—¿Nervioso porque tu novio no aparece?
Dejando de rodar los hombros, Mingi miró por encima del derecho sólo para encontrarse con el rostro de uno de sus compañeros. Moonsik. Un sujeto pelirrojo y de complexión atlética como la suya pero unos centímetros más bajo, rozando la estatura de Seonghwa si lo ponía en perspectiva. Al principio le había parecido alguien agradable, pero desde su error de novato, se había convertido en un auténtico tocapelotas. Intentando sacarlo de sus casillas con la mínima cosa.
Era un imbécil de primer nivel que se juntaba con sus semejantes, como Jinsuk, Minsoo y Seol. El cuarteto entero no parecía tener nada mejor que recalcar su inexperiencia pasada y su desliz indiscutido. Es como si se hubieran quedado estancados en esa faceta de hace años. Era absurdo.
Habían pasado años y desde entonces, procuraba tener una mejor compostura y no reaccionar fácilmente a las provocaciones ajenas, sean de su propio equipo o de equipos contrarios, como había sido su caso, que por unas pocas palabras que golpearon su ego, terminó casi yéndose a los golpes con un contrincante. Lo que lo llevó a pasar la peor experiencia de su vida, porque no sólo quedó fuera de la temporada y en la banca, sino que un día después, su equipo fue descalificado de las competiciones entre universidades. Una cadena de acontecimientos por la cual se lo tachó de culpable, no por el entrenador, el hombre era alguien razonable y ecuánime en su trato, pero si por un par de sus compañeros.
Y él comprendía la frustración que todos vivieron en aquel entonces hace tres años, pero como bien mencionó, ya habían pasado tres jodidos años y había aprendido la lección. Sumado a eso, no era el mismo Mingi descarriado y que buscaba pleitos por todos lados. Esa faceta suya la había dejado en la secundaria, cuando aprendió por las malas que esa actitud no lo llevaría a ningún lado. Todavía tenía algunos desaciertos, pero como todo ser humano en formación, buscaba corregirlos.
Lo que no parecía ser el caso de esos tipos en cuestión.
—Piérdete —fue la única respuesta que ofreció antes de volver la vista al frente. Yunho se encontraba en el agua, en una prueba de nado estilo libre. Hasta el momento iba haciéndolo bien y suponía que los gritos de Wooyoung y Jongho, aunque mayormente del primero, lo tenían bien aceitado.
—Últimamente lo veo mucho alrededor —continuó el pelirrojo, como si en un principio no hubiera dicho nada—. Al menos tiene una linda cara.
Respirando hondo, Mingi cerró los ojos un momento y procedió a estirar los brazos. Tenía conocimiento de las intenciones de Moonsik, por lo que no debía caer en sus provocaciones y sólo debía de ignorarlo. Sabía que eso golpeaba más fuerte que cualquier cosa que pudiera decirle de regreso.
Sin embargo, con lo intenso que tendía a ser el pelirrojo al igual que sus amigos, no terminó allí y sólo continuó apretando sus botones incorrectamente.
—No podría decir lo mismo de su personalidad —agregó no mucho después, un tono despectivo—. Pero viendo con quién sale, eso dice mucho, ¿no estás de acuerdo?
—¿A quién le interesa su cara? —dijo una segunda voz que pronto reconoció como la de Suol, el pitido agudo y molesto de su cadencia lo hacía resaltar por lejos. Como si el pelinegro nunca hubiera superado la pubertad. Tampoco era mejor que el resto, de ojos chicos y ego grande, no se podía esperar buenos modales—. En lo único que me fijé de él es en su culo gordo. Bastante lindo para ser de un chico.
—Min...
Su cerebro lo registro como una articulación distorsionada junto con el sonido del silbato del entrenador.
—¿Qué mierda acabas de decir?
Ellos dos podían no tener una relación convencional o determinada por ningún concepto mundano, no obstante, Mingi respetaba la persona que era Hongjoong y todo lo que lo componía desde los pies a la cabeza, no sólo porque se estuvieran acostando, por todos los cielos, si el sujeto era asombroso. Un poco complejo de entender en su mentalidad, pero maravilloso al fin y al cabo. Y es todo lo que le importaba.
ESTÁS LEYENDO
Blue - [MinJoong]
FanficEllos no se llevaban ni bien ni mal. No se amaban ni se odiaban. Se hallaban en un punto entre el desconocimiento y la tensión incómoda. Estaban estancados en una distancia calculada y una intimidad ambigua. Lo suyo no tenía una categoría ni una exp...