26

1.4K 145 4
                                    

Pov Becky

-doctora, debería ir a descansar. Ha estado trabajando más que nadie. Es cierto que la intoxicación fue masiva, pero aun así debe descansar. La mayoría de los niños ya están estabilizados- dice Martín. Restriego mis ojos una vez más.

-no puedo dejarlos solos. El segundo pediatra no llego- digo con voz cansada.

-doctora, los niños ya están siendo monitoreados. La doctora Austin ha destinado a médicos internistas para que la ayuden. Aún quedan dos de ellos. Puede descansar- dice. Juro que eso, suena tentador.

-iré a dormir unos minutos. Cualquier cosa que llegue, me avisas- digo. Me levanto con cuidado y salgo de la oficina. Camino hasta la sala de estar. Coloco el hervidor y busco una taza. Abro mi cajón, saco una bolsita de té y un poco de azúcar.

La noche ha sido muy larga. Desde que tome el turno en urgencia no he parado. Por algún motivo, una cantidad no tan razonable de escolares se intoxicaron con comida en mal estado. Algunos han estado con diarrea y vómitos. Los demás con nauseas, dolor de cabeza y punzadas en el estómago.

Según el listado que está en mi oficina, por mi oficina han pasado 32 niños, de los cuales 26 han sido dados de alta y 6 de ellos están en observación. Según información extra oficial, aproximadamente fueron más de 200 alumnos los que consumieron la colación. Pan con huevo. Huevo que perdió su cadena de manutención.

Hundo la bolsita tres veces y luego la dejo a un lado. No me gusta cargado, dos cucharadas de azúcar y lo bebo. Al principio me quemo, pero unas cuantas sopladas queda a una temperatura pasable.

Varios bostezos se escapan de mi cuerpo mientras bebo. Cuando la termino busco una manta y me dirijo a una de las camas. Sin pensarlo dos veces, me acomodo en la pequeña cama y antes de quedarme dormida logro colocar la alarma del teléfono para que suene en una hora.

La cama baja. Alguien está en la cama, que estoy ocupando. Abro los ojos alarmada y escucho que alguien se ríe desde mi espalda.

-no debes asustarte. Solo soy yo- dice Freen. Se acomoda en mi espalda y me abraza, dejando su mano en mi vientre.

-estaba durmiendo, Freen. ¿Qué esperabas?- digo suspirando cuando deja un beso en mi cuello.

-lo sé. Te estaba buscando pero no te encontré. Martin me dijo que casi te obligo a dormir un rato- dice seria.

-he estado bastante ocupada. No creo que llegue a mañana, cada vez llegan más- digo. Con cuidado me doy la vuelta quedando frente a ella.

-varios de nosotros tenemos operaciones programadas y hemos estado más ocupados desde que entre no había salido de pabellón hasta ahora. Sabes que las operaciones de cabeza llevan su tiempo y no es como hacer un corte y sacar- dice mirándome.

-lo sé. Mis operaciones son más rápidas y un poco más sencillas pero aun así, siendo que no hay pabellón, estoy más exhausta que nunca- digo mientras juego con un botón de su camisa.

-conozco varias cosas que te pueden ayudar para que ese estrés se vaya de manera más rápido- dice mientras besa mi nariz.

-¿Cómo cuál?-

-es algo sencillo. ¿Quieres que te enseñe alguno?- dice seductoramente. Antes que pueda decir algo, Freen me está besando como si su vida dependiera de ello.

-Freen- digo en un gemido.

Busca, mientras besa mis labios, el cinturón de mi pantalón. Lo abre y con ello, baja el cierre y comienza a jugar con el elástico de mis bragas. Pero no baja sino que comienza a acariciar mi vientre.

Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora