencia, porque la tenía, pero en citas genéricas. Como salidas al cine, picnics o paseos por el Río Han. Acciones sin sustancia y totalmente impensadas que no eran compatibles con la cita que Mingi había preparado para él.

Significativa y memorable, en pocas palabras.

Ahora bien, tenía varias opciones: la primera era consultar con Mingi directamente que es lo qué quería hacer o a qué lugar quería ir. Lo que no sería muy especial de su parte, pero por lo menos, sería una resolución honesta con respecto a su dilema. La segunda alternativa: usar su cerebro de una forma más intensa y pensar en qué cosas le gustaban al moreno para así saber qué preparar. La tercera opción y más sencilla: recurrir a los amigos de éste.

Fue de ese modo que la lámpara en su cabeza se encendió, resuelta y preparada. De todas sus alternativas la más conveniente sería consultar con los amigos del nadador por pequeños trozos de información para así saber qué es lo que debería hacer. No estaba muy orgulloso de ello, pero lo consideraba digno.

Y al primero al que recurrió fue Seonghwa, ya que según Wooyoung sería fácil encontrarlo en la biblioteca estudiando o en la fraternidad del campus haciendo las tareas domésticas. Allí es donde más tiempo estaba, según el bicolor. Lo que le venía de maravillas, ya que mientras más alejado estuvieran de las áreas que frecuentaba el moreno, mejor. Sin embargo, no contó con toparse con dos variantes totalmente impensadas en su camino a la fraternidad.

La primera bifurcación fue la menos esperada: Inseok. La segunda se trató directamente de Mingi. Una que no anticipaba ni en sueños, ya que de acuerdo a la información que recolectó por parte de Jongho, quien la obtuvo directamente de Yunho, el nadador no se pasaba por la fraternidad a menos que fuera estrictamente necesario. O debido a una causa mayor, en dado caso.

Y a medida que Hongjoong se iba acercando a la entrada, podía notar porqué Mingi estaba allí, se encontraba con otros dos chicos que desconocía, cargando cajas en el maletero de su Jeep, probablemente ayudando con algunas cuestiones de las que no tenía idea pero Seonghwa había solicitado, o el moreno mismo se había ofrecido. Cualquiera sea, no le interesaba saberlo en ese instante, no cuando la idea era pasar desapercibido para el nadador.

En lo que estaba fallando de buenas a primeras.

A pesar de ello, su suerte no había cambiado en un tiempo, y como era de esperar, los ojos rápidos de Inseok no demoraron en detectar su persona y hacerlo saber en voz alta, atrayendo varias miradas, esa en particular de ojos cafés, también.

—¡Hongjoong, dulzura!, ¿qué te trae por aquí?

Apretando los labios en un rictus disconforme, él se cuestionó qué lo tuvo tan loco por Inseok al principio, porque ahora que lo observaba mejor, el sujeto en serio era denso. Habían cortado hacía tres meses y aún se esforzaba por tratarlo como si nada hubiera pasado. O como si él todavía estuviera interesado en el rubio. Lo que claramente no era así. Era tan frustrante que lo odiaba. Y no sólo a la sensación.

—A ti no, apártate —masculló cuando el chico se le acercó con intenciones de besarlo en la mejilla. Antes de que se convirtiera en un idiota y aún tuvieran algo, eso era una cosa de ellos. Sin embargo, Hongjoong no entendía cómo no lo superaba todavía.

«Tres meses por todos los cielos, ¿qué está mal con él?».

—No seas grosero —le dijo el rubio con una sonrisa divertida, como si algo en verdad hiciera gracia pero sólo él lo comprendiera—. Creí que te había educado mejor.

—Ahora mismo en serio me das asco, ¿podrías dejarme pasar, por favor? —farfulló con la mordida tensa, podía sentir la mirada del nadador quemando su cara y era incómodo. Lo estaban llevando bien y no quería arruinarlo—. Tengo asuntos que atender, ¿sabes?