La mujer que ahora dejaba de flotar y tocaba el suelo con sus pies descalzos centró su atención en el hombre frente a ella quien se inclinó realizando una pequeña reverencia en señal de respeto para después sonreír y acercarse para abrazar a la mujer el nombre que menciono el dragón mayor le era desconocido.
"Cicate, ha sido un tiempo."
Los observó hablar en un idioma qué no reconocía, la discusión duro poco debido al hombre que se acercaba a la familia que lo recibía con sorpresa la mujer alada, por el contrario. Apareció frente a ellos de un parpadeo.
Le Gruñó en respuesta, no le gustaba que se aparecieran frente a él como si nada. El olor de la mujer llegó a su nariz suave y envolvente tuvo el impulso de fruncirla pero no por disgusto era un aroma atrayente, sintió como los tres cachorros se escondieron entre sus piernas.
"El unificador de la raza demoníaca"
Una sonrisa apareció en los labios femeninos.
"Junto a tres curiosas criaturas"
"No hemos ofendido a nadie al encarnar en estas formas"
La voz temerosa de Bri al hablar buscando excusarse con la mujer ángel frente a él.
"Eso depende de a quién preguntes niña"
No parecía molesta con los cachorros pero tampoco aceptaba abiertamente el nacimiento de los tres en este mundo Gavin buscaba conciliar con la mujer al igual que su hermana.
"No planeamos intervenir con las razas, no tenemos algún plan, incluso nuestros poderes se limitan a los que hemos recibido al nacer diosa"
Apretó los labios ante la última palabra susurrada, diosa, una Jodida Diosa. Hace años que surgían rumores de la desaparición de los dioses y diosas qué gobernaron el mundo, incluso muchos seres ya no creían en ellos. La mujer de sensación etérea se mostró disgustada ante el término usando por Gavin, le Gruñó de mala gana ante el gesto que percibió como amenaza.
"Apártate"
La diosa seguía sin moverse de su espacio y no le gustaba, solo eso, su disgusto no tenía nada que ver con el temor de los niños tras él, ni siquiera con el temblor en la mano que apretaba su pantalon del tercer niño grosero qué siempre tenía una respuesta para todo y ahora no se atrevía a moverse. Nada de eso, solo se debía a la falta de respeto por el espacio personal.
"Cicate"
El hombre pelirrojo qué se acercaba a ellos llamando a la mujer con la intención de presentarla a su familia, el problema, ella no se veía interesada por lo que tenía que decir el hombre.
"¿Qué estás haciendo?"
"Tienes nietos interesantes"
"Oh ¿estos también son mis nietos? hola, que niños tan hermosos soy su abuelo. Mi nombre es Rogan Magnus"
"Hola abuelo"
Los niños no se apartaron de su lado, chasqueo la lengua con fastidio moviéndose a un lado, Gruñó molesto cuando casi tropieza al ser seguido por el trio que se enredaba en sus piernas nuevamente.
"Suéltenme"
"Tío"
Abrió la boca para negar el título impuesto contra su voluntad, pero la alegre voz del anciano Magnus sonó.
"Es un gusto conocerlo Majestad, también ver que se encuentra en perfecto estado"
Observo al anciano que obviamente esperaba ajustar el tenso ambiente entre los menores y la mujer frente a ellos, algo que a su ver parecía imposible. Apretó los labios cuando los brazos volvieron a estar enredados en sus piernas "Carajo ¿no era el protocolo regular buscar a los padres en estas situaciones? A este paso iban a cortarle la circulación en las piernas"
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ARANDEL
FantasyDespués de ser engañado por la santa humana y crear un lazo contra su voluntad Arandel tendrá que recuperar la confianza de su pueblo, su raza, los compañeros y por sobre todo tendrá que recuperar la confianza en si mismo. Desconfianza y dolor que s...