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Narrador omnisciente

Ambos estaban felices...

Por su parte Julián estaba completo, su corazón estaba completo, bueno... Tan solo le faltaba su familia, pero fuera de eso, el estar con sus amigos, con sashi y con su amada tati, como el solía decirle en sus pensamientos, era feliz, el estar con todos ellos le transmitía un sentimiento calido e inexplicable en el corazón.

Y por otro lado estaba tati, que aún no lograba descifrar lo que su corazón sentía por aquel cordobes, no descifraba si el motivo de las famosas mariposas en la panza eran debido a su enamoramiento al portador de la camiseta numero 9 o tan solo lo que le llamaba la atención era el trato que tenía el hacía su hija.

El estaba segurísimo de que las quería a ellas dos en su vida, en cambio ellas aún no sabían lo que querían de aquel morocho, lo único que sabían era que cada vez el cordobés llamaba más su atención.

—tati.. ana, estas bien?— el cordobés la saco de su insomnio al ver que ella se había quedado tildada.

—si, perfecta, que decían?—miro al grupo de chicos y chicas que la miraban.

—que se acerca una fiesta que se hace todos los años dónde se reúnen todos los equipos de Argentina, con sus respectivas parejas y que es re elegante— le comento el portador de la camiseta numero 13.

—tan elegante?—la mirada de la morocha se desvío al grupo de chicas que asentían.

—demasiado, además pensar que ponerse es un lío porque le tiene que gustar a todos porque si no te queman en todos lados— cuenta Karina.

—y yo te quería preguntar... S.s.si quisieras ir conmigo—el cordobés miro a su enamorada mientras enlazaba sus dedos de los nervios.

—yo?—tatiana se señaló confundida.

—no, la mesera— habló Enzo impaciente ante la respuesta de la chica, sabiendo cuán le había costado  a su mejor amigo preguntarle, recibiendo un zape de su mujer.

—obvio que sí juli—la morocha lo abrazó y el cordobés no podía más de la emoción.

Tan solo de imaginarse a Tatiana entrando de la mano con el y su piel se erizaba.

—vamos lo' pibe araña!—gritaron sus amigos y las mejillas de ambos se sonrojaron.

—pique araña, pique—lo alentó Enzo.

Siguieron hablando de esa fiesta y de varios temas más. Pero la “pareja” estaba más feliz de lo normal, ninguno les podría sacar la sonrisa boba que tenían.
La araña tenía una mano sobre el muslo de su chica y ella tenía su mano sobre está.

—mami, tengo sueño—en su campo de vista apareció una sashi refregando sus ojos.

—veni, princesa—el cordobés la sentó sobre su regazo y la pequeña rápidamente se acurrucó sobre su pecho.

La madre de sashi sonrió al ver esa imágen mientras le ponía las zapatillas a su hija, quién se las había sacado para poder jugar.

—jugaron mucho hoy?—le pregunto con una sonrisa al cordobés al ver que si hija se había dormido en minutos.

—demasiado, se supone que estoy entrenado pero nada le gana a la hiperactividad de una nena de 6 años — la chica río.

—viste lo que es? Una motoneta— rieron.

—queres que vayamos yendo?sashi no es la única cansada al parecer—pregunta el chico al ver como ella refriega uno de sus ojos.

—si no es molestia...—el cordobés negó.

Ambos voltearon a ver a sus amigos pero todos parecían estar igual que ellos así que se despidieron y cada uno se fue por su dirección.




























Que les pareció? Me encantó está forma de narrador omnisciente y a ustedes? Voten y comenten porfavor, quiero saber sus opiniones tambieen :)

Love at first sight | Julián Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora