III. El pacto.

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III.

A la mañana siguiente, Erik fue el primero en despertar. Charles a su lado derecho parecía dormir plácidamente. Su rostro sereno y sus facciones pequeñas y gráciles le provocaron unas inmensas ganas de tocarle el rostro, de delinear esos pequeños y carnosos labios rojos. Él lo estaba contemplando y como la edad solo había acentuado su belleza, una que probablemente tenía desde muy joven.

La sonrisa de Charles lo tomó por sorpresa,

—Eso que haces, cariño, debería considerarse acoso, - Erik sonrió y negó,

—Lo siento, pensé que aún dormías,

—Solo bromeó, Erik, - este soltó una pequeña sonrisa, —Desperté en la madrugada y me costó un poco conciliar el sueño de nuevo. Cuando eso me sucede me levantó y pongo un poco de música. Pero no quería despertarte, así que durante ese tiempo estuve pensando mucho y llegué a la conclusión de que deberíamos firmar un contrato de confidencialidad, - Erik asintió primero, Charles sonrió,

—Sí, Charles,

—Quiero que en ese contrato se estipule que tenemos estrictamente prohibido hablar con nadie sobre este trato. El que incurra en ese delito, deberá pagar una suma millonaria al afectado, - Erik frunció el ceño, —Así que está estrictamente prohibido que mencionamos esto. Así que mi hermana, su esposo o mi madre entran dentro de esas personas y lo mismo sucede contigo, Erik. Nadie debe saber que estamos haciendo esto,

—Lo entiendo, Charles, - Erik tomó aire por la nariz de forma profunda antes de hablar, —Yo no tengo familia, Charlie. Mis padres murieron cuando yo tenía doce años y después fui llevado con unos parientes lejanos, los cuales no perdieron oportunidad de sacarme de su casa cuando cumplí la mayoría de edad, desde entonces perdí todo contacto con ellos. Y con respecto a amistades, no soy un hombre muy sociable, la única amiga que conservo ahora vive en Alemania con su esposo, el cual me detesta. Pienso que Sebastian siempre creyó que Emma y yo tuvimos un amorío en algún momento, pero la verdad es que no, Charles. Jamás me he sentido atraído hacia las mujeres, - Erik sonrió y Charles por igual,

—En ese aspecto congeniamos totalmente, Erik, - Charles suspiró y sonrió de nuevo, después hizo un pequeño gesto con los labios antes de hablar, —Te das cuenta de que hemos hablado de cosas importantes que debemos saber el uno del otro con tanta naturalidad y facilidad como si tuviéramos años de conocernos,

—Así es Charles, tú me das ese sentimiento de seguridad y confianza, - Charles sonrió levemente,

—Y tú a mí, Erik, - suspiró levemente, —Mi padre murió un poco después de que quedará ciego. En aquel entonces él deseaba que desposara a Moira McTagger, una querida amiga e hija de uno de sus socios. Ella siempre supo sobre mi sexualidad y me dijo que cometeríamos un gran error al contraer matrimonio para que yo quedara al frente de la empresa. Así que decidí no casarme y confesarle a mi padre sobre mi homosexualidad, - Charles bajó el rostro, —Pienso que fue una decepción grande para mi padre, tanto que lo hizo formular la cláusula que ahora me tiene a punto de casarme contigo, Erik. Al principio pensé que sería sencillo enamorarme y casarme con algún hombre que me amará, pero no fue así. Créeme que me llevé grandes decepciones y dejé de buscar el amor. Es por eso que ahora necesitaba a un hombre que fuera mi esposo para poder quedar al frente del corporativo de mi padre. Kurt Marco su socio y quién ahora está al frente de Xavier y asociados, impuso la cláusula de que el matrimonio que contrajera debería durar por lo menos un año para tener la validez y que así yo al cumplir con ambas cláusulas pudiera quedar al frente del corporativo, - Erik se aventuró a tomar la mano ajena,

—Vas a recuperar tu corporativo, Charles y yo estaré ahí para apoyarte, - Charles sonrió,

—Y tú obtendrás tu residencia y después te ayudaré a que consigas tu ciudadanía, Erik, - ambos apretaron sus manos sonriendo, —Llamaré al abogado para que venga mañana mismo, no quiero que esté nadie que pudiera escuchar algo que nos comprometa a los dos, - Erik asintió,

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