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Pov Freen

Los gritos provenientes de la habitación se escuchan por todo el hospital. El guardia que estaba cuidando la puerta, recibió un golpe que lo dejo inconsciente y con la nariz rota. Escucho que son varias las personas que están en la habitación.

Entro, veo que hay una mujer escondiendo a un pequeño que tiembla de miedo, delante de ella esta Rebecca. Ella los está protegiendo de un hombre que por su postura, se ve que esta tenso e incluso furioso.

-por favor, mi abuela es capaz de venderle el alma al diablo para lograr lo que quiere- dice Becky enojada.

-¡No hables así de mi madre! ¡Respétala!- gruñe el hombre, que supongo que es el tío.

-¡Yo la respetare cuando se merezca mi respeto! ¡No cuando me obliguen! Ella ha intentado destruir mi vida mediante sus imposiciones, pero conmigo no puede. ¡Ella es la peor mujer que he conocido!- el hombre al escuchar las palabras se tensa y se acerca a ella.

Se a lo que va, pero no lo permitiré. Nadie, absolutamente nadie le ahora daño. Becky cierra los ojos al ver que el hombre levanta la mano para golpear. Detengo su mano y agarro su muñeca con fuerza. El hace una mueca pero no lo suelto.

-no te atrevas a pegars a mi mujer. Si sabes lo que te conviene no lo hagas- digo con voz ronca.

Becky me mira sorprendida y no lo entendido hasta que reviso mis palabras. Mi mujer. Eso fue lo que le dije. De cierta manera es mi mujer. Ella me pertenece. Vive en casa, duerme en una de mis camas comparte mi comida, mi luz y mi agua y lo más importante, mi hijo la ve como una madre. Esta dicho, ella es mi mujer y punto.

-y tú, ¿Quién eres? ¿La zorra de mi sobrina? ¿La que le da placer para hacerla feliz? ¿O con quien se acuesta para que la mantengan?- dice con sarcasmo. Este tipo me está cayendo mal.

-no hables mal de ella. Becky es una excelente persona- digo.

-ja. Ella no es nadie. Es una simple huérfana que no tiene ni un peso. Mi madre, quiere que se haga cargo de una empresa que está en banca rota- dice riendo

-¿Cómo que en banca rota? Eso es imposible. Mi padre dejo la empresa en un estado bueno, con muchos negocios que estaban dejando muchos ingresos, pero... mi padre siempre dijo que si la empresa quedaba en sus manos, lo más probable es que quebrara, ya que no sabía hacer nada, salvo gastar dinero creyéndose el dueño, cuando en realidad la dueña soy yo- dice enojada.

-si fueras la dueña, te habrías echo cargo de ella. Yo no tengo porque matarme el lomo para seguir haciendo tu dinero- dice enojado. Veo que Becky toma una respiración profunda y levanta su rostro.

-mi dinero. Eso es una mentira. Usted y mi abuela se han quedado con cada centavo de la empresa. Desde hace meses que no recibo nada de la empresa. Tu madre lo único que ha hecho es obligarme a tomar posesión de la empresa, pero con lo que me acabas de contar, no pienso hacerlo- gruñe.

-¿Cómo que no te harás cargo? ¡Eres la dueña!- le grita.

-basta de gritar. Estamos en un hospital- digo calmadamente.

-tú no te metas- dice y me empuja. Esto es el colmo. Este hombre me canso.

-no me vuelvas a tocar. Gente como tú, me da asco- le digo.

-bueno, espero que esto también te de asco- dice y sin verlo me propina una golpe en la mejilla. Se escucha el jadeo de la mujer y el grito de Becky.

-¡Basta! ¡No tienen por qué llegar a los golpes!- dice. Uno de los guardias saca al hombre de la sala y lo entrega a la policía. Le doy una mirada al policía y me confirma que lo dejaran detenido. El moretón que tengo en la cara, es la prueba suficiente para dejar allí, por un tiempo.

-por Dios Freen, mira cómo te dejo- dice Becky cuando me mira. Con cuidado pasa sus dedos por el moretón y su simple contacto, me hace querer más.

-nunca más hagas eso Becky. No quiero que te enfrentes a ese hombre de nuevo. No me gusta que lo hagas. Casi te pega- digo frustrada.

-lo sé. No va a volver a ocurrir. Es solo que no puedo soportar que tratara mal al niño. Al final de cuentas parece que es mi primo- dice triste mientras mira a la mujer.

-¿Qué harás? ¿Le pedirás una prueba de ADN?- le pregunto.

-no. Eso no es necesario. Solo hay que pedirle que se suba la camisa y me muestre la espalda- Frunzo el ceño.

-¿Por qué?-

-todos los que llevamos el apellido Armstrong tenemos una marca de nacimiento que se encuentra en la espalda. Si él la tiene, entonces es mi primo- dice levantando los hombres.

-¿Qué harás si resulta que es tu primo?- le digo.

-te pediré un poco de dinero y se lo daré para que comience una nueva vida. No tengo que más darle. No tengo una casa o un hogar al cual la pueda llevar- dice tristemente.

-mi casa es tu casa- le digo.

-pero, ¿Por cuánto tiempo?- la miro extrañada.

-¿Por qué estas dudando ahora?-

-porque ahora sí que no tengo nada. Con lo que me acaba de decir mi tío he confirmado que entre mi abuela y él, han destruido lo único que tenía- dice y se sienta en una silla.

-pensé que eso lo dabas por perdido- digo.

-pero nunca pensé que sería todo peor. Cuanta gente va a quera sin trabajo por la negligencia de ellos. Mi padre tiene que estar revolcándose en su tumba por esto- dice.

-yo... lo siento por interrumpir pero quiero saber que va a pasar con nosotros- dice la mujer.

-por ahora necesito que el niño se quede unos días. Como no me ha dejado examinarlo, quiero que estés presente y me ayudes. Solo con mirarlo puede ver que su rodilla esta inflamada pero necesita una radiografía pero conmigo no se dará. Es solo por un par de días- dice mientras llena unos papeles.

Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora