Luces, Camara y ¿Beso?

117 12 17
                                    


¡Coriolanus, reacciona!


Esa voz...


Poco a poco sus ojos se abrieron, aunque estos eran cegadoramente atacados por los rayos de la luz que se colaban bajo la imagen de Katniss Everdeen, pues la poca sombra que hacía está joven no bastaba para cubrirlo, y proteger sus orbes, las hebras de su cabello eran tan finas que el sol podría atravesarlas. Un brillante sufrimiento que quemaba sus ojos obligando a apretarlos y abrirlos poco a poco nuevamente, algo entrecerrados tratando de enfocar bajo lo cegador y el mareo de golpearse la cabeza. Estaba dolorido.


Ah... había algo singular en aquella escena.


El peso sobre él pronto se removió dejandole recuperar el aliento cuando se levantó, era tan pequeña la figura de Everdeen que se escurría fácilmente, como una serpiente enredándose en su propio cuerpo como si solo fuera la rama de un árbol, con su pierna entre las suyas, solo sus muslos cubiertos de la tela separandolos.


¿Qué no acababa de vivir esto? No, había algo diferente.


En las mismas sensaciones, el peso del cuerpo, la texturas de las telas y su fricción, las posturas tomadas, todo era diferente.


Aquella sombra más consciente que le protegía parcialmente su rostro volvió a estar encima suyo, con la presencia de su portadora a su lado, de rodillas y sentada sobre sus talones.


–Cielos, ¿te rompiste algo?, hey, ¿Me escuchas? Si te mueres aquí y ahora todo estaremos muertos mucho antes de pisar tu arena. Por favor, reacciona.


Nuevamente, esa voz...


Cuando la imagen se hizo más clara noto su piel oliva, sus ojos marrones y se percató por fin de sus labios: indiscutiblemente conocería esos labios de tentación y perdición, los reconocería en el más cruel sueño o la más hermosa pesadilla.


— Lucy Gray.


Siente que acaba de perder la razón por completo. Ni la más alterada paranoia, ni el más fuerte y letal de los venenos alguna vez le pudo producir una alucinación como tal, aunque está seguro que no es debido al indiscutible reciente golpe que recibió en la cabeza. ¿Por qué? Simplemente es algo que se sabe.


"Pastelito de nata, es bueno que sigas de pie." Por un momento le pareció escuchar con la bonita imagen de su sonrisa, pero el grito de un conductor realmente interesado en conseguir su atención, Lucretius "Lucky" Flickerman, junto a los pajarillos alrededor ensordecio sus palabras y robo su atención, por desgracia cuando estuvo por alcanzar con sus dedos en caricia su mejilla.


—¡Oh vaya, eso es algo que no se ve todos los días!


Expresó el locutor al cual en distracción giro, vio e inevitablemente sonrió, mas al volver su mirada a la mujer junto a él noto se encontraba acariciando su rostro, el rostro de Katniss Everdeen.


—¿Qué estás haciendo? — Tartamudeo un poco, como si la hubiera puesto nerviosa y al mismo tiempo demasiado molesta.

EL CANTAR SIN VERSO DE LA NIEVE Al LLEGAR INVIERNO - CORIOLANUS SNOW ¿HAREM?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora