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Pov Becky

-doctora- ¿Qué me está pasando? ¿Por qué mi cabeza sigue en ese beso? -¡DOCTORA!- salto en la silla y miro a Martin que me mira con el ceño fruncido.

-perdón. Estoy algo distraída- digo apenada.

-¿algo? Doctora, usted tiene la cabeza en las nubes. Aquí están las fichas de los pacientes del box 2 y 6- me pasa los papeles. Sonríe de medio lado y luego se va.

¿Dónde tengo la cabeza? Leo los expedientes pero no me puedo concentrar. Freen Chankimha es lo único que aparece y más cuando recuerdo su beso. No sé porque me afecto tanto, bueno en realidad tengo una leve idea.

Tanto tiempo pensando en realizarme profesionalmente, que deje de lado crecer como persona, como familia. Mire a un futuro laboral pero nunca mire a un futuro, donde estuviera rodeada de alguna persona que me amara que no fuera mi padre.

Anoto unas cosas en la hoja de vida y pido unos exámenes para el paciente del box 6. Me levanto del escritorio con una misión, tengo que hablar con Freen.

Pero cuando me levanto, el pie se me dobla. Aún está débil, ya que en la mañana me sacaron la bota pero tuve un turno extra en la noche. Freen también está de turno pero no la he visto. Sobo la parte que se dobló y cuando vuelvo a pisar, no se dobla pero esta resentido. Me duele pero no tomare ningún medicamento.

Salgo y le entrego las fichas a Martin para que realice los exámenes y busque al doctor de oncología. Tengo la leve sospecha de que el pequeño del box 6 tiene leucemia. Se, que no soy especialista pero he leído los síntomas y ese niño tiene varias. Ojala y no sea eso, no me gustaría que un niño de 12 años pasara por un tratamiento tan fuerte y tan agotador.

Llego a la sala de descanso de los doctores. Freen intentó quitarse el turno de 24 horas pero no pudo. Así que Kanya me ayudo con Aroon mientras me sacaban la bota. Charlotte nos ha cambiado los turnos como ha querido y tenemos turnos extras hasta como en tres meses.

Lo único que sabemos es que en unos días podría llegar un nuevo doctor. Es en un cirujano plástico y es de renombre. También llegaría una gineco-obtetra. Por lo menos, con ellos dos podríamos cubrir algunas necesidades, que tanta falta nos hacen.

Llego a la habitación y abro con cuidado. Hay una litera ocupada, así que me dirijo a ella. Cuando observo de quien se trata sonrió.

Freen está dormida profundamente. Esta abrazada a un cojín y está tapado hasta las orejas. Su rostro tiene un poco de ojeras pero lo demás está bien. Se, por Martin, que estuvo en una operación complicada, de casi 5 horas. Debe de estar agotada. Me siento en el hueco que dejo y comienzo a acariciarle la cabeza.

Ella se remueve pero no despierta. Entierro mis dedos en su cabello y con las uñas, levemente, rasguño su cuero cabelludo. El jadea y sonríe.

-Freen- digo en un susurro. Ella deja de abrazar el cojín. Se remueve pero no despierta.

-Freen- digo un poco más fuerte. Ella sin abrir los ojos, me toma de la cintura y me deja a su lado. Esconde su cabeza en el hueco de mi cuello. Toma mi olor y lame mi cuello. Un escalofrió pasa por mi espalda.

-Freen, despierta- le digo.

-no quiero. Hueles bien y además eres calentita- dice y me aprieta más a ella.

-¡Sarocha!- digo intentando contener la risa.

-¿Qué?- dice cuando abre los ojos. Cuando me ve y ve lo que está haciendo conmigo, se sonroja. Lo miro sorprendida.

-estás sonrojada- le digo.

-yo... yo... pensé que estaba soñando y no me sonrojo- levanto mi ceja.

-y soñabas, ¿conmigo o con otra mujer?- digo Ella se vuelve a sonrojar.

-¿me creerías si te digo que estaba soñando contigo?- niego con la cabeza. ¿Quién soñaría conmigo?

-no lo creería- le digo. Ella frunce el ceño y me mira.

-¿Por qué te menosprecias? Eres una mujer guapa, joven y con un cuerpo de infarto. Eres cariñosa, hogareña y tierna. Tienes carácter, eres fuerte, capaz de caerte y levantarte. Podría seguir y seguir. Nadie, y créeme que cuando digo nadie, me hubiera ayudado con Aroon- dice y escondo mi cara en el cojín.

-¿Por qué dicen eso de mí? No me considero así. Solo hago lo que me dicta mi corazón- digo. Intento colocar una mano en su pecho para salir de su abrazo pero no me deja.

-¿Qué te han hecho para que no confíes en la gente?- levanta mi cara para que lo mire.

-quizás, nunca he podido confiar en la gente, ya que solo éramos mi padre y yo. Y cuando él se fue, pues mi círculo se cerró. Quede sola y mi abuela siempre me ha hecho la vida imposible. Me quito el dinero, me quito la tranquilidad que tenía- digo conteniendo las lágrimas –a veces me da ganas de mandar todo a la punta del cerro. A veces lo único que quiero es llorar hasta caer dormida pero no puedo- digo respirando profundamente.

-porque eres fuerte. Es por eso que no puedes llorar así. Te han criado para no rendirte jamás- dice mientras coloca un mechón de pelo detrás de mi oreja. -pero a veces no me quedan fuerzas para seguir siendo fuerte- ¿Por qué estamos hablando de esto?

-Freen...- la interrumpo.

-¿Por qué me besaste?- le pregunto. Ella se sorprende pero luego se recupera.

-porque tenía ganas de hacerlo- dice.

-¿Por qué?-

-porque siento algo por ti. Me atraes y quería besarte. ¿Tan malo estuvo?- dice mirándome.

-no. Mis piernas quedaron como gelatina- coloco mi mano en la boca por mi falta de filtro. Veo que ella sonríe y mis mejillas toman un color rojo que el tomate a su lado queda blanco.

Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora