Love at first sight | Julián Álvarez

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Julián

Me desperté sintiendo un peso sobre mi pecho. Abrí levemente mis ojos y sonreí como tal pelotudo embobado que soy.
Tati dormía plácidamente sobre mi pecho y se me fue inevitable pensar en todo lo que pasó ayer por la noche. Nos habíamos entregado el uno al otro y les juro que fue un conjunto de sentimientos inexplicables.

También se me hacía inevitable pensar en que en tan solo un mes me tendría que ir a Manchester y que me voy a alejar de ellas, porque por más que quiera llevarlas conmigo sería muy egoísta de mi parte, ellas tienen su vida acá en Argentina y yo la voy a tener allá en Inglaterra.

—en que pensás tanto?— su voz me sacó de mi trance.

—en los hermosos momentos que pasamos los tres y lo triste que voy a estar sin ustedes dos allá en Manchester—la mire a los ojos.

—nosotras también te vamos a extrañar muchísimo ju, pero te vamos a ir a visitar cada vez que podamos— sonreí.

—enserio?.

—si, además de que yo no podría no verte por tanto tiempo, sashi te extrañaría mucho y detesto verla triste.

—es más fácil que vayan ustedes, al menos los primeros meses tengo que dar mi cien porciento en el club y no podría andar viajando.

—si, te entiendo, quédate seguro que te vamos a ir a visitar—le dí un beso— y hablando de sashi la voy a tener que ir a buscar.

—te puedo acompañar? No quiero quedarme solo.

—bueno.

Nos levantamos y cómo ella no tenía nada que ponerse, le preste la ropa más chica que tenía y nos fuimos.

—manejo yo, querés?— asenti ante su propuesta y ella se subió del otro lado.

Ella acercó el asiento y yo sonreí, era mas bajita que yo y no llegaba. Arrancó y yo puse música. No pude despegar mi vista de su perfil, se veía concentrada y no despegaba la vista de la calle. Noté que el auto se detuvo y mire.

—queres bajar? Nico te ama— lo dudé pero asenti y ambos bajamos.

Tocamos el timbre y esperamos a que abran. Abrió flor, si no me equivoco, se llama así.

—hola, como les fué? Un gusto soy flor.

—holaa, re bien, estuvo re bueno, ah.. juli ella es la tía floja— nos reímos.

—un gusto soy.

—julian, si ya te conocemos todos en está casa, pasen.

Entramos y ni bien sashi nos vió vino corriendo hacía nosotros.

—mami! Ju!—grito emocionada y nos abrazó a los dos.

—hola princesa/ hola mi vida.

Charlamos un poco con nico, que resultó ser mi fan y luego nos fuimos a la casa de tati.

—mamita te fue bien en la fiesta?.

—si mi vida, nos fue muy bien.

—ju también fue?.

—si, el me invitó hija y vos cómo la pasaste con los tios.

—bien! La tia floja me enseñó a saltar la soga.

—y aprendiste?.

—si! Ahora soy muy buena—nos reímos.

Yo escuchaba sus charlas y moría de ternura y tristeza. Porque no las conocí antes? No quiero dejarlas, no puedo dejarlas, mejor dicho, las necesito conmigo.