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Pov Freen

Estoy en la sala de conferencia del hospital. La señorita Armstrong aun esta inconsciente, lleva siete días. Mi madre y Charlotte me han citado aquí, ya que necesitan hablar de mi actuar y sobre Rebecca.

Además he recibido un regaño por parte de mi madre del tamaño de un buque. Me regaño por lo alto por hacerle la vida imposible a la doctora Armstrong. Pero, ¿Qué iba a saber yo, que el laxante le haría tan mal?

Leí las instrucciones como 20 veces y siempre entendí lo mismo, hasta que lo leyó mi madre. Según yo entendí que tenía que darle 20 ml de la sustancia pero en realidad eran 20 gotas. Por ende, le di más del doble permitido diario. Mi madre me dijo que fui inconsciente y que necesitaba con urgencia unas clases de lectura.

Paso mi mano por el cabello, frustrada. También tengo el pequeño gran problema en la Neo Según las enfermeras Aroon, no ha querido comer, esta mañoso y cuando alguien lo va a tocar llora. Las funcionarias me dicen, que esa reacción es comprensible, ya que creo un gran lazo con la doctora y mientras ella no lo vaya a ver, eso no cambiara.

Se abre la puerta de golpe y entra mi madre junto con Austin. Ellas me dan una mirada seria pero sé que en el fondo me la merezco. Maldita idea de la venganza.

-Freen, sé que esto no te gusta pero es hora que dejes de pensar como un niña malcriada y te hagas cargo de tus acciones- dice mi madre.

-Los padres de Ángel no pusieron una denuncia en tu contra. Ellos saben que este hospital es muy requerido y piensan que no atendiste a su bebé por falta de tiempo. Estuve tentada en decir la verdad, pero en este momento quedarme sin un neurocirujano con la experiencia que llevas a cuesta seria perder muchos recursos que hoy, no tengo- dice Austin resignada.

-te contare la historia de Freen. A veces el dinero no hace la felicidad y Becky lo ha sabe porque lo ha vivido. La familia viva que le queda no ha sido buena con ella- dice mi madre.

-Explícate, madre-

-bueno, Becky es huérfana. Su padre falleció hace unos cuantos años y su madre falleció cuando apenas tenía 10 años. Su padre, años antes de fallecer adquirió una bacteria mortal, que no es contagiosa con terceros. Becky me conto que nunca ha sido buena con los negocios, la administración ni mucho menos dirigir una empresa. Lo que ella amaba y ama es la medicina y los niños, por eso estudio pediatría- -pero su abuela se ha negado a esa decisión. Se ha convertido en su verdugo. Su padre, intento detenerla cuando estaba vivo pero cuando falleció ella vio la oportunidad de tomar las riendas de la vida de su nieta- dice Charlotte. -esa mujer es realmente mala. A ella jamás le ha importado Becky. Al único que ama es a su otro hijo, al tío de Becky- mi madre niega con la cabeza.

-dos días después que la contrate, llego la señora. Me quería obligar a que la despidiera. Según ella, su nieta era una inútil que no valía la pena, que lo único que haría sería cometer error tras error. Dios, esa mujer me cayó muy mal- dice enojada Charlotte.

-pero ella es muy joven. ¿Qué sabe de la medicina?, por Dios- digo a regañadientes.

-es cierto que es joven pero sabe mucho. Ella fue entrenada por uno de los grandes. El doctor que le enseño tanto la pediatría como la cirugía infantil, es uno de los mentores en la cirugía rápida y poco invasiva. El, quedo asombrado con su trabajo, le bastaba solamente explicarle y ella lo hacía sola. Tenía una habilidad innata para la cirugía- dice Charlotte.

-antes de que pasara el accidente, trabajo conmigo varias veces. Verse desenvolverse de una forma tan natural con los niños... me sorprendió pero lo que más me sorprendió fue como los niños se entregaban a ella. Varios de ellos, no quería que ni los tocara pero con ella, eran todo abrazos y besos- dice mi madre sonriendo.

-en un solo turno, opero a seis niños, tres eran apendicitis, otro una hernia abdominal y dos colecistectomía. Además de la atención de pequeños en la urgencia. Creo que ese día atendió a más de 20 pacientes- dice Charlotte. Abro los ojos sorprendido.

-ese día la urgencia recibió no sé cuántos elogios y varias felicitaciones, además de las que recibió ella. El consejo estaba feliz. En sus turnos pediatría vuela- dice Charlotte orgullosa.

-¿Cómo llegaste a ella?- le pregunto.

-mando su curriculum- frunzo el ceño.

-mando a varios hospitales, ya que necesitaba el trabajo. No le estaban quedando recursos y los necesitaba para vivir- dice mi madre.

-eso es lo que no entiendo. Ella tiene dinero, ¿Por qué necesitaba con tanta urgencia trabajar?- les pregunto.

-porque su abuela le bloqueo todos los ingresos. Su padre le dejo estipulado que ella debía recibir una cierta cantidad de dinero mensualmente pero su abuela lo se lo negó. El poco dinero que le quedaba fue el que uso para pagarle al neurocirujano que llamo. El, le cobro un ojo de la cara pero lo pago sin chistar- dice mi madre.

-ahora su abuela cancelo hasta el lugar donde estaba viviendo. Dejo su bolso con sus cosas en recepción y se fue. Según, por la gravedad de sus heridas tenía que hablar con el abogado para saber qué hacer si ella fallecía- dice Menares negando con la cabeza.

-esa mujer me cae mal. Ni a mi peor enemigo le deseo la muerte- dice mi madre.

-ahora, ¿Qué es lo que haremos?- digo. Mi cabeza duele. Juzgue a una persona sin realmente conocerla y erre de la peor manera. Ahora comprendo perfectamente cuando dicen que la venganza es agridulce, ya que cuando la realizas es dulce como la pulpa de una fruta pero cuando pasa es tan amarga como el jugo de limón.

La puerta se abre de golpe asustándonos a los tres. Una enfermera entra, toma aire y nos mira con una sonrisa.

-la doctora Armstrong despertó- dice. Mi madre no lo piensa dos veces y sale tan rápido como sus tacones lo permiten.

-gracias a Dios que escucho mis ruegos. Señorita busque el material necesario para hacer la revisión completa de la señorita Armstrong. Estaré en unos minutos con ella- asiente con la cabeza y sale. Me mira por unos segundos.

-¿Qué? ¿Por qué me miras?-

-espero que esta oportunidad que te está dando la vida no la desperdicies. Ella volvió de la muerte y no dejare que se vaya de nuevo- dice. Asiento con la cabeza y salgo rumbo a la UCI.

Escucho como mi madre le habla y cuando nombra a Aroon, ella no lo piensa dos veces y comienza a levantarse. Pero, ¿Qué le pasa a esta mujer? ¿Acaso no aprende?

-¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¿No te basta con los problemas que ya has causados, que ahora quiere otro más?-le gruño. Ella me mira sorprendida por mi arrebato.

Reanimando su corazón: FreenyBecky (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora