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Pov Becky

-este lugar es gigante. ¿De verdad te lo prestaron?- digo cuando llegamos al yate. Es grande pero no es el más grande que existe.

-Bec, el dueño de este lugar es un amigo que tengo desde hace años. No es la primera vez que me lo presta- dice. Aroon se mueve en mi pecho. Decide llevar el canguro que la silla. Me gusta sentirlo cerca de mi pecho, así está más tranquilo y más calentito.

-de acuerdo. ¿Me ayudas con las cosas? En la parte trasera esta la silla pero me gustaría traerla, así lo podemos dejar dormir en algún lugar seguro- digo mientras acomodo la pañalera en mi hombro.

-no te preocupes. De hecho mi amigo quería dar de baja este yate y lo puso a la venta. Le mostré mi interés y me dijo que solo quería el valor que tiene después de 6 años de uso. Fuimos a la importadora y nos dijeron que el yate tiene un valor actual de 600.000 dólares- lo miro asombrada.

-¿tanto?- digo.

-Bec, el valor del yate es de 2.000.000 de dólares nuevo. Con la depreciación del mismo quedo en ese valor. Esta como nuevo- la miro horrorizada.

-Freen, eso es mucho dinero. Tienes más dinero que sentido común- digo.

-Bec, es solo dinero. Además creme que más de alguna vez querrás venir aquí cuando no quieras saber nada más del hospital. Lo necesitaremos, yo lo necesito. Sé que ahora que estas de día solo podremos venir los fin de semana cuando mis turnos lo permitan. Así que lo aprovecharemos lo más que podamos- dice sonriendo.

-de acuerdo. Si tú lo dices- digo. Veo que busca unas cosas en el maletero de auto y me guía hasta dejarme en la sala del yate. Hay un sillón en forma de U. Tiene muchos cojines en distintos colores y formas. Se nota que no pertenecía a Freen No es muy su estilo.

Vuelve a salir, mientras investigo que es lo que hay. A unos cuantos pasos del sillón hay unos muebles y una cocina, además de un lavaplatos y un mesón que se puede usar para cocinar. Me quedo impresionada con lo que he visto, siendo que no he visto ni los dormitorios ni el baño.

Camino hasta llegar a una habitación donde hay una cama de dos plazas con una pequeña mesa. Hay un closet que ocupa una pared completa, desde inicio al fin de esta. También hay una cajonera con un espejo. Las pequeñas ventanas permiten ver el mar en su esplendor. Pero hay algo que llama mi atención.

En un lado de la cama, hay una pequeña cuna. Tiene sabanas de color azul cielo y un cobertor de color azul con pequeño barcos en él. Tiene una pequeña almohada y en una de las esquinas hay un móvil. En cada una de sus manos hay un objeto. Hay autos, aviones, barcos y hasta una bicicleta. Ha pensado en todo.

Con cuidado saco de la pañalera, una manta blanca. Tiene la textura de un corderito y es muy suave. La coloco sobre la cama y luego saco a Lucían del canguro. Al principio se pone inquieto pero al entrar en contacto con la manta se tranquila. Reviso su pañal pero está seco. No tiene sueño, así que supongo que tendré que jugar un poco con él.

-nena, ¿Dónde están?- pregunta Freen desde la sala.

-en uno de los cuartos- digo mientras saco todas las cosas que venían de la pañalera mientras vigilo a Aroon.

-veo que ya viste nuestro dormitorio- dice. Levanto una de mis cejas.

-¿nuestro cuarto?- digo ella se acerca a mí por la espalda y luego me abraza, dejando sus brazos debajo de mi busto.

-si. No dejare que duermas en otra cama más que la mía. En el departamento dormimos juntas, solo cuando me toca turno de noche no, pero la mayor parte del año compartimos las mismas sabanas- dice detrás de mi oreja. Su aliento acarician mi lóbulo y mi cuerpo se estremece por completo.

-supongo... que está bien... para mi...- digo voz ronca.

-debes de estar tranquila. No hare nada que no quieras. Aunque debo reconocer que dormir contigo, sin poder aprovecharme de ese cuerpo, se me está complicando bastante- dice. Al final termina mordiendo mi oreja y sale de la habitación pero conociéndolo, debe de tener una estúpida sonrisa en mi cara.

Idiota Eso es lo que es una gran idiota.

Busco en las cosas que hay un refrigerador, no es muy grande pero permite mantener lo básico, algo para cocinar Lo que pensé que era un mesón, en realidad es una mesa plegable debajo de esta hay una pequeña congeladora, donde Freen dejo la carne.

Estoy pensando hacer un poco de arroz blanco, con una tortilla de jurel y unas cuantas ensaladas frescas. Desde que la nutricionista me dijo que tenía que comer sana y nada de mesclar arroz con carne o fideo con carnes, he estado buscando sustitutos. El pescado, las salsas de verduras y las tortillas son mis aliadas. Por mi menos Freen nunca ha alegado por eso.

El yate ya está en movimiento y según Freen, llegaremos a donde sea que quiere llegar como en una hora. Así que busque en la ropa que traje algo cómodo Moví los sillones que formaban una U, de tal manera que pude formar una cama. Allí puse la manta blanca y deje a Aroon. Busque la forma de colocar el móvil y no tengo ni idea de cómo lo logre pero en este momento, está intentando alcanzar los móviles con sus manitos.

Comienzo cortar los vegetales, mirando a Aroon a cada cierto tiempo. El movimiento de las olas, hace que se sienta el vaivén y por tonto que suene, me comienza a dar sueño. Cuando miro a mi pequeño, él ya está dormido. Niego con la cabeza.

Siento que el yate se detiene y a los minutos aparece Freen. Viene sonriendo.

-me encanta esto. El aire fresco, el movimiento de las olas, el sonido del mar y la soledad. Bueno es lo que buscaba hace un tiempo, ahora quiero compartirlo contigo y con Aroon- dice acercándose a él y acariciándole su pequeña mejilla.

-gracias por traernos. Sé que eres un poco solitaria pero no me gusta que seas tan así. Sé que tienes hermanos que deberías aprovechar mejor y unos padres que te adoran- frunce el ceño.

-¿Por qué lo dices?-

-porque si comparas mi familia con la tuya, el que sale perdiendo eligiendo la soledad eres tú. Sabes como es mi abuela y mi tío. Sé que son mi familia pero no los considero como tal- digo mientras vuelvo a la cocina.

-no deberías decir eso. Sabes que mis padres di pudieran te hubieran adoptado- dice.

-lo sé. Pero eso te impediría abusar de mi cuerpo- términos de desmenuzar el jurel y mezclarlo con los demás ingrediente.

-tienes razón. ¿Crees que puedo abusar un poco de él?- frunzo el ceño y miro en su dirección pero está detrás de mí. Su mano va directamente a mi cadera y con su otra mano baja mi pantalón. Lo deja justo debajo de mis muslos, dejando a la vista mi ropa interior.

-Sarocha estoy cocinando- digo en un susurro.

-tengo que terminar de cocinar- digo. No quiero que se dé cuenta de mi vergüenza.

-no te avergüences. Somos adultos. Se lo que significa el sexo pero tu no. Me gustaría ser yo quien te enseñe ese placer- dice.

-¿me dolerá?-

-al principio sí. Te quitare algo muy importante que has cuidado por años. Pero juro que después de eso no te dolerá. Lo disfrutaras. Solo dime que sí y esta noche después que Aroon se haya dormido, quiero demostrarte lo que estoy diciendo- dice. Respiro profundamente.

-¿quieres quitarme la virginidad esta noche?- digo tragando duro.

-¿Qué mejor que perderla en el mar abierto, donde solo las estrellas y la luna nos verán?- niego con la cabeza.

-¿Por qué tienes que decir cosas tan románticas en este momento que estoy indecisa?-

-porque quiero que esto sea único para las dos pero más especialmente para ti. Por favor, te juro que hare que te duela lo menos posible- dice. La miro por varios minutos pero se lo que quiere mi cuerpo, porque en este momento, el pide más.

Más caricias, más besos, más placer y más contacto. Sé que mi cuerpo lo desea, eso no lo puedo negar. Me aterra el dolor pero si quiero saber que se siente y darle gusto al cuerpo, tengo que aceptar.

-de acuerdo. Hazme tuya... esta noche- digo segura pero no muy segura ella sonríe y da un pequeño beso en los labios.

-no te arrepentirás de esto, nena. Te lo juro- dice mientras va otra vez al cuarto.


Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora