NAVIDADES CHERIK

XV. El pacto.

XV.

Erik colocaba las mancuernillas a las mangas de su camisa con total tranquilidad frente al espejo. Afuera en la sala, Charles esperaba por él, sentado en el sillón. Las luces del pino navideño en tonalidad cálida se reflejaban contra su rostro y hacían que sus ojos azules brillarán en tonos turquesa. Escuchó el ruido de la puerta al ser abierta y su esposo salía de la habitación, al igual que él vestía un esmoquin negro, acordé al evento al cual asistirían.

Erik observó a Charles y parecía menos tranquilo que él,

—Mi amor, ¿Estás listo para irnos?, - Charles asintió y se puso de pie, suspiró y dijo algo para desviar la atención de su esposo,

—No puedo creer que en plena Noche Buena tengamos que salir de casa para firmar la sucesión de la empresa de mi padre, - Erik sonrió,

—Eso es lo único que falta para sellar este pacto que tenemos, Charles. Ya hace meses que soy un residente norteamericano, - Charles sonrió y negó con la cabeza,

—Ahora puedes ser libre de nuevo, - dijo de forma juguetona y ahora fue el turno de Erik para sonreír,

—Ni en mil años vas a poder librarte de mí, Charles, - este sonrió y negó,

—Y eso es lo que menos deseo, mi amor. Quisiera que te quedará eternamente conmigo, - Erik sonrió,

—Te amo, Charles, - este subió su mano hasta encontrar el pecho de su esposo, después la subió un poco más hasta su rostro y los deslizó por la piel afeita de su mejilla y delineando sus labios,

—Bésame, - Erik no perdió ni un segundo para cumplir su petición. Ambos se besaron con intensidad en medio de la sala con el calor del crepitar de la chimenea y la iluminación perfecta de las pequeñas luces de la decoración de su hogar, —Yo también te amo, Erik, - le susurro Charles en los labios a su esposo,

—Amor, - Charles asintió, —Tengo algo importante que decirte, pero será después de la firma y la cena, - el tono serio de Erik lo desconcertó,

—Claro, - no quiso indagar más, pero ese tono de voz en su esposo era poco común, —Entonces deberíamos irnos ahora. Así no alargaremos más la noche, la verdad es que hubiese preferido pasar contigo la Noche Buena aquí en casa, con una cena preparada por ambos y estar aquí, solo nosotros dos con nuestro hermoso perro,

—Lo sé, amor. Pero esto es importante para ti y para tu familia. Que la empresa de tu padre vuelva a tus manos es algo trascendente, Marko tenía en mente apoderarse de lo tuyo y tú simplemente cumpliste con esas cláusulas y ahora recibirás lo que es tuyo por derecho, - Charles suspiró,

—No lo habría hecho sin ti, cariño. No solo por lo de la boda, sabes que me refiero a toda tu ayuda dentro de la empresa,

—Sé a qué te refieres, mi amor, - Charles sonrió y suspiró, Erik lo besó de modo fugaz antes de salir del departamento.

La cena baile, fue en un majestuoso salón dentro de un importante hotel al centro de Manhattan. Ellos habían cenado e incluso bailaron un poco para deleite suyo y de los ojos curiosos que no despegaban la vista de ellos. Algunos con afán de comprobar que Charles estaba mejor que nunca, recuperado de la apoplejía que había sufrido meses atrás y porque su matrimonio parecía un sueño. Los socios sabían bien que las ideas dentro del corporativo eran del primogénito de los Xavier, pero también sabían que para que ellas se pudieran gestar, Lehnsherr tenía el control e injerencia sobre ellas. Al punto de que Erik fue el encargado del corporativo durante los meses de convalecencia de su esposo. Ahora, al ver los excelentes resultados de su gestión, le habían propuesto a Charles que su esposo asumiera la vicepresidencia de Xavier y asociados. Erik no sabía nada al respecto y Charles esperaba que aceptará, eso era lo que lo tenía intranquilo porque era parte de la sorpresa esa noche.