II. El pacto.

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II.


Charles se detuvo cuando Erik le indicó que estaban fuera de su departamento. Desplegó su bastón y subió los escalones tocando cada uno para ubicarlos, al llegar al descanso lo plegó. Sacó sus llaves y tocó la superficie en ellas, Erik pudo observar la serie de patrones en la superficie, eran relieves para diferenciarlas entre sí. Lo vio tomarse su tiempo para encontrar la ranura de la llave. Quiso ofrecer su ayuda, pero sabía que eso ofendería a Charles, por eso espero con paciencia a que esté abriera la puerta y le permitiera pasar,

—Adelante. Ponte cómodo, por favor. Voy un momento a mi habitación,

—Sí, Charles. Gracias, - Erik se sentó en el sillón de una plaza y vio a Charles avanzar por el pasillo tocando la pared hasta la habitación del final.

Unos minutos después lo vio salir de la habitación sin su saco y con el cabello un poco desordenado, lo observó avanzar tocando las cosas a su costado con la mano derecha,

—¿En dónde te encuentras?,

—Estoy en la sala, en el sillón de una plaza, - Charles siguió guiándose tocando el borde del sillón hasta que decidió sentarse justo en el que estaba a un costado de Erik. Sonrió levemente antes de hablar,

—¿Y cómo fue?, Erik, - este lo observó sin comprender su pregunta,

—¿Cómo fue qué? Charles, - este sonrió de nuevo, se quitó las gafas dejándolas a un costado,

—¿Cómo fue que tú y yo nos conocimos, Erik?, ¿Cuál es esa historia que debemos contar?, siempre habrá algún curioso que quiera saber cómo fue que tú, un hombre tan joven y yo, estamos juntos y a punto de contraer nupcias, - Erik lo observó y como su rostro pasaba por diferentes estados de ánimo, en fracción de segundo,

—En un café, - dijo de forma rápida, Charles sonrió de lado,

—Demasiado trillado. Debe ser algo, diferente. Vamos, ayúdame a inventar una historia en la que tú y yo podríamos ser un par de tipos comunes que se enamoran de la nada, - Erik no podía dejar de observarlo. Charles le gustaba y no sería difícil imaginar cómo en un mundo idílico ellos podrían haberse conocido y enamorado a sí, sin más,

—Fue en el centro de cultura literaria de Brooklyn, - Charles sonrió, —Yo estaba ahí porque soy voluntario y tú acudiste acompañado de tu hermana a buscar libros en Braille, - Charles volvió a sonreír, —Yo estaba en la sala contigua leyendo a un par de personas, - Charles suspiró,

—Yo escuché tu voz y decidí sentarme a terminar de escuchar tu relato, - ahora Erik fue que sonrió de modo amplio,

—Después de que terminé el capítulo, tú te pusiste de pie y le pediste a tu hermana que te acompañará hasta mí, - Charles sonrió malicioso,

—Me acerque a ti para saludarte y decirte que tienes una hermosa voz y que deseaba seguir escuchando los siguientes capítulos,

—Yo te alenté a regresar el día jueves para continuar con la lectura,

—Y yo acepté. Acepté porque tu voz me transmitía un sin fin de emociones, - Charles suspiró y un largo silenció se formó antes de empezar a hablar de nuevo, —Me gusta, - Erik frunció el entrecejo, —Tu voz me gusta y claro que ese habría sido yo si te hubiese escuchado leer,

—Podría leer para ti, si así lo deseas. Estaremos juntos en este piso durante mucho tiempo y debemos crear pasatiempos para estar cercanos y conocernos más, al final del día seremos esposos y pienso que debemos conocernos para que las personas a nuestro alrededor nos vean como a una pareja, - Charles sonrió,

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