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Pov Freen

El camino a mi departamento se hace interminable. Nunca pensé que 15 minutos se convirtieran en 15 horas. También me hizo darme cuenta que un auto deportivo no es la mejor opción para tener un bebé. Apenas cabían las cosas.

Rebecca tuvo muchos problemas para entrar. Cuando entro, le pego patada al fondo de la parte del copiloto. Se quejó y luego con todas sus letras me dijo, que si quería ser una buena madre, debía cambiar mi juguete por una camioneta familiar. Dios, esta mujer es desesperante pero debo reconocer que tiene razón.

Tuve que colocar en el pecho de Rebecca a Aroon y luego coloque el cinturón de seguridad por encima de los dos. Rebecca negó con la cabeza y me dijo que necesitaba comprar una silla. Eso era lo más seguro para llevar a un bebé en el auto.

Está bien. Lo asumo. No tengo ni idea de qué hacer con un bebé tan pequeño.

-Chankimha, este lugar más que un departamento es un palacio- dice Rebecca. Ha dejado a Aroon en el sillón. Rodeado de cojines y tapado con una manta.

-sé que es grande. Me gusta la comodidad y cuando llegue hace un año a, busque un lugar amplio con una hermosa vista a la ciudad. Este departamento está disponible y aunque fue un poco caro, lo compre- digo sonriendo con orgullo.

-sabes, la casa de mi padre, era más grande que esto. A veces, cuando apenas tenía como 6 años, me escondía en algún cuarto jugando a las escondidas. Pero nunca me encontraban, eran tantas las habitaciones, al final siempre terminaba llorando y mi padre siempre me encontraba. Él ha sido mi héroe- sonríe melancólicamente.

-¿lo amabas mucho?- le pregunto.

-lo amo mucho. Sé que ya no está conmigo físicamente pero sé que me cuida, igual que mi madre- sonríe.

-no imagino que ellos estén en otro mundo, observándonos. Además me daría cosa saber que mi abuela me mira cuando tengo relaciones sexuales- digo mientras un escalofrió baja por mi espalda.

-no creo que vean eso. Bueno a no ser que a ella le guste ver un buen trasero como el que tienes. ¿Es natural o recibiste ayuda de alguna cirugía?- levanto la ceja.

-es completamente natural. Tiene varias horas a la semana de ejercicios- digo sonriendo.

-¿Dónde dormiré?- dice mientras se afirma del sillón para no perder el equilibrio.

-en la habitación del fondo. Esa se comunica con la habitación del lado por una puerta. Ese el cuarto de Aroon pero no está amueblada- le digo.

-¿Cómo que no está amueblada? Freen, Aroon lleva más de 10 días en Neo y no siempre estabas en el hospital. Supongo que tiene ropa y lo que necesita para comer, ¿O no?- me mira.

-tiene ropa, pañales y esas cosas para comer. Las trajo mi madre pero yo no he comprado nada. No he tenido tiempo. Estaba trabajando en un caso bastante complicado. Pero, no tengo ni idea de que es lo que necesita- digo sinceramente.

-sabes algo Sarocha, como Doctora eres excelente pero como padre dejas mucho que desear. Quizás deberías pensar más en tu hijo que en ti y así sabrías que es lo que realmente necesita- dice.

-no sé qué es lo que necesita con certeza. Con suerte pañales y formula- ella levanta una ceja.

-bueno. Mañana por la mañana veremos a través de tiendas online las cosas de Aroon. Si pudiste comprar está casa y tu hermoso juguete, creo que tendrás dinero para comprar unas cuantas cosas a tu hijo- dice seriamente.

-Rebecca, tengo dinero. He hecho una carrera gigante y me ha ido bien. Puedo comprar lo que mi hijo necesita pero necesito ayuda. No tengo ni idea de que es lo que necesita. Tú y mi madre son las que trabajan con niños, ustedes saben- digo.

-bien. Voy a la habitación del fondo. ¿Puedes traer a Aroon, por favor? Con la pierna limitada, me da miedo resbalarme- asiento con la cabeza.

Me acerco a Aroon y lo veo tan tranquilamente durmiendo que algo me dice que no lo tome, pero Rebecca manda con cuidado lo tomo, afirma su cabeza en mi hombro y suspira. Beso su cabeza y llego a la habitación. Rebecca está sentada en la esquina de cama, pensativa.

-¿Qué ocurre?-

-no me gusta el blanco en las habitaciones. Puede ser un color secundario pero no primario-

-¿traumas?- pregunto.

-de pequeña- asiento.

-mañana buscaremos pintura y arreglaremos esta habitación- le digo.

-no estaré para siempre-

-eso lo veremos-

Ayudo a Rebecca para que se acueste en la cama. Ella me dice que después se cambiara. Deja a Aroon rodeado de cojines.

-te dejare para que descanses. Cualquier cosa que necesites, estoy en la habitación de al lado. Puedes comunicarte con el teléfono- ella asiente.

Salgo de la habitación y entro a la mía. Me ducho y me cambio por mi pijama. Ya es de noche y es la primera vez que en un buen tiempo que realmente estoy cansada. Solo con colocar mi cabeza en la almohada, caigo en un sueño profundo.

Un sonido seco me despierta. Son las 4:22 de la mañana según mi despertador. No hay nadie. Debe de ser un ladrón. Cojo un palo que está justo al lado de la puerta y salgo de la habitación.

Camino sigilosamente hasta llegar a la sala pero no hay nada. Sigo hasta que veo que hay luz en la cocina. Me preparo, espalda tensa y músculos preparados para defender mi departamento. Pero cuando entro, mi sorpresa es mayor.

-¡Rebecca!- digo. Está sentada en el suelo. Esta sobando su brazo y a la vez intentando pararse pero no puede -¿Qué haces aquí?- digo mientras me acerco.

-está buscando la comida de Aroon estaba un poco inquieto y los bebés comen a cada cuatro horas. Está preparándola pero me resbale y termine derramando la leche por toda la cocina. Lo siento- dice.

Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora