Perlas y Margaritas al Cerdo

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La reprimienda que le esperaba en el colegio por Casca no se hizo esperar.


Apenas había puesto un pie en el aula designada y sintió al mismísimo creador de los juegos del hambre, el decano Casca Highbottom, pavoneandose en su falsa superioridad moral, aún drogado la mayoría del tiempo queriendo borrar lo que entre broma y broma asomaba su verdadera naturaleza. Ese hombre... todavía se creía digno y capaz de "ponerlo en su lugar", pero Coryo no debía demostrarle nada, nada más que su victoria y así disfrutar el momento de su muerte un poco más.


— Su pequeña excursión al zoológico quebró varias cláusulas del reglamento de la academia, una de ellas muy importante.


— Déjeme adivinar: ¿Poner en peligro la seguridad de un estudiante? — Respondió Coriolanus apenas viéndolo como la poca cosa y tomo su respectivo lugar junto al joven Plinth.


Los ojos de Casca se abrieron en molestia con la osadía de su respuesta.


— E insubordinación, debo agregar.


— No es gracioso, Coriolanus. Fue realmente asqueroso. ¿Cómo pudiste besar a esa patética ubicada entre la peor bazofia de los distritos? — De inmediato tomo la oportunidad para rebajarlo nada más y nada menos que su querida futura esposa.


— ¿No te parece más repulsivo la forma en la que describes a otro ser humano? — Señaló de inmediato un molesto Sejanus levantándose de su lugar. Como un cazador haciéndose más grande ante su presa, o como la presa queriendo aparentar lo que no es.


— Por favor. El capitolio y los distritos están en niveles por completo diferentes, ellos mismos saben dónde pertenecen. — Antes de darse el lujo de continuar su discurso como un mesías iluminando sus ojos resoplo con su descarada y horrible sonrisa. Coriolanus no se equivocó al escogerla como mujer: definitivamente era irritante, pero había olvidado que tanto lo era en su juventud, no es de sorprender de cualquier forma Livia Cardew siempre será Livia Cardew— Ha sido el peor intento de entretenimiento que ese locutor la llamara en pocas palabras "candente" cuando todos ellos están a un soplido de morir y que Coriolanus se prestará a ello, increíble, jamás pensé cayeras tan bajo al jugar sucio. Una creería que dada tú personalidad y cuna Snow tendrías más clase y mejor gusto.


El conflicto verbal volvió a él como una pelota de ping pong.


— Es verdad, primor. — Soltó sin mucha más explicación que por ahora arriesgará su futuro "garantizado"


Con aquella respuesta más de uno quedó extrañado, desde un Festus, Arachne, Apolo, Diana, Lysistrata hasta un Sejanus con el ceño fruncido lo miraron en busca de la más coherente explicación alguna, ¿Era una resignación?, ¿Una burla?, ¿Sarcasmo?. No obstante, seguían en el aula y una figura de autoridad tomo la palabra en su lugar.


— Y dado a su comportamiento, quizás deba considerar prontamente su retiro obligatorio de la mentoría.


Ah, querido decano. Usted siempre tan justo e imparcial...


EL CANTAR SIN VERSO DE LA NIEVE Al LLEGAR INVIERNO - CORIOLANUS SNOW ¿HAREM?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora